Abrió la primera feria sin agroquímicos en la región

Mostradores cubiertos por frutas y verduras frescas. Encurtidos, dulces, salsas y licores recién preparados. Un marco natural -el del parque Pereyra Iraola- y una característica muy particular: ninguno de los productos que se ofrecen tuvo contacto -en su fase de cultivo o elaboración- con sustancias agroquímicas. Así es la feria que se desarrolla cada domingo en el mayor espacio verde de nuestra región.

La experiencia, que se reeditará hasta el último fin de semana del año, y tiene lugar entre las 10 y las 19 frente a la casona Santa Rosa -la administración del Parque- se desarrolla en el marco del programa Cambio Rural Bonaerense, que lleva adelante el Ministerio de Asuntos Agrarios y Forestales de la Provincia.

Ofrecidos por los propios quinteros, conocedores como nadie de las bondades de las diferentes materias primas -y siempre dispuestos a compartir sugerencias sobre recetas y preparados- se pueden probar y comprar dulces artesanales -de leche, de zapallo, kinoto o tomate- licores -los de mandarina y limón pican alto en las preferencias-, frascos de pickles, escabeches, atados de acelga, remolacha, apio, bróccoli, rabanitos, repollo, hinojo o cebolla de verdeo.

"Uno no se imagina cuánta es la diferencia entre la verdura cultivada con agroquímicos y la natural hasta que la prueba" afirma Jorge Luis Peralta, uno de los quinteros que ayer ofrecía puerro, acelga, calabacitas, verdeo, nabo y perejil, entre otras cosas: "además de sano, es más sabroso". Peralta está en el Pereyra desde hace diez años, y los cuatro integrantes de su familia viven de la venta de verduras en su finca, en el Parque Ecológico platense, y ahora en el Pereyra.

El proyecto Cambio Rural arrancó en 2002; actualmente involucra a la mitad de los 160 quinteros que ocupan tierras en el parque creado en 1949. "El objetivo es que paulatinamente todos los productores se sumen a la reconversión para permanecer acá" explica Martín Rodríguez, coordinador del equipo técnico -tres agrónomos y cuatro biólogos- de Cambio Rural.

"MANEJO SANO"

Rodríguez subraya que "el manejo productivo que proponemos es sano tanto para el consumidor, como para el productor y su familia, como para el medio ambiente". En la "Feria Franca de Verduras sin Agrotóxicos" se pueden encontrar atados de acelga -de 1,200 kilogramos- por 50 centavos; una decena de remolachas por un peso; veinticinco habas por el mismo precio; frascos de dulces -higo, kinoto, naranja, entre otros- por entre 3 y 4 pesos; una botella mediana de lemoncello, por 5 pesos.

"Además del cambio en la intensidad del sabor, la ausencia de agroquímicos permite a las plantas tener otra textura" precisa Mariano Krayeski, heredero de una tradición familiar con más de 35 años en el parque Pereyra: "cuando uno corta una hortaliza cultivada del modo 'convencional', se marchita y deshidrata muy rápidamente; eso no pasa con el producto de las quintas orgánicas, que aguanta más".

Según explica el biólogo Maximiliano Pérez, "el uso de tecnologías de procesos para el manejo productivo implica aprovechar las condiciones que se dan naturalmente en una quinta para mejorar el rendimiento sin recurrir a agentes químicos. Se trata en muchos casos de 'recetas del abuelo', preparados caseros con plantas como eucaliptus, paraíso, salvia, borraja, ortigas, manzanilla, ruda; sales minerales (sulfato de cobre, sulfato de calcio, azufre); o cenizas para preparar abonos. Eso se combina con la rotación y asociación de cultivos, para lograr el equilibrio del sistema".