Cuando la medianera enciende "la guerra" entre los vecinos

Julio M. tiene un terreno de 10 por 30 en un barrio agreste de Villa Elisa, justo en la esquina de una manzana enorme y arbolada donde las casas parecen recién construidas y las calles sin nombre y sin números pasan del exceso de polvo, durante los días de sol, al exceso de barro en las tardes de lluvia. Como tantos en esa zona, Julio y su familia buscaron ahí un poco de paz. Una vida tranquila, sin problemas. Una vida verde. Sin embargo, a fines del 99 Julio se dio cuenta, agrimensor mediante, de que su terreno tenía de frente casi dos metros menos que lo que le correspondía. ¿El motivo? Tan simple como repetido: un mal emplazamiento en la primera casa de la otra esquina fue "corriendo" a los demás frentistas para dejar finalmente a la suya con menos espacio. Un caso común. Una historia que se repite. Una de las 304 denuncias por conflictos de medianeras que se realizaron el año pasado en los juzgados civiles de La Plata.
Los ejemplos sobran y son de lo más variados. Es que los problemas por medianeras, hay que decir, no sólo encierran el caso típico de un vecino que le saca espacio a otro, sino también el de las manchas de humedad, el de la rama que se pasa al terreno de al lado, el de la ventana que quita privacidad o el de la falta de mantenimiento de la propia medianera. Algunos terminan en un simple arreglo de palabra. Otros, tal vez la mayoría, van a engrosar las cada vez más crecientes estadísticas de los juzgados civiles, los juzgados de paz, la Defensoría Ciudadana y la subsecretaría de Control Urbano. En todos estos lugares la conclusión es la misma: ¿Problemas por medianeras? Cada vez más.

CUESTION DE ESPACIO
En los juzgados civiles los números hablan por sí solos: el año pasado, como se dijo, se registró un total de 304 casos relacionados con estos conflictos; 23 por medianería (se establece quién debe asumir los costos), 7 por mensura y deslinde (se define la superficie que le corresponde a cada propietario), 15 por cuestiones de vecindad (manchas de humedad, ramas que sobrepasan, etc) y 259 por división de condominios (cuando varios propietarios tienen que dividir un mismo terreno).
En los juzgados de paz, en tanto, el número trepó a 48 denuncias: 13 por medianería, 30 por dominio y condominio del muro (se establece quién es el dueño del muro), 3 por deslinde y amojonamiento (se define dónde deben estar ubicados los mojones) y 2 por mensura y deslinde.
Tanto en los juzgados civiles como en la Defensoría Ciudadana de La Plata reconocen el aumento en los conflictos de este tipo, los cuales muchas veces se someten a mediación o requieren la intervención de los inspectores de Obras Particulares de la Comuna, según el caso.
"Si bien las denuncias por ruidos molestos vienen en aumento en este último tiempo, lo cierto es que la mayoría son por problemas de medianeras", apuntaron desde la Defensoría platense, donde durante el último semestre del año pasado se recibieron 80 casos de este tipo.
Y los datos que se manejan en este organismo encuentran eco en las palabras de César Garachico, presidente del Consejo Profesional de Agrimensura de la Provincia, distrito V, La Plata: "Los problemas por medianeras están en aumento; esto se da porque la gente muchas veces trata de evitar gastos y no consulta a un agrimensor, que es en definitiva quien puede ayudar a que no haya errores de emplazamientos. Además, el Municipio no exige el certificado de amojonamiento, algo fundamental para evitar estos inconvenientes".

PROBLEMAS CON "EL DE AL LADO"
Por lo general, los mayores conflictos de este tipo se vienen dando últimamente en las zonas alejadas del casco urbano, donde muchas veces, dicen desde el Consejo de Agrimensura de La Plata, se ubican los mojones sin mucho criterio y siguiendo pautas arbitrarias. "En estos momentos, por ejemplo, estamos tratando de resolver un grave conflicto en el barrio El Rincón de Villa Elisa, donde un amojonamiento original mal realizado generó varios problemas entre los dueños de los terrenos", apuntó Garachico.
Desde la subsecretaría de Control Urbano, en tanto, aseguraron que las denuncias por medianeras siguieron creciendo en los primeros diez meses del año, período en el que se ubicaron apenas por debajo de las quejas por ruidos molestos, pérdidas de agua, basurales y poda de árboles. "De cualquier manera, la mayoría de estas denuncias se derivan a la Defensoría -apuntaron en Control Urbano-, donde la intervención de los mediadores ayuda muchas veces a destrabar el conflicto".
Según fuentes de la Defensoría, de hecho, "las mediaciones nos acercan a la cultura de cada barrio y nos permiten trazar un mapa de los conflictos que enfrentan a los platenses en cada zona. Cada barrio tiene características particulares. Por ejemplo, en el casco urbano, donde la densidad demográfica es más alta, los principales problemas son de convivencia: consorcios, ruidos molestos, malos olores o conflictos con la administración. En cambio, en los barrios del sur y de la zona norte, donde la cantidad de habitantes por metro cuadrado es menor, se imponen los conflictos típicos de vecindad: la medianera, las filtraciones, la humedad, las plantas".
Tras asegurar que "nunca hay una medida exacta en los casos en los que está en disputa el espacio que determina una medianera, ya que puede ser de un metro o de tres", el presidente del Consejo de Agrimensura aseguró que, muchas veces, "se dan casos en los que una casa está emplazada directamente en los lotes linderos. Y aquí no se trata de una medianera corrida apenas unos metros, sino de una propiedad que invade literalmente a otra".