Productores preocupados en la temporada alta de venta de flores

LOS PRODUCTORES DE FLORES LOCALES TEMEN FUERTES PÉRDIDAS POR LOS CAMBIOS EN LA COSECHA A RAÍZ DEL CAMBIO CLIMÁTICO

Preocupa a los productores de la región el adelanto en los tiempos de cosecha para las producciones del mercado de flores. El veranito de agosto generó una súper producción que no encuentra una demanda equiparable y hubo parte de la producción que directamente se perdió, indicaron en el sector.

Los productores, que a esta altura del año suelen tener un ánimo de optimismo y fuerte expectativa ahora lo cambiaron por la preocupación y la incertidumbre, ya que se acercan tres fechas claves para las que no saben si el mercado podrá atender la demanda habitual: la llegada de la primavera, para este fin de semana; la celebración del Día de la Madre en octubre; y la realización de la Expo Flor en noviembre.

“La floricultura no es un producto donde uno puede programar cuanto va a producir, vender o los costos, dependemos de la madre naturaleza” comentó al respecto Yuka Yamawaki, directiva de MercoFlor, el mercado de flores ubicado en ruta 36 entre 420 y 425. Los factores climáticos que entregaron días de verano en pleno, repercutieron de forma ambivalente en las plantaciones de la flores de la región.

“Este año prácticamente no hubo invierno para las flores” explicó Yamawaki, “la planta sigue un ritmo natural y el productor está acostumbrado a programar la técnica de la producción en función de una situación climática habitual”.

Las condiciones de este año desbaraton el cronograma de los productores de la región, para quienes el tiempo de cosecha se adelantó, encontrándose a fines de agosto con la súper producción programada para recibir este domingo a la primavera.

DIFICIL CUBRIR LA DEMANDA

Debido a esta situación atípica, si bien para el cambio de estaciones habrá ofertas de flores, será difícil cubrir la demanda que normalmente incrementa por estas fechas. Para intensificar el revés económico, este año la primavera llega un domingo, día que según explicó la representante de los productores, no es uno de los mejores para el rubro: “La gente no va a la oficina, no va al trabajo, no sale tanto a la calle ni se reúne tanto, generando oportunidades para comprar flores. Mejor sería un día de semana”.

Yamawaki comentó también que, preocupados por lograr aumentar la demanda, se están organizando con entidades de todo el país para poder generar nuevos nichos de mercado en conjunto, para poder movilizar la producción actual que tienen entre manos.

“Estamos hablando de un producto totalmente perecedero, si no se vende se tira” explicó, añadiendo que lo que se busca a largo plazo es cambiar la mentalidad de los compradores, promoviendo un consumo en la vida cotidiana, y no la ocasional visita al cementerio, cumpleaños o boda. “Nuestro lema es regala una planta, regala vida” agregó.

“Estoy tapado de flores, me explotan los invernáculos” confesó uno de los 500 productores que acudió a MercoFlor a ofrecer la producción de sus plantaciones. La realidad es que los productores trabajan contra reloj intentando incrementar la demanda para poder movilizar la gran cantidad de flores que en cuestión de días se echarán a perder.

OTRA MIRADA

Productor oriundo de la zona de CityBell, Americo Lopez comentó que lo que seriamente lo preocupa es el estado de la economía en general, que hace que la gente no considere comprar flores entre sus principales opciones. A la cabeza de un negocio familiar, Americo comercializa más que nada en el mercado de flores de Barracas y expresó que la situación los ha forzado a vender a precios muy bajos, comparables a los de hasta cinco años atrás en el tiempo. “Por lo menos va a haber muchas rosas, que nunca llegan para la primavera” comentó, explicando que a raíz de los cambios climáticos las producciones se han adelantando.

Entre los consumidores que se acercan a los mercados de flores, además de las grandes cadenas que comercializan el producto en todo el país, se encuentran también los vendedores ambulantes que recorren las calles de la ciudad ofreciendo ramitos al paso. “Lo hemos analizado y estudiado a fondo” explicó Yamawaki, “y el consumidor de los vendedores callejeros no es el mismo que acude a una florería” por lo que, lejos de acaparar parte de la demanda, crea un nuevo espacio donde comercializar la producción regional.