Sepa qué acciones contribuyen al buen funcionamiento del “motor” del cuerpo humano

Cada año mueren en el mundo 17 millones de individuos de los cuales 100.000 son argentinos por enfermedades cardiovasculares, un grupo de desórdenes del corazón y los vasos sanguíneos, que ostentan ser la primera causa de muerte en el país y en el mundo.

Las opiniones de cardiólogos de todo el mundo confluyen en que lo imprescindible para cuidar el músculo más importante del cuerpo es cumplir al menos con dos actividades básicas: hacer ejercicio y poner el foco en tener una alimentación saludable.

Si bien estas son dos de las pautas que muchos expertos califican de esenciales, los profesionales de la salud ofrecen a muchos más consejos que contribuyen al cuidado y preservación del corazón.

Muchos de ellos apuntan a que las personas limiten o erradiquen, en el mejor de los casos, la ingesta de ciertas sustancias que se consideran tóxicas para este órgano. Al mismo tiempo se recomienda que las personas estén atentas al funcionamiento interno de su cuerpo y que adopten hábitos sanos que promuevan el orden y serenidad.

EJERCITARSE

Llevar una vida activa en lo que respecta a ejercicios es recomendable para gente de todas las edades. En el caso de los adultos lo esencial es que realicen 30 o más minutos de actividad física, todos los días de la semana. Si el objetivo es perder peso, deben practicar 60 minutos diarios de ejercicio.

NO FUMAR

Evitar el consumo o la exposición al tabaco contribuirá a no quedar expuestos a la pérdida de capacidad pulmonar y por lo tanto abrirá la posibilidad a seguir ofreciendo una mayor oxigenación a la sangre que circula por el cuerpo. Fumar es una acción que está íntimamente relacionada al cáncer y a trastornos cardiovasculares.

UN CUERPO ESTABLE

La presión arterial normal debe estar por debajo de 120/80 mm/Hg. Los niveles de ésta pueden modificarse con la dieta, actividad física y factores psicosociales. Una acción que contribuye a mantener bajos niveles es la baja la ingesta de sal (ideal por debajo de 1.5 g/día), aumentar el consumo de potasio, reducir el consumo de alimentos calóricos y consumir alcohol de forma moderada.

FRUTAS Y VERDURAS

El consumo de frutas y verduras es esencial para tener un corazón saludable. Se recomienda consumir alimentos como espinacas, zanahorias, duraznos o frutillas, debido a que tiene mayor contenido de micronutrientes. Por otro lado varios especialistas insisten en que un jugo no es equivalente a una fruta respecto a su contenido de fibra ni en su capacidad de saciedad; también advierte sobre la importancia de la preparación de los alimentos para preservar sus propiedades.

GRASAS TRANS Y SATURADAS

Pero no sólo con el consumo de vegetales se logra contribuir al buen funcionamiento del corazón. Disminuir el consumo de alimentos que contengan grasas trans y saturadas también es una gran ayuda según los expertos.

Los alimentos de origen animal (carne roja y leche de vaca) son los que contienen el mayor número de grasas saturadas; mientras que las trans están presentes en alimentos fritos, preparados y en biscochos industriales. Los expertos indican que el consumo de estos productos esté por debajo del 7% y que el consumo de colesterol no llegue a los 300 mg.

ALCOHOL, GASEOSAS, TELEVISIÓN Y EXCESOS

Disminuir el consumo de bebidas azucaradas y alcohol también contribuye a la reducción de la cantidad de calorías que entran al organismo.

PESCADO Y CEREALES

Incluir pescado y cereales integrales en la dieta es segun los medicos nutricionistas un hábito muy saludable que contribuye a disminuir los niveles de colesterol. La fibra reduce modestamente los niveles de colesterol “malo” y fomenta la saciedad al producir un vaciado lento del estómago. Se recomienda que al menos la mitad de los cereales sean integrales. El pescado como el salmón, las sardinas o el atún, tiene un alto contenido en ácidos grasos oleico y linoleico, asociados con un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

FOMENTAR BUENAS COSTUMBRES DESDE PEQUEÑOS

En el caso de las personas que tengan hijos es importante el grado de motivación que se da a los más chicos para que adopten hábitos saludables. Se aconseja iniciar una dieta sana y actividad física desde los primeros años de vida. En cuanto a los adultos mayores, debido a la frecuencia con la que presentan trastornos cardiovasculares, se les pide acudir a un médico para que los asesore sobre el tipo de nutrientes que deben ingerir.

Las personas con enfermedades como el síndrome metabólico o insuficiencia renal crónica deben seguir recomendaciones específicas como: una dieta muy baja en grasas y calorías, aumentar su actividad física para bajar de peso, y consumir poca sal.

LA VIDA SEXUAL

Tener una vida sexual sana también es sano para el corazón, Expertos de la Asociación Americana del Corazón aseguran que no existe ninguna razón por la que los pacientes cardíacos o sobrevivientes a un infarto no puedan reanudar una actividad sexual plena en cuanto se sientan listos para hacerlo. Los especialistas enfatizan que la actividad física en los pacientes cardiacos es importante para lograr una rehabilitación sexual sin mayores problemas.

LOS PILARES FUNDAMENTALES

La práctica deportiva es una de las grandes herramientas que tienen las personas para que el “motor” siempre esté en marcha. Los expertos señalan que la respuesta al ejercicio en la mujer es diferente respecto al hombre, debido a las peculiaridades cardiovasculares femeninas como el tamaño del corazón, un menor desarrollo de la caja torácica y una menor cantidad de sangre, entre otras.

No sólo hay que poner el foco en el ejercicio. También se debe tener en cuenta el  tipo de alimentos que se ingieren, el aporte de calorías y el tamaño de las raciones, que tiende a ser cada vez más altos. Aunque algunas formas de vida no se pueden cambiar, sí se pueden modificar las conductas posteriores como: pasar menos horas delante del televisor o de la pantalla de la computadora, así como dedicar más horas a caminar o a practicar ejercicio. De esto dependerá que nuestra salud cardiovascular sea mejor.

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