Villa Argüello: no descartan que sean dos los asesinos del albañil

La severidad de las lesiones que sufrió el albañil peruano Víctor Rodríguez Cruzado (42), quien el lunes pasado fue encontrado asesinado en su humilde vivienda de Villa Argüello, en Berisso, planteó una nueva hipótesis, sobre la que cual ahora están trabajando los investigadores.

Según indicaron fuentes de tribunales a este diario, el informe preliminar de autopsia arrojó que el albañil murió a causa de un “traumatismo encéfalo-craneano grave y un síndrome asfíctico simultáneo y concomitante”, lo que abre la posibilidad de que hayan intervenido dos personas en la salvaje y fatídica agresión.

La data del deceso, agregaron los forenses, era de 72 horas al momento del hallazgo del cadáver y también se descartó “un ataque sexual”, aclararon los voceros consultados por EL DIA.

Se indicó que Rodríguez Cruzado “tenía golpes en la parte izquierda de la cabeza y heridas contuso-cortantes, lo que marca que le pegaron con un elemento romo, que podría ser un palo con filo. Por la agresión, sufrió fractura de cráneo”.

Por último, trascendió que durante la autopsia se pusieron a resguardo las uñas para saber si tenía signos de defensa, lo cual recién se sabría con el correr de los próximos días.

EL MOVIL, UN MISTERIO

Si bien en un momento se habló de que la orientación sexual de la víctima podría tener alguna relación con el asesinato, la pista del robo comenzó a ganar terreno a medida que fueron pasando las horas.

Los pesquisas, cabe destacar, no descartan nada, pero comenzaron a recibir información sobre supuestos faltantes dentro de la propiedad de la calle 65 entre 136 y 137.

En ese sentido, un teléfono celular y la suma de 5.000 pesos, que habrían desaparecido del lugar, serían fuertes indicios de que el albañil pudo ser blanco de un homicidio en ocasión de un asalto.

Claro que él o los autores del crimen “pudieron llevarse esos objetos para despistarnos. Habrá que ver. No debemos apresurarnos”, explicó un jefe policial. De la causa participa la fiscalía de Marcelo Romero.

SOSPECHA

Francisca, hermana de la víctima, exteriorizó sus sospechas ante los medios, que apuntan en la dirección indicada.

“Hace un mes ya había sufrido un robo y ahora justo se había comprado un montón de cosas. Tenía 5.000 pesos, un celular, una computadora y un equipo de música. Estaba contento. Si le falta algo de eso, está claro lo que pasó”.

Los pesquisas, como se publicó en una edición anterior, revisaron la escena en busca de algún elemento cortante que pudo ser usado en el crimen, por ejemplo un machete, pero no encontraron nada parecido.

Esa finca, muy precaria, está compuesta de tres ambientes: cocina-comedor, pieza y baño.

Francisca añadió que entre las relaciones más habituales de su hermano estaban los amigos con quienes “solía juntarse en la casa a tomar. No puedo negar que a él le gustaba su cervecita. Pero otra cosa no hacía. Trabajaba todo el día y se reunía con los amigos”.