Berisso: una crisis interna divide al peronismo de cara a las PASO

El peronismo de Berisso navega aguas turbulentas, una situación impensada semanas atrás cuando el intendente sciolista Enrique Slezack anunció que no pelearía por su reelección para ayudar a la conformación de un armado de unidad con quienes por entonces le disputaban la intendencia: el randazzista Juan Mincarelli y otro sciolista, Ramón Garaza.

Ante la duda, sin embargo, los sectores del peronismo afines al intendente berissense armaron una lista propia encabezada por Oscar Potes, uno de los funcionarios más cercanos a Slezack. La idea era que si no había unidad con Mincarelli y Garaza, el oficialismo municipal compitiera en las PASO con una lista propia para contener a los espacios del peronismo local afines al intendente.

Caída la posibilidad de acordar con Garaza, se abordó la empresa de negociar con el sector de Juan Mincarelli y se dejó en manos de su potencial candidato a intendente, Oscar Potes, la responsabilidad de un armado que conformara a todos los sectores.

En el oficialismo berissense abundan las acusaciones y las imputaciones de traición

Pero esa negociación, señalaron fuentes municipales, duró apenas unos minutos, “lo que tardó Potes en aceptar ser candidato a concejal en primer término en la lista de Mincarelli”, sin reclamar ningún otro espacio para el oficialismo que gobierna Berisso hace 12 años.

La decisión de Potes, que en ese marco se alejó del gobierno municipal junto con otros funcionarios de tercera y cuarta línea, desató entonces una crisis interna que se vive cada vez con mayor tensión en el peronismo del vecino distrito.

Caída también la posibilidad de que Slezack integre la grilla de candidatos a senadores por la Tercera Sección Electoral, el oficialismo berissense se quedó sin norte y en medio de un clima pesado, donde por estas horas abundan las acusaciones y las imputaciones de traición.

CRUCES Y REPROCHES

En ese sentido, en las últimas horas hubo una clara señal al respecto: el Partido Justicialista de Berisso hizo público que no apoyará a ninguno de los dos precandidatos que quedaron en pie para la interna del 9 de agosto. Y dejó librado a criterio de sus afiliados el camino a tomar en el cuarto oscuro, es decir, si votar a Juan Mincarelli o a Ramón Garaza. El dato no es menor si se tiene en cuenta que el PJ local es conducido por Oscar Colombo, un hombre cercano a Slezack y a los sectores peronistas que siguen alineados al él.

Haciendo un esfuerzo para no salirse de los carriles del protocolo, Slezack ha expresado públicamente que confiaba en que Potes era el conductor de una negociación para la unidad del peronismo “y no de una negociación personal”.

Del lado de Potes se asegura que “nunca me pusieron en ese lugar ni quise estarlo”.

Desde la presidencia del bloque en el Concejo Deliberante, Ricardo Siciliano ha dicho que “el jueves anterior a la presentación de listas estuvimos charlando con Potes y al otro día nos enteramos que había cerrado un acuerdo, pero no como lista de unidad, sino personal”, indicó.

Lo cierto es que el conflicto, ahora condimentado por la decisión del PJ de no bendecir a ningun candidato, ha activado focos de polémica en diferentes espacios del PJ local que originalmente planeaban alinearse detrás de Mincarelli como cabeza de una lista de unidad que finalmente no fue o que, en todo caso, quedó acotada a la figura de Potes.

En medio de ese río revuelto no pocos observadores sostienen que la crisis hizo crecer las posibilidades de Ramón Garaza. Se asegura que el gremialista ha estado recibiendo apoyos oficiales y extraoficiales de parte de sectores del quiquismo, como se le dice a los partidarios de Slezack o, incluso, de funcionarios municipales como el caso de Marcela Sánchez que lidera el Movimiento Evita.

Durante un acto encabezado por Sánchez y el referente nacional del M-Evita, Gustavo Di Marzio, Garaza fue mencionado como “un compañero para defender el trabajo en la ciudad”. En tanto que la funcionaria municipal dobló la apuesta: “para nuestro espacio no hay otro candidato que no sea Garaza, porque representa el pensamiento de los trabajadores y es el hombre que nos asegurará que Berisso tenga el trabajo que necesita”, sentenció.