Fuerte revuelo político por el “borocotazo” de una diputada

El salto en garrocha de una diputada y candidata del Frente Renovador al campamento de Daniel Scioli, profundizó el cruce de acusaciones por la sorpresiva fuga.

El candidato presidencial Sergio Massa, advirtió que va a “vencer el látigo y la chequera que usa el kirchnerismo” tras el pase de la legisladora, quien al justificar su salida se quejó de que el Frente Renovador es un espacio “muy misógino”.

En medio de los cruces, el que terció en la polémica fue el marido de López y jefe de la bancada massista en la Cámara de Diputados de la Nación, Alberto Roberti. Si bien ratificó su pertenencia al espacio de Massa, admitió que han sido “muy malos” en el armado político y que hubo “destrato” a varios dirigentes.

La diputada confesó que tras oficializar su pase al kirchnerismo se “parecía Yiya Murano, una asesina serial de la política” tras los cuestionamientos que recibió, y remarcó que “realmente son decisiones políticas que uno toma”.

López fue una de las dirigentes más críticas a la gestión de Scioli (ver aparte) y si bien había pasado por distintos espacios políticos, siempre se había mantenido lejos del espacio kirchnerista. Ayer intentó justificar esa asociación al señalar que “sólo apoyo la candidata presidencial de Scioli”.

“Tanto el gobernador (Scioli) como Alberto Pérez (jefe de Gabinete bonaerense) tuvieron la gentileza de convocarme y darme un valor que en mi espacio no me habían dado”, agregó López, quien confirmó su renuncia a la candidatura para el Parlasur y su continuidad como legisladora provincial hasta que se termine su mandato en diciembre.

Incluso dijo que “pidió disculpas” a Scioli por las críticas que le formulara.

Alberto Roberti, por su parte, rechazó las críticas a su esposa y advirtió que la salida de López es “una más de la saga” que se inició con el “destrato” que hubo a varios dirigentes en el armado político. “Massa en algún momento reconoció cuando habló del barro de la política. Bajando y subiendo a la gente, ese destrato terminó en portazos. El de Mónica López es uno más de esa saga”, aseveró.

Roberti ratificó su adhesión a la candidatura de Massa, aunque se especula que podría anunciar su salida en los próximos meses. El legislador es candidato a la reelección por el Frente Renovador.

REPLICAS

Frente a la decisión de López, el massismo salió con los tapones de punta a cuestionarla.

Fernando Galmarini aseguró que el pase de López tiene “nula” consecuencia para el massismo, mientras que la candidata a intendente de San Isidro y suegra de Massa, Marcela Durrieu, ironizó que “seguramente Scioli o Karina le habrán comprado muchos zapatos” a la legisladora.

“Voy a vencer al látigo y la chequera que usa el kirchnerismo contra mí”, desafió Massa, quien agregó que “no” lo “doblan moviendo dirigentes porque los cambios los construye la gente”.

Galmarini, suegro de Massa, recordó que Mónica López hablaba “muy mal de Daniel Scioli”, y aseguró que “hubiera sido bueno” que la legisladora bonaerense “hubiera empezado diciendo ‘me voy de la boleta, o me voy del cargo que me han otorgado’”, ya que es candidata al Parlasur.

En tanto, Durrieu dijo que López “le restaba” políticamente al massismo porque, afirmó, “ha sido un fastidio todo el tiempo”.

“No tiene ninguna importancia. Lo único que hizo dentro del Frente Renovador fue un fastidio porque quería ser candidata a gobernadora a toda costa”, expresó la madre de Malena Galmarini, la esposa de Massa.

El diputado Facundo Moyano señaló que López debe dar “explicaciones” de su pase al sciolismo y expresó que “volver al Frente para la Victoria significaría (para él) avalar eso que critiqué tanto tiempo, sería una incoherencia enorme”.

Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, defendió la decisión de la legisladora. Evaluó que “no es ilógico que quiera regresar a su partido de origen” porque “son dirigentes que proceden del peronismo”.