Pelea interna y ruptura en el bloque de senadores peronistas

Una dura disputa interna por la designación de dos integrantes en el directorio del Banco Provincia derivó ayer en la ruptura del bloque de senadores bonaerenses del Partido Justicialista (PJ). La bancada quedó partida en dos, en una división que refleja, además, los reacomodamientos en la estructura del peronismo de la Provincia.

La fractura se formalizó ayer a partir de la presentación de una nota a la presidencia del Senado en la que seis senadores comunicaron que dejaban la bancada del PJ para formar su propio espacio, al que bautizaron “Bloque Peronista”.

El éxodo tuvo como protagonistas a legisladores que responden a diversos referentes del peronismo, aunque predominan los alineados a Julián Domínguez y a Florencio Randazzo. Se trata de Patricio García, Norberto García, Fernando Moreira, Carolina Szelagowski, Alejandro Urdampilleta y Héctor Vitale. En ese grupo hay otros que responden a intendentes como Gabriel Katopodis.

Con la salida de esos seis senadores, el bloque del PJ quedó con tres miembros, aunque podría perder a alguno más. Como presidente quedó Daniel Barrera, un hombre de La Matanza, cuyo referente es el titular del PJ Provincia Fernando Espinoza. Junto a él permanecen, por ahora, el sciolista Juan Curuchet y Darío Díaz Pérez, ex intendente de Lanús, quien también podría irse.

La disputa que derivó en la fractura estalló en medio de la sesión del Senado del miércoles por la noche, cuando el PJ intentaba aprobar, por impulso de Patricio García, entre otros, los pliegos de dos integrantes para el directorio del Banco Provincia.

La movida, que contaba con aval de Cambiemos, apuntaba a designar en esos sillones a la ex diputada nacional Andrea García, hermana de Patricio García, y al ex ministro bonaerense Eduardo “Lalo” Di Rocco. La primera, responde a Julián Domínguez, mientras que Di Rocco es randazzista.

Para colocar a esos dirigentes en el Bapro se debía desplazar, en la misma movida, a dos actuales integrantes del directorio que habían sido impulsados por el ex gobernador Daniel Scioli: el ex ministro Rafael Perelmiter y Omar Galdurralde. Por eso, la avanzada de los hombres de Domínguez y Randazzo habría generado una inmediata reacción del sciolismo. Algunas versiones señalan que el propio Scioli se comunicó con el bloque para que se aborte la movida.

La situación obligó a la bancada del PJ a pedir un cuarto intermedio en la sesión para intentar alcanzar un acuerdo interno. Lejos de eso, la reunión que se desarrolló en un pasillo pegado al recinto del Senado terminó a los gritos y con reproches cruzados. “Me llamó el vicepresidente de nuestro partido para decir que frenemos esto”, habría argumentado Barrera. “No podemos permitir que nos presionen desde afuera”, fue la respuesta que, según testigos, disparó Patricio García.

Con esta división, el peronismo en sentido amplio quedó fracturado en cuatro bloques distintos en el Senado. Por un lado, el kirchnerismo duro en el Frente para la Victoria, con ocho integrantes. El PJ, por ahora, conservará tres escaños, presididos por Barrera. El nuevo Bloque Peronista, que tendría como referente al propio García, con seis integrantes y Justicialismo Bonaerense, otros dos.