Un sol para los chicos... y para Estudiantes

Por MARTIN CABRERA
mcabrera@eldia.com

Estudiantes recuperó la sonrisa, luego de ganarle 1-0 a Atlético Tucumán en la cancha de Quilmes. El equipo no jugó una barbaridad y sigue en deuda consigo mismo. Pero el domingo consiguió algo más importante que los tres puntos: volver a parecerse al que supo ser tiempo atrás, con frescura, agresividad y proyección.

Sin lugar a dudas que lo mejor del triunfo fue el rendimiento de sus juveniles: Iván Gómez, Carlo Lattanzio, Lucas Rodríguez y Bautista Cejas. Dos de ellos ayer hablaron en conferencia de prensa y sus palabras servirán para contar historias de sacrificio y superación.

El primero en hablar fue el goleador de la tarde: Juan Bautista Cejas. Rubio, piel blanca, flaco, tímido... El domingo jugó su décimo partido en Primera y convirtió su primer gol, el del triunfo ante los tucumanos, el que puede ser el punto de partida de un futuro mejor. Fue, en definitiva, el partido que le devolvió a Estudiantes su identidad de club formador y ejecutor de juveniles, algo que había perdido en los últimos meses.

“Estoy muy contento, la verdad que el grupo está bárbaro. Me tocó entrar en el segundo tiempo y hacer lo que me pidió el técnico. Tuve la suerte de convertir el gol pero lo más importante fue habernos quedado con la victoria, que la necesitábamos”, arrancó el Tuta en conferencia de prensa.

“Esto recién comienza. No me puedo creer que ya está” (Cejas)

Cejas, hijo y sostén de Claudia Prato, llegó a Estudiantes con edad de infantiles. Todavía jugaba en equipos de 7 jugadores. De entrada les avisó a sus entrenadores que le pegaba con las dos piernas. Todavía hoy se escucha esa anécdota en el Country.

“Era un partido difícil, lo sabíamos. Tuvimos la pelota siempre nosotros pero no podíamos romper el cero. Por suerte en el final, con la ayuda del desvío, logramos el gol”, continuó este chico de 19 años nacido en el barrio platense de La Granja, hincha de Estudiantes y que en 2012 recibió el premio al mejor jugador de su edad en la Asociación del Fútbol Argentino.

El gol llegó a los 42 minutos del complemento. Se acababa el partido y una jugada que peleó Mariano Pavone dejó la pelota sin dueño cerca de la línea final del área grande. Cejas no dudó: le pegó fuerte, el balón se desvió y se coló por encima del Oso Sánchez. “Soy de pegarle desde afuera y si bien siempre soñé con marcar un gol, no supe que iba a llegar ahora. Me quedó justo ahí, el árbitro dio ley de ventaja y le pegué”.

“Nos merecíamos esta victoria y no pensé en otra cosa que en festejar. Salí para el córner y me quería abrazar con todos. Fue un desahogo y la muestra es que vinieron todos, los que participamos de la jugada y hasta el Flaco Schunke y Desábato que estaban atrás”, siguió con su relato el juvenil de 19 años que recién hace dos meses firmó su primer contrato, sólo hasta junio de 2019.

“Me acuerdo una jugada por copa Sudamericana en Bolivia que pudo ser gol pero la pelota pegó en el palo. Más chances de gol no tuve en mis partidos en Primera”, recordó el goleador de la tarde, el que rompió el cero que parecía sellado.

Además de brillar en inferiores y ser parte de la Sub 17 (jugó el Sudamericano en Paraguay y la Frenz International Cup de Malasia en 2015), ese año Cejas viajó a Chile para ser sparring de la Selección, durante la disputa de la Copa América. Allí conoció a Lionel Messi y tuvo la oportunidad de hablar algunas veces con él. “Lo admiro”, había dicho alguna vez.

Bautista Cejas, el del medio de tres hermanos (Agostina y Leíto), formó parte de la pretemporada en Orlando, jugó los primeros partidos del año con los profesionales, pero luego fue perdiendo lugar hasta quedar totalmente relegado. Este gol le puede dar el espaldarazo que tanto necesitaba. “Para nosotros, los más chicos es importante. Pero siempre sabiendo que esto recién comienza, por jugar unos partidos y convertir un gol no podemos creernos que ya está. Esto recién comienza”.

En el final habló del momento del equipo, confesó que la derrota en Tigre los había golpeado pero también que la práctica del jueves pasado les dejó en claro que estaban mejor de ánimo. “La clave era finalizar mejor las jugadas en 3/4 de la cancha, tal vez lo que nos había faltado en Tigre. Pudimos ganar y por el lado izquierdo encontramos un camino hasta el arco. Este triunfo esperemos nos deje crecer”.

EL DEBUT OFICIAL DE CARLO LATTANZIO, EL CRÉDITO DE ROMERO

Tras cartón el que tomó la posta fue Carlo Lattanzio, delantero modelo 1997, nacido en Romero, de familia Pincha y que inició este 2017 de la peor manera. Por suerte para él, ahora volvió a recuperar su lugar en el grupo preferencial.

Lattanzio es otro valor de la categoría ‘97, la de Santiago Ascacibar, Bautista Cascini, Lucas Rodríguez e Iván Gómez, entre otros. El Negro, como lo conocen, debutó el torneo largo de 2015, cuando al equipo lo dirigía Gabriel Milito. Ingresó en el segundo tiempo de un partido chivo ante Nueva Chicago y repitió más tarde ante Crucero del Norte. Después “desapareció”.

Poco se supo de él, hasta que jugó un par de partidos en Reserva este torneo y Lucas Bernardi lo llamó para subir a Primera. Así, dejó atrás una difícil pubalgia y una internación en el Instituto Médico Platense por una infección en la sangre.

“Es algo que no tiene precio todo lo que viví en la semana. Lo que hicieron mis compañeros no lo voy a olvidar más”, contó Carlo, sin ese, en conferencia de prensa.

Sobre su debut y luego larga ausencia contó: “Cuando me tocó estar afuera por una pubialgia y y una enfermedad tuve que trabajar para recuperar mi lugar. Por suerte volví a Primera”.

“(Lucas) Bernardi no me pidió nada raro sino que haga lo mismo que venía haciendo en Reserva. Me dio tranquilidad como el resto de mis compañeros. Eso me ayudó y me permitió disfrutar el partido”. siguió el pibe de 20 años, hijo de Martín Lattanzio e integrante de una familia bien futbolera. Al papá no le tocó la suerte de llegar a Primera (jugó en el Pincha y en varios clubes de la Liga) pero ahora es él quien cumple el objetivo.

“El técnico y mis compañeros me pidieron que trate de llegar hasta el fondo de la cancha y que busque el mejor centro. Por momentos lo conseguí básicamente porque pude jugar tranquilo y seguro”, dijo de sus funciones dentro del campo.

“Mi familia y mis amigos de Romero saben todo lo que pasé” (Lattanzio)

Lattanzio llegó a Estudiantes luego de jugar en Romerense. Siempre fue titular en la cotizada categoría ‘97. Fue el autor, entre otros goles, del tanto que le dio el título el año pasado al Pincha en la Frenz International Cup en Malasia.

Del hecho de jugar con Tití Rodríguez, Bautista Cascini, Iván Gómez y de haber compartido plantel hasta hace poco con Santiago Ascacibar, el Negro remarcó: “Esto es una alegría inmensa, porque lo soñamos siempre. Teníamos 12 años y mirábamos los partidos de la Primera. Ahora nosa toca a nosotros. Verlo al Rusito (Ascacibar) afuera, a Tití (Rodríguez) consolidado. Esto es una alegría”.

“De ahora en adelante en lo único que pienso es en seguir trabajando para aportarle al grupo lo que sea. Así me toque jugar, en el banco o en Reserva voy a ayudar”, cerró.