Los lobos y los osos regresan a Europa

Especial para EL DIA de National Geographic

Europa tiene hoy el doble de lobos que EE UU, a pesar de tener la mitad de superficie y más del doble de densidad de población.

Son datos de un estudio publicado por la revista científica Science, donde se explica que Europa, uno de los lugares más industrializados de la Tierra, con muchos caminos y prácticamente ninguna gran zona de espacios naturales, está logrando “mantener y en cierta medida recuperar, poblaciones viables de grandes carnívoros a escala continental”.

Un equipo de más de 50 destacados biólogos de carnívoros de toda Europa, desde Noruega a Bulgaria, hablan de una recuperación de cuatro especies de grandes carnívoros: lobos, osos pardos, linces y glotones.

“Hay una hostilidad muy arraigada hacia estas especies en la historia y la cultura humanas”, se señala en el estudio. Y sin embargo, casi en un tercio de Europa, hay poblaciones permanentes de al menos uno de estos predadores que se reproducen.

Se calcula que 17.000 osos pardos (Ursus horribilus, la misma especie que el oso grizzly norteamericano) hoy habitan en 22 países, mientras que en EE UU hay apenas 1.800 osos grizzly. Se los puede ver a apenas dos horas de Roma, en el parque nacional Abruzzo. Y para ver lobos basta con viajar apenas 40 minutos, hasta la Villa de Adriano.

¿Cuál es la clave de este éxito de recuperación poco apreciado? Un estudio llevado a cabo por la Sociedad Zoológica de Londres y Birdlife International atribuyó la recuperación de muchas especies de aves y mamíferos europeos al nuevo hábitat, creado cuando las poblaciones rurales abandonaron las tierras de labranza y se mudaron a ciudades.

El nuevo estudio pone gran énfasis en las protecciones legales de la Unión Europea, en particular la EU Habitats Directive, que funciona como la Endangered Species Act de EE UU. Los animales de Noruega y Suiza, países que no son parte de la Unión Europea y por ende están al margen de esas directivas, han tardado más en recuperarse que los animales del resto de Europa, según el estudio.

cambio psicologico

El autor principal del estudio, Guillaume Chapron, de la Universidad de ciencias Agrícolas de Suecia, también atribuye la recuperación de los predadores a un profundo cambio psicológico, de la hostilidad a la tolerancia, que se remonta al movimiento ambiental de la década de 1970. “El modelo europeo demuestra que la gente y los predadores pueden coexistir en los mismos paisajes”, expresó. “No digo que sea una coexistencia pacífica y amorosa; siempre hay problemas. Pero si hay voluntad política, es posible compartir el paisaje con los grandes predadores”.

En el estudio se presenta este “modelo de coexistencia” como un desafío al pensamiento estadounidense sobre los ambientes naturales, que separan al hombre de los animales. Ese modelo, que se ha expandido a muchos países a partir de su origen en el siglo XIX en el Parque Nacional Yellowstone sostiene que los grandes predadores sólo pueden sobrevivir en áreas protegidas o en la naturaleza. Este enfoque americano a la conservación nació en reacción a “antiguos objetivos políticos de exterminar estas especies”, según el nuevo estudio.

Pero si Europa hubiera intentado practicar una conservación de predadores al estilo norteamericano, según el estudio “no habría ninguna población de grandes carnívoros, porque la mayoría de las áreas protegidas de Europa son demasiado pequeñas como para tener incluso unas pocas unidades reproductoras de grandes carnívoros”.

Al expandirse las poblaciones humanas, constriñendo más las áreas silvestres, el modelo de coexistencia podría ser la única salida para muchas regiones, opina Chapron.