Ni una más

Por JOSE SUPERA
ESCRITOR

PRIMER
PIROPO

Y ahora recorro las formas de tu cuerpo. Busco en tu piel un signo. Tu terreno es apto para el desembarco. Todo se trata de una guerra. Que te hayamos humillado, que te hayamos violado y embarazado, para después descuartizarte. Que te hayamos cagado a palos. Que te hayamos insultado, dicho cosas por la calle. Te pedimos perdón. Pero no sirve el perdón. Todo se trata de marcas. Señalamos con el dedo. Esta, eso, aquello, aquella. Poseer es lo primero que se nos enseña. Adquirir está en nuestra esencia. Y cuando no podemos acariciar un mundo, lo destruimos, para que se vuelva inhabitable.

SEGUNDO
OFENSA

En la pantalla veo un futuro desolador por falta de agua. A un pueblo pobre y deforme le habla el tirano dictador machista Inmortan Joe. Por los altavoces dice “Será por mi mano, que surgirán de las cenizas de este mundo”. El camión que maneja Imperator Furiosa salió de la ciudadela junto a otros camiones. Se mueven hacia la Ciudad de la Nafta. Van a buscar ese elemento esencial. El dictador no sabe que Imperator Furiosa, dueña del camión cisterna, está escapando con sus 5 jóvenes esposas y paridoras. Hasta que el camión de Furiosa se desvía del trayecto y escapa. Inmortan Joe se entera. Se calienta bastante fuerte. Entra a la habitación de una vieja sabia. La vieja sabia tiene anotada en la pared la frase “No somos cosas”. Inmortan Joe quiere saber a dónde se llevó a sus paridoras Imperator Furiosa. “No se las llevó”, le contesta la anciana, apuntándole con una escopeta, “le suplicaron que las dejara ir con ella”. Inmortan Joe: “Las quiero de vuelta, son de mi propiedad”. Anciana: “No somos cosas, no somos cosas”, apuntándole con el rifle, sin poder atinarle al dictador, que acto seguido prepara un convoy de autos y camionetas y camiones para ir a buscar lo que se llevó Imperator Furiosa: sus 5 jóvenes mujeres, una de ellas, embarazada. Todas de su propiedad. Y así empieza la nueva y gloriosa versión de Mad Max.

TERCER
INSULTO

Mariana Sidoti es periodista y activista por los derechos de las mujeres. Mejor leer lo que tiene para gritarnos. “Las mujeres mueren por violencia de género desde hace muchos años, mucho antes de Wanda Taddei, pero el hecho ha sido invisibilizado sistemáticamente por los medios de comunicación y las instituciones. Recordemos que, aún hoy, el Estado carece de estadísticas oficiales sobre este tema. Mueren mujeres de todas las edades, clases sociales y orientación sexual. Mueren mujeres jóvenes, heterosexuales, pero también travestis y prostitutas, consideradas ‘mujeres de segunda’ y por ende más ignoradas. Creo que es urgente que el Estado comience a relevar estos casos. Es importante no sólo el avance legislativo, es decir, la implementación de leyes que ya existen, sino también un cambio social y cultural profundo. La muerte es el último eslabón de la cadena. Antes están los golpes, la violencia psicológica, económica, la violencia simbólica (objetificación de la mujer en publicidades y TV), la violencia callejera (‘piropos’ y acosos en la vía pública), la falta de educación con perspectivas de género. Los petitorios del acto #NiUnaMenos deben cumplirse de inmediato, y es imperiosa la capacitación de agentes judiciales y de seguridad para que dejen de tomarse en broma estos temas. Muchas mujeres denuncian y son desoídas, se les pregunta ‘qué hicieron’ para que su pareja las golpee, o se las deriva a la Comisaría de la Mujer”. Las muertes: “Hasta hace pocos años todavía se hablaba de los femicidios como ‘crímenes pasionales’: hombres que matan por amor. En el patriarcado, la mujer está implícitamente bajo el ala del varón y por ende le pertenece. Cualquier acción que el hombre considere ‘subversiva’ frente a ese régimen, es ‘motivo’ de criminalidad. En casos de violaciones, femicidios o incluso abusos simples, los medios de comunicación y el ojo social revictimizan a la mujer haciendo foco en ella en vez de en su agresor. Se opina sobre la ropa, la vida social, sexual y económica de la mujer, y poco se habla sobre la educación temprana que recibió el agresor: una educación que impulsa la figura del hombre fuerte, que no llora, que aguanta todo, que protege, que piensa racionalmente, que disciplina; y de una mujer que acata, recibe, que piensa a través de impulsos y que no debe provocar”. La Lucha: “El feminismo no lucha para que nuestros cuerpos dejen de existir: por el contrario, nuestros cuerpos son el mejor campo de batalla. Cuando decimos que no somos un objeto queremos decir simplemente eso: no somos un cuerpo desechable, somos personas como cualquier otra, que merecen su derecho a la vida y al respeto en todos los ámbitos. Es una simple cuestión de derechos humanos”.

CUARTO
CORRECTIVO

Y a una parte de esta gran fiesta, le gusta que las cosas sigan así: nadie quiere dejar de ocupar su lugar de poder.

QUINTO
CACHETAZO

Cada 1 hora 16 mujeres sufren casos de violencia de género en la provincia de Buenos Aires.

SEXTA
TROMPADA

Patricia Hermida es responsable del área política de las Comisiones Permanentes del Foro de Mujeres del Mercosur y actual presidenta de Mujeres al Frente. “En nuestra casa de Mujeres al Frente, en La Plata, recibimos a diario casos de violencia de género. El fin de semana pasado alojamos a Eugenia, a pesar de no ser refugio, por la gravedad de la situación. Quince años de sufrimiento, quince años de amenazas, quince años de palizas, encierros y violaciones permanentes. Él, trabaja en el Servicio Penitenciario: en este momento está detenido en forma preventiva por diez días, esperamos que el juez actúe como corresponde. Si llega a salir en libertad seguramente integrará la lista de femicidios que leeremos en los diarios o veremos en televisión y nos causará horror por un rato y después pasará a ser uno más de tantos”. Contexto: “El contexto sociocultural en el que nos desarrollamos incide en nuestra formación, donde el poder, históricamente lo ha tenido el hombre. La religión también ha colaborado en este mismo sentido. No olvidemos que las mujeres ni siquiera constitucionalmente éramos consideradas capaces para elegir. Siempre fuimos disminuidas e inferiores. Todas estas cosas no se cambian por decreto, debemos trabajar en forma integral, por un lado en la prevención (desde la educación en todos los estamentos y niveles) rompiendo la construcción machista y patriarcal. Muy fuertemente en los primeros noviazgos, con adolescentes. Por el otro, en el acompañamiento a las víctimas en las denuncias, asistencia psicológica y seguimiento de las causas. La creación de residencias temporarias (solo hay 6 en la provincia de Buenos Aires) para alojar a las mujeres y sus hijas/os y un subsidio económico hasta la resolución del problema. Además los que imparten justicia deben actuar en tiempo y forma”. Manual de Violencia: “Hace mas de 15 años que trabajamos por la igualdad de oportunidades, recorro el país dando charlas y presentando el Manual de Violencia de Género (primer y único material donde está compaginado todo lo que existe sobre el tema en Argentina y la legislación sistematizada)”. Mutaciones: “Hay distintas formas de violencia, entre ellas la psicológica, que no se ve y va socavando permanentemente la dignidad de las mujeres. La democracia como tal, para ser completa, necesita de las dos miradas, la del hombre y la de la mujer. La construcción de una pareja debe ser complementaria, basada en el amor no en el control. Y para terminar, hoy tenemos la oportunidad de elegir una dirigencia política que tenga una visión amplia, donde el género atraviese cada una de las decisiones estratégicas que va a llevar adelante en la gestión”.

SEPTIMO
CUCHILLAZO

Están perdiendo la batalla. Se les escurren las muñequitas de las vidrieras de sus vidas. Se les van a la mierda. Y entonces matan. Y entonces mutilan. Y entonces violan. Porque no pueden obtener un no. Porque son más fuertes. No entienden qué hacen. No piensan un carajo. Son animales. Animales depresivos. Animales empastillados. Moviéndose, apareándose, sonriendo para las fotos. Absorbiendo horas de televisión, revistas, webs, diarios, horas y horas, días de descuentos, metidos todos en la máquina invisible. Están a punto de perder lo que les dio el Reino de los Cielos. Y van a pelear por ello.

OCTAVO
TIRO

Me acuerdo que tuve miedo, que me quedé callado. Era adolescente y estaba en la plaza de Villa Castells y lo vi, lo vi y no lo pude entender. El dueño de la veterinaria del barrio, el vecino copado, que se peinaba con gel para atrás, ahora bajaba del auto, daba la vuelta, la mujer le gritaba, ya se había bajado ella también, y él que se le iba al humo, le pegaba una piña, dos, adelante de todos, eh, a plena luz del día, no le calentó un carajo, lo hizo ahí, en la puerta de su negocio, como si no pudiera contener a su animal: todos viendo pero nadie mirando. Le pegó y ella gritó y después se quedó callada. Tembló un poquito, después fue quietud. Todos nos quedamos callados. Después la cosa siguió como si nunca hubiera pasado nada. Dos piñas. Para contener el caos. Como si el sistema de ecuaciones de ese mundo, de esa realidad, fuera ese: al ruido y movimiento, imprimirle otro tipo de movimiento, más certero y letal, para devolverle el silencio de la dominación. Me acuerdo que la gente siguió con su vida. Yo me quedé mirando desde el otro lado de la calle. También sin hacer nada. Sintiéndome cómplice. Culpable. Con la voz en el interior de mi cabeza que me trataba de convencer y decía “para que la vas a ayudar, si después vuelven con el tipo”. Pero esa voz que trataba de dejarme más tranquilo, no me convencía. Pasaron años. Y siempre fue como si yo también le hubiera pegado esas dos piñas a esa chica. Arrastré esa imagen. No la mató. Siguen casados. A veces, cuando vuelvo a lo de mi vieja y salgo a correr un domingo a la tarde, y los veo. Los padres del veterinario siguen viviendo ahí. Los vi hace poco, despidiendo a unos familiares o amigos. Statu quo. Como si nada hubiera pasado, como si a esa realidad, a veces, siguieran pegándole dos piñas, para mantenerla así feliz, despidiendo los domingos, todos contentos, todo violentos.

NOVENA
MUERTE

Y ni una más.