El regreso de un clásico tropical

El histórico cantante de Ráfaga, Ariel Puchetta, anunció su regreso a la banda que marcó a partir de una singular estética, un punto de inflexión en la escena de la movida tropical de los 90, y en esta recargada vuelta, el viernes, lanzaron en sus redes sociales el nuevo video clip del hit “Una cerveza”.

Protagonizado por Puchetta, esta versión del clip narra el reencuentro de los integrantes de la banda. “Somos superhéroes relegados con el cerebro lavado y nos habíamos olvidado de lo que era Ráfaga”, expresó el músico, quien oficia de artífice de ese encuentro en la historia.

Con clásicos como “Mentirosa”, “Agüita”, “La luna y tú” y “Una ráfaga de amor”, la banda que surgió a comienzos de los 90, en ese entonces liderada por Puchetta, fue una de las pioneras en hacer sonar la música tropical en otros ámbitos, como discotecas, fiestas privadas y llegar a distintos estratos sociales, en los que aún continúan vigentes.

De la mano de Puchetta, Ráfaga traspasó fronteras haciendo giras en América latina, Europa y Estados Unidos, y consiguió con sus temas más populares dos Gaviota de Oro en el festival chileno de Viña del Mar en 2000 y 2001.

Además, fueron Midem Latino Revelación en 1997 y 1998 y consiguieron cuatro premios Gardel por Mejor banda tropical en 2000, 2001, 2002 y 2003, este último ya sin la presencia del músico que se abrió camino con su carrera solista un año antes.

Luego de que Puchetta se presentara en eventos y fiestas privadas, formó junto a Mauricio Juárez y a Sergio Aranda -ambos ex Ráfaga- La Otra Dimensión, manteniendo la misma esencia pero más aggiornada y un poco más alejada de los ámbitos bailanteros.

Por su parte, Ráfaga incorporó como reemplazo a Rodrigo Tapari -uno de los finalistas del certamen de talentos musicales Pop Star, en 2002- y continuó con su actividad durante estos últimos 15 años en el circuito tropical local y en el exterior, al tiempo que sumaron seguidores de nuevas generaciones.

Con la partida de Tapari y el regreso de Puchetta, el grupo vuelve a su formación original con la que arrancará sus presentaciones en el norte argentino a comienzos de 2018 y presentará un nuevo disco en marzo.

En cuanto al nuevo rumbo de la banda, Puchetta manifestó: “Va a haber gente que lo quiera a Rodrigo y gente que me elija a mí, pero lo tomo con tranquilidad. Sé que en Argentina tengo mí público ganado y que a ellos les fue muy bien con Rodrigo en Perú, Bolivia, Chile, quizá sea un poquito más complicado, pero siento que la gente me tiene mucho cariño, nadie me falta el respeto”.

-¿Qué expectativas tenés con este regreso?

-Las expectativas son buenísimas, es algo que me movilizó. Las veces que me preguntaron si volvería a Ráfaga siempre dije que no porque los veía bien a ellos, pero cuando me informaron de la salida del cantante anterior y me dijeron que todos los chicos pensaban que yo podría volver, me movilizó. Además, querían que vuelva Maury (Juárez), que es mi mejor amigo y productor de mi primer disco solista. Mi vuelta tiene más una motivación nostálgica. Antes de negociar cualquier cuestión económica, le dije que sí; tanto ellos como yo tenemos trabajo.

-¿Cómo fue el reencuentro con los miembros de Ráfaga?

-Al principio fue raro porque pasaron muchos años y con algunos estuve en contacto pero con otros no. Reencontrarnos fue algo raro pero lindo a la vez, y después de dos encuentros ya estábamos como si fuera la primera vez.

-En lo musical, ¿sentís que se cambió el espíritu que tenía Ráfaga en los 90?

-Un poco se cambió porque se incluyó el espíritu de Rodrigo y su estilo de composición. Fue un cambio bueno, siempre mantuvieron un buen nivel musical. Cuando saqué mi primer disco era una cosa y el último, con La Otra Dimensión, fue muy diferente, por la evolución misma.

-¿Cuál fue tu búsqueda como solista?

-La forma de poder hacer canciones más actuales pero sin perder la esencia de Ráfaga que me caracterizó siempre, con mis tonalidades. Y es lo que más me costó a la hora de adaptarme a Ráfaga porque Rodrigo canta más agudo, pero me voy adaptando en los ensayos y con los chicos, que me ayudan a recordar anécdotas y experiencias que vivimos durante los siete que compartimos. Pasamos de no ser conocidos a ser los número uno en varios países.

-¿Cómo mutó el escenario tropical desde tus comienzos en Ráfaga hasta la actualidad?

-El circuito ahora es muy diferente. El furor de la cumbia villera fue en mis finales con Ráfaga; nosotros teníamos muchos fans club, cada vez que nos presentábamos, nos perseguían con micros, camionetas y autos, y eso se perdió casi por completo. También cambió el estilo de la bailanta; nosotros nos habíamos metido en las discos o fiestas que eran de otro nivel social donde no entraba la cumbia y junto a artistas como Ricky Maravilla y Alcides rompimos con eso y creo seguimos vigentes hasta hoy. Cuando me fui de Ráfaga, mi circuito cambió porque las bailantas le dieron a la pie a la cumbia villera y, además, después de la tragedia de Cromañón se cerraron muchos lugares porque no estaban en condiciones y yo me adapté y empecé a incursionar en eventos, fiestas de famosos, gente de mucho dinero y Ráfaga se dedicó a viajar al exterior.

-En la actualidad, ante el desafío que plantea la moda del reggaetón, ¿cómo hace Ráfaga para mantenerse vigente?

-Vamos a mantener nuestro estilo característico. Ráfaga tuvo popularidad nuevamente, después de tantos años, con una letra que le canta al amor o al desamor, como es “Una cerveza”. Yo no me veo cantando de forma explícita como se expresan hoy los reggeatoneros. Tratamos de buscar algo que sea actual pero sin ir al extremo, hay que buscar la vuelta para mantener el estilo.

-¿Hay presión después de un éxito como “Una cerveza”?

-“Una cerveza” está presente como también los clásicos que tienen 18 años y suenan frescos. Ahora hay que trabajar para componer cosas nuevas. Lo que ya está, está. Ahora nos estamos poniendo de acuerdo con algunos pensamientos porque ellos tuvieron una experiencia diferente a la que yo tuve y tratamos de combinar las dos, para poder hacer un disco que guste, ese es nuestro desafío.

-¿Van a mantener la misma estética?

-Vamos a volver con la casa que nos diseñaba el vestuario en los 90. En aquel momento estábamos muy bien pero no llegábamos a explotar y por eso pensamos en un estilo de ropa que nos diferenciara y a la gente le encantó. Tuvimos la oportunidad de que Jorge Ibáñez nos diseñara el vestuario para el Luna Park en 2001. Para nuestro regreso pensamos en un estilo similar pero sin jabot, sin exagerar tanto.