Para salir libre Echegaray dio un domicilio en La Plata, pero vivía en Glew

José “Pepito” Echegaray tiene experiencia en eso de estar preso.

En los últimos 13 años entró y salió de la cárcel varias veces: sumó al menos tres condenas y la última -por homicidio en grado de tentativa- vencía el 22 de julio de 2018, pero en julio de 2015 dejó el penal de Gorina beneficiado por una libertad asistida que le otorgó el juez de Ejecución Penal N°2, José Villafañe.

Previo a eso, hubo dos informes: uno favorable y otro “recomendando no otorgar el beneficio”.

El magistrado optó por darle el beneficio, decisión que fue apelada por el fiscal que intervino en la tentativa de homicidio y convalidada por la Cámara de Apelaciones.

Dicho de otro modo, fueron cuatro jueces -tres camaristas y el de ejecución penal- quienes valoraron favorablemente concederle el beneficio a Echegaray.

Teniendo en cuenta que el 12 de marzo de 2009 había sido excarcelado de la Unidad Penal 1 de Olmos y seis meses después intentó matar desde una moto a tres personas que estaban en el frente de una casa en 118 y 552, se esperaba que alguien controlara el cumplimiento de las condiciones que se le imponen con cada morigeración. Pero, evidentemente no pasó.

LE PUEDE INTERESAR

Un ladrón las encerró en un local, llamaron a la Policía “y nunca vino”

LE PUEDE INTERESAR

Quería llevarse las limosnas de la Catedral

“Para acceder a estos beneficios (los convictos) deben constituir un domicilio fijo, presentarse regularmente ante el Patronato de Liberados y no consumir estupefacientes”, explicó una fuente judicial a este diario, justo antes de señalar que Echegaray “incumplió por lo menos dos de esos requisitos y nadie lo controló”.

Es que el domicilio que aportó en la causa es el de 506 entre 6 y 7, pero con la investigación del crimen de Abril Bogado se pudo establecer que “hacía varios meses que vivía con una pareja en Glew” y “venía a robar a La Plata”.

De hecho, recaló en la Ciudad el viernes 3 de noviembre, el mismo fin de semana que mataron a Abril para robarle la billetera a su papá al regreso de una fiesta familiar.

No se sabe si Echegaray cumplía con aquello de reportarse ante el Patronato, pero es casi seguro que pasó por alto la condición de no consumir estupefacientes, a juzgar por varios testimonios que fueron incorporados en la causa.