Confirman juicio por jurado por la triple fuga del penal de Alvear

Los hermanos Cristian y Martín Lanata y, Víctor Schillaci, serán juzgados un jurado popular, en la causa que los tiene imputados de tentativa de homicidio calificado y por la fuga de la cárcel de Alvear.

En principio, el caso había sido enviado al juez del Tribunal Oral I de La Plata Juan José Ruiz, por la causa de la evasión, privación ilegal de la libertad y robo agravad por el uso de arma.

Pero la causa por la tentativa de homicidio en perjuicio de dos policías, el 31 de diciembre de 2015, en la localidad de Ranchos, cuando fueron detenidos por un operativo de control, quedó en manos del juez Hernán Decastelli, del mismo Tribunal.

Este último tiene a cargo la totalidad de las actuaciones con juicio por jurados.

De todas formas, el expediente volverá al juzgado de Garantías Nº 2 de La Plata, a cargo de Jorge Moya Panisello, para resolver un pedido de sobreseimiento de otro imputado en la causa: Rubén Lorenzetti.

El mes pasado, la fiscal Virginia Bravo solicitó la elevación a juicio.

La fuga ocurrió cuando cumplían perpetua por el triple crimen de General Rodríguez.

La fiscal dio por probado que el 27 de diciembre de 2015, Cristian y Martín Lanatta (44) y Schillaci (37) se encontraban en el sector Sanidad de la Unidad 30 de General Alvear y a la 1.45 golpearon a un guardia cuando ingresó a hacer el recuento.

Posteriormente, lo ataron de pies y manos, lo amordazaron y le robaron los borceguíes, una tricota y las llaves de un auto Fiat 128 y del penal, dijo la fiscal.

Cuando estaban por salir por el “túnel” de la prisión, amenazaron con lo que aparentaba ser un arma a otro guardia, por lo que éste optó por abrirles la reja.

“Quedate tranquilo, si hacés un movimiento en falso, atrás vienen sesenta más”, lo amenazó uno de los tres, y siguieron hasta la oficina de guardia, donde estaba el jefe de turno, al que le apoyaron un arma en la espalda.

Según ese testigo, también fue atado y los tres le dijeron que esperara una hora para empezar a gritar porque para entonces ya los iba a levantar un helicóptero, algo que nunca ocurrió, ya que terminaron escapando en el Fiat 128 del primer guardia. Antes de salir de la prisión, redujeron al guardia de la puerta.