En busca de paz mental: historias de famosos que encontraron la religión

La fama esconde detrás de las lucecitas de colores un mundo sórdido, competitivo y cruel que es capaz de triturar al más pintado. Algunos famosos se refugian en su familia, otros caen en la droga: pero cada vez más celebridades encuentran consuelo en la religión, la creencia de algo más grande que ellos, que su ego siempre al borde de un ataque de nervios y que ese mundo que se piensa omnipotente, el del espectáculo.

La existencia de un orden divino bien puede servir para poner la vida en perspectiva, como ha ocurrido con algunos miembros del jet set; pero en algunas ocasiones el vuelco de los famosos hacia la religión parece ser drástico, empujado por una urgencia, y entonces la conversión súbita llega a límites extremos. A continuación, historias de famosos que descubrieron la religión en medio de una profunda crisis.

JUANSE

Quizás el caso más emblemático: el rockstar nacional por antonomasia abandonó la figura y la narrativa parodiada por el “Pomelo” de Capusotto y se entregó a la religión a los 45 años. “La gente te dice: ‘¿Pero qué te pasó?, ¿qué estás haciendo?, ¿te volviste loco?’. Otros comprenden, otros se asustan, otros se ríen”, relató en una entrevista con Infobae en 2016 Juan Sebastián Gutiérrez, líder de los Ratones Paranoicos, y contó en una entrevista que la experiencia religiosa que lo transformó “es inexplicable. Estaba en el living de mi casa, no recuerdo cuándo. Todo comenzó en 2004 cuando escribí una canción que se llama ‘Simpatía’ para un disco muy exitoso nuestro que se llamó ‘Girando’. Se lo dediqué a Cristo. Tuve inconvenientes porque a la gente le da inhibición hablar sobre él, no en privado pero sí en exposición. Tengo un piso, de un lado es madera y del otro mármol rojo. Tengo el rostro de Cristo de perfil, es la pasión. Después fui averiguando, pero se dibujó sólo”.

“Si lo ves te sorprende mucho. Las vetas de ese mármol rojo, la disolución y la fosilización de la sal de las estrellas de mar generan vetas, con el paso de los siglos y… no sé cómo explicarte. Rezando un día vi eso y me sorprendió muchísimo”, reveló Juanse, que sin embargo tendría luego algunos comportamientos alejados de la doctrina religiosa (cuando en 2014 fueron acusados él y su banda de abusar a una joven en Jujuy, el músico entonces hizo declaraciones despectivas contra las mujeres jujeñas).

SUSANA ROMERO

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La bomba sexy de los años ochenta descubrió su veta espiritual ya superados aquellos días de fama y exposición. En 2008 publicó su libro “El amor después de la pena”, donde revela distintas situaciones de su vida vinculadas con su espiritualidad, y en 2012 cuando sorprendió al público con una fuerte afirmación: “La virgen se presentó en mi jardín. Se cayó un pino en mi jardín y durante una semana no podía encontrar a nadie que lo cortara, hasta que apareció un jardinero para poder sacarlo. El 21 de noviembre, yo salgo a ver cómo estaba todo. Estaba hablando con el jardinero y veo una figura, que era la Virgen”, contó la chica Olmedo.

YUYITO GONZÁLEZ

Otro ícono de aquellos días se volcaría con el tiempo a la religión: Amalia “Yuyito” González reveló en su libro “De la fama a la fe” su transición desde los días de glamour hasta su encuentro espiritual con el evangelismo.

GISELA BARRETO

Gisela Barreto es posterior a Romero y González: una de las últimas grandes vedettes nacionales, brilló con Sofovich en los ‘90, pero desaparecería de la farándula para dedicarse a rezar.

Hace tres años, la virgen me cambió la vida para siempre. En abril de 2010 viajé a conocer Medjugorje, un pequeño pueblito de Bosnia. Y ahí sentí por primera vez la presencia de la virgen...” GISELA BARRETO ex vedette

“Hace tres años, la virgen me cambió la vida para siempre. En abril de 2010 viajé a conocer Medjugorje, un pequeño pueblito de Bosnia. Y ahí sentí por primera vez la presencia de la virgen. Tras el viaje entendí que la virgen me había llamado para ser su alumna en su escuela de amor, y acepté serlo”, contó Barreto, y reveló que “tengo el cuerpo voluptuoso que tuve siempre. Pero ya no siento que tenga que mostrarlo. Voy al gimnasio dos o tres veces por semana. Pero mis días son diferentes. Empiezan y terminan rezando. Soy otra. La persona que era se dio cuenta que no sirve tanto explotar el cuerpo, sino explotar el alma”.

“Yo ando con la Virgen a todos lados, porque ella me cambió la vida”, aseguró en una entrevista la modelo, que desde entonces da clases de catecismo.

JIMENA CYRULNIK

“Tenía 26 años y salía mucho, cometía excesos. Después de varios meses paré y empecé a leer cosas de espiritualidad y pasé de un extremo al otro, de la joda a ser una devota”, contaba Jimena Cyrulnik tiempo atrás, para explicar sus días de religiosidad profunda que la llevaron no solo a alejarse del medio, sino también a raparse la cabeza.

“Fue como un cocktail explosivo, me puse a leer la Biblia. En ese momento me hacía tan bien hablar con curas, con monjas, era lo que necesitaba. No quería trabajar, me afeité la cabeza porque me molestaba el pelo. Estaba buscando cosas que me llenen el alma. Saqué a mi abuela del geriátrico y me la llevé a vivir conmigo. Sentía que tenía que devolverle al mundo lo que yo había recibido”, contó la rubia que, de todos modos, tiempo después volvió a la televisión.

DAISY MAY QUEEN

Daisy cambió de vida: en 2012 se mudó a India para “cambiar mi vida por completo”. “Uso cero maquillaje, salvo que me encuentre con mi chico. Bajé casi cuarenta kilos, me hice vegana y me convertí al hinduismo. No tengo rutina, salvo levantarme temprano y recorrer los interminables caminos de montaña. Hago yoga, cocino, enseño cocina vegana a chefs locales y visito a mis nuevos amigos que viven acá”, contó Daisy sobre su nueva vida, en la que “colaboro con el Atma Seva Trust, una fundación que da techo, comida, ropa y atención médica a viudas sin recursos y sus hijos. Además doy clases de comida vegana y le dono lo que recaudo”.

BÁRBARA LOMBARDO

Lombardo aparecía como una de las futuras estrellas del medio cuando desapareció: en 2012 decidió explorar caminos lejanos a la fama y cercanos a sus inquietudes personales, motivo por el cual viajó a California, donde tomó clases de budismo tibetano, disfrutó de la naturaleza, y se dedicó a la meditación. Incluso ayudó a esculpir una gigante estatua de Padmasambhava, una deidad tibetana del siglo VIII. “No soy la misma por haberlo realizado. Fue una experiencia tan hermosa como brava. Algo en mí cambió, estoy más fuerte, más sencilla”, dijo en una entrevista de La Nación. Finalmente volvería al país y al medio: hoy, además de actriz, es una importante “influencer” que milita por una vida más sana.