Volvió 10BOS

       ¡Qué lindo verte así, Lucas! La cabeza levantada. El toque suave, distinguido; una caricia a la pelota. El control, para que el cuero quede siempre cerca de la zurda. Potrero. Talento. Lucas Lobos tiene una rodilla maltrecha y venía sin continuidad. Hoy, los hinchas se fueron con una sonrisa porque él estuvo en la cancha. Por eso, a veces, la ciencia, la planificación, el tacticismo, el sentido común, la razón y la experiencia se terminan rindiendo ante la esencia del fútbol: un talentoso que juega bien. Aunque físicamente cueste, la velocidad no sea la de 2005 y en la fricción pierda, Lucas Lobos fue vital para ganarle a Huracán. Cuando se paró junto a la línea para entrar, hubo una electricidad en el estadio. Fue magia. Pleno, feliz, jugó como en el patio de su casa, como si estuviese en Olmos. Fue ése, el pibe de 16, 17 años que no quería ser profesional, que disfrutaba en la cancha con sus amigos, que era feliz con la pelota, lejos de sistemas y pizarras, aunque el padre le insistiese con "jugar en serio". Los amigos no eran "los pibes" del barrio. Eran Chirola, Bochi...el que no se emocionó hoy con el Coca-Cola Chirola-Lucas...jugo de tomate frío en las venas deberá tener.

       Cuando Gimnasia se convirtió en el "club del veterano junior" en el complemento (Chirola, Lobos, Bochi, Niell, Oreja), el equipo funcionó mucho mejor. Corrió menos, pero pensó. Y si bien es cierto que el resultado "barniza", que le da brillo a las actuaciones, difícilmente sin los cambios -Chirola por Vegetti, Lobos por Imperiale- hubiese llegado la imprudencia de Nervo contra Ibáñez, el penal y el duelo de nervios ejecutante-arquero que casi siempre gana Licht. ¿Por qué? Porque para que te den un penal, hay que entrar al área. Y el Lobo del primer tiempo buscó por todos lados, pero no encontró nada. Nunca.

       Lo mejor de Gustavo Alfaro es que su convicción nuca se transforma en necedad. No le va eso de "morir con las botas puestas", ni con "morir con la suya" (nota mental: ¿la fraseología futbolera nunca habla de vivir?). Aceptó a Chirola y a Lobos. ¿Juegan bien? ADENTRO. Mauricio Romero está en el plantel y va a volver a jugar más allá de que a mitad de año le señalaron la puerta de salida. Hoy otro DT ponía a Bottinelli, "porque lo trajo él".  Alfaro sabe leer los momentos. De los jugadores y también de los hinchas. El Bosque pedía Lobos. Y lo tuvo.

       Más allá de Romero para Lobos, Lobos para Licht, Licht para Chirola ("jugando simple, lo más difícil del fútbol", Alfaro dixit),  Gimnasia fue Franco Niell, picante como siempre; Maximiliano Coronel, cada vez más dueño de la defensa y Luciano Perdomo, cuyo mayor mérito es que el triperío no esté desesperado por la ausencia de Fito Rinaudo. Ganarle a Huracán era ratificar desde los números una levantada desde el juego insinuada ante Racing. El primer tiempo era para que Rick le dijese a Ilsa "siempre nos quedará Lanús" en una Casablanca tripera. Hasta que Lucas Lobos fue el capitán Louis Renault...y por eso Gimnasia encontró los caminos que le dan un salto de calidad a "neutralizar al rival". Más allá de los análisis de finales de partido ("otra vez metidos atrás", la voz del tablón), el resultado ayuda para ver el futuro con otros ojos, con el corazón puesto en San Lorenzo y la cabecita pensando en Independiente y Boca (lindos plenos, para pegar, ¿no?

       ¿Volverá a jugar así Lucas Lobos? Nadie lo sabe. No fue deslumbrante, pero lejos estuvo de esa imagen de "pobre Lucas, ya no puede" que nos hacía pensar a todos que bajaba con muletas del avión en Ezeiza. Es uno más, que piensa el fútbol como pocos. No fue una tarde de ejercicio nostálgico con imágenes en sepia. La velocidad siglo XXI que confunde colores y matices dejó solamente algo claro en toda la tarde: siempre el número que se veía clarito era el 10.