Científicos trabajan para poder saber cuándo empezó la nueva era geológica del Antropoceno

Los sedimentos del fondo de dos lagos de Centroeuropa, el lago Lugano y el Greifensee, al sur y norte de Suiza, podrían añadir más pruebas sobre la existencia del Antropoceno, una era geológica que estaría marcada por el impacto de la actividad humana.

Algunos científicos defienden que nuestro planeta está tan alterado por las acciones de los seres humanos -desde el inicio de la agricultura hasta la actualidad- que habríamos entrado en esta nueva época.

Para probarlo, científicos de todo el mundo estudian los sedimentos en busca de indicios.

A partir de los sedimentos de la década de 1970, había una disminución de contaminantes, lo que “es una prueba de que se aplicaron medidas efectivas de tratamiento de las aguas residuales”

Entre ellos, un grupo de investigadores del Instituto Federal Suizo de Ciencia y Tecnología Acuática ha analizado estos dos lagos para estudiar el registro de compuestos sintéticos como posible indicador del inicio del Antropoceno.

Para este trabajo publicado en la revista de la American Chemical Society (ACS), analizaron el fondo de ambos lagos, llegando hasta un metro de profundidad en el terreno, durante el verano de 2012 y el otoño de 2014, lo que les permitió recoger hasta 100 años de capas de sedimento.

Estas capas se seccionaron en intervalos de entre tres y cinco centímetros de grosor, lo que representa un periodo de tiempo de entre cinco y 10 años.

Para estudiar la composición, también se tomaron muestras “en blanco” de sedimentos preindustriales. Aunque el ser humano comenzó a modificar la superficie de la Tierra con la agricultura, hace casi 10.000 años, se considera que la influencia humana sobre el medio ambiente y el clima empezó con la Revolución Industrial del siglo XVIII y XIX, y se incrementó drásticamente a partir de la segunda mitad del siglo XX con el aumento de población y mayor industrialización de los países.

Los pesticidas, fármacos, plásticos, basura, la radiación de las bombas atómicas o la urbanización son algunos de los restos que podrían quedarse en el registro sedimentario del planeta. Los resultados del estudio, para el que aplicaron una técnica llamada espectrometría de masas de alta resolución, antes de 1950 los sedimentos de los dos lagos europeos apenas tenían remanentes de contaminantes sintéticos. Sin embargo, durante esa década empezaron a aparecer en las muestras importantes concentraciones de químicos industriales, lo que, según el comunicado de la ACS, coincide con incremento de las actividades industriales tras la Segunda Guerra Mundial y “demuestra claramente el comienzo de un impacto humano a gran escala en el medio ambiente”.

Además, también observaron que, a partir de los sedimentos correspondientes a la década de 1970, había una disminución de dichos contaminantes, lo que “es una prueba de que se aplicaron medidas efectivas de tratamiento de las aguas residuales a partir de ese momento”, indican los investigadores.

“NO EXISTE”

Sin embargo, el presidente del Colegio Oficial de Geólogos, Manuel Regueiro, explica al portal especializado “El Mundo”, que el Antropoceno, de momento, no existe.

“La International Stratigraphic Comission, que es la organización que define los pisos geológicos, no ha aprobado la creación del Antropoceno”, recuerda.