Figura controversial, sus polémicas más allá de la actuación

Federico Luppi, el actor argentino de extensa trayectoria que falleció ayer a los 81 años, transitó sus últimos años en los medios con un fuerte protagonismo. Pero lamentablemente, sus apariciones estuvieron ligadas más que nada a sus escándalos con sus ex mujeres y a las polémicas con colegas, que a divulgar sus proyectos laborales.

La tensa relación que Luppi mantuvo con los medios en los últimos años se debió más que nada a sus declaraciones políticas en defensa a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, como también a las acusaciones de violencia de género que realizó Haydée Padilla, quien confesó que el legendario actor la golpeó en más de una oportunidad.

Las declaraciones de su ex mujer comenzaron entre 2010 y 2013: “¿Recién ahora, después de tantos años viene a hablar de las palizas?”, había sido la contestación del actor cuando le preguntaron por las acusaciones. “La violencia empieza como una cosa muy chiquitita”, había declarado la también actriz en “Desayuno Americano”, ciclo en el que agregó: “En la intimidad empezó cuando yo le dije: ‘vos dijiste esto y hiciste esto otro’ y ahí vino el cachetazo. Yo pensé -como nunca había vivido violencia en casa- ‘pobre’. Pero al mismo tiempo tenía el ojo hinchado. El problema es que hace 15 años te decían: ‘bueno, está bien, aguantátela’. Eran tiempo diferentes”.

También en el año 2010 disparó contra las dos divas nacionales: Mirtha Legrand y Susana Giménez. En una entrevista con el ciclo “Consentidas” de Uruguay, le preguntaron qué opinaba sobre la blonda de los teléfonos y él preguntó: “¿Puedo ser grosero?”. Al recibir respuestas afirmativas lanzó: “Susana Giménez caga por la boca”. A la hora de referirse a La Chiqui, fue aún más demoledor: “No sé qué me irrita más de Mirtha, si su profunda y extensa ignorancia o el estado totalmente reaccionario de su alma. Un alma pobre”.

Aquí cabe un paréntesis temporal, pues a los pocos años del primer round con la diva de los almuerzos, Luppi volvió a la carga al declarar: “Si vos empezás diciendo, por ejemplo, como dijo la yegua de Mirtha ‘¿pero estaba Kirchner en el cajón?’. Ese tipo de ofensa gratuita a una mujer que acaba de perder a su marido es un nivel de egoísmo tan ramplón, tan facilista, tan torpe, tan mezquino”.

Ya hacia comienzos del años 2013, un poco antes de que el periodista Jorge Lanata hablara de “la grieta” (al periodista también le repartió palos: “¿Lanata? Que vaya a la Justicia a presentar las pruebas de lo que sabe. Después de Alfonsín, de Illia, de Frondizi, de la Meijide, de Chacho Álvarez y de De la Rúa, ¿querés que me crea eso?”), en la comunidad artística local comenzaban los primeros chispazos vinculados a la política. Una de las frases más fuertes fue contra Ricardo Darín, quien en una entrevista con una revista comentó que le encantaría que alguien “le explicara el crecimiento patrimonial de los Kirchner”. Por esos dichos, Luppi dijo: “Darín me sigue pareciendo un boludo”.

Su figura también fue centro de polémica por el hijo que él tenía en Uruguay con Brenda Accinelli, madre de Leonardo. El conflicto estalló en 2013, cuando Luppi explicó: “Lo reconocí ni bien nació. Lleva mi apellido y tenemos un convenio por el cual le paso una mensualidad. Las peleas con la madre son por el monto de esa mensualidad. Cada vez que puede, la madre del chico sale a pegarme. Pero yo estoy haciendo las cosas bien, no tengo nada que esconder. Tuvimos sexo un fin de semana en Uruguay. Cuando volví a Buenos Aires, me llamó para visitarme y eso fue todo”.

Ayer, en declaraciones televisivas, Accinelli, reconoció que tiene “sentimientos encontrados” por su hijo, quien no llegó a conocer a su padre. La mujer también dijo: “No tengo para pagarle el pasaje y que vaya al velorio, desde mayo Luppi nunca me pasó un peso”.

En febrero de este año, el actor confesó atravesar una difícil situación económica: “Por primera vez en mi vida me angustio cuando llega fin de mes. Nunca me pasaba eso. Llego con lo justo a fin de mes... si llego”. Aprovechó la ocasión para manifestar su descontento frente a la gestión de Mauricio Macri, a quien le diría, si tuviera la oportunidad de hablar con él: “Le pediría que se vaya. No hay una respuesta sensata para todo lo que pasa. Este gobierno va a invertir hasta lo perverso. Van a llegar hasta que puedan salvar todas las grandes fortunas”.