Se recalienta la interna K bonaerense

La pelea interna en el oficialismo por la Gobernación sigue ganando temperatura. Algunos cruces son cada vez más notorios mientras algunos de los postulantes resisten el “baño de humildad” que pidió la Presidenta y resisten dejar la carrera.

Julián Domínguez es uno de los pretendientes. Y ayer salió a disparar, sin nombrarlo, sobre quien aparece como su principal competidor, Aníbal Fernández.

“Para los candidatos por la Provincia, la condición básica es ganar en nuestros distritos”, dijo el presidente de la Cámara de Diputados, en un palo que le pegó a Fernández quien no controla su distrito, Quilmes.

DIFERENCIACION

Así se diferenció del jefe de Gabinete ya que un delfín suyo, Mauricio Barrientos, gobierna Chacabuco, su partia chica.

La definición de Domínguez también fue leída con beneplácito por otros dos intendentes que buscan dar la pelea por la Provincia: el matancero Fernando Espinoza y el lomense Martín Insaurralde.

Espinoza sigue resistiendo las presiones para hacerlo desistir de su candidatura. Es más: en las últimas horas surgió la versión de que podría llevar como compañera de fórmula a la sciolista ministra de Gobierno provincial, Cristina Alvarez Rodríguez.

Pero ayer sorprendió una foto que en algunos sectores del oficialismo se leyó como un respaldo del sciolismo a Insaurralde.

Con la excusa de firmar un convenio con el Grupo Banco Provincia, el jefe comunal se mostró junto a Nicolás Scioli, vicepresidente del holding y hermano del Gobernador.

La instantánea sorprendió porque hace unos días Scioli había mencionado como candidatos a su sucesión a Fernández, Domínguez y Espinoza.

En forma paralela ayer en el sciolismo se descartaba la versión de que la Casa Rosada le había pedido al mandatario que hiciera “bajar” a Espinoza e Insaurralde.

Por el contrario, algunas señales parecían alentar a ambos intendentes a insistir en dar la pelea.