Tenía que llevar a un grupo de estudiantes a Córdoba y no pasó el control de alcoholemia

No está del todo claro si actuaron por precaución, ante la lamentable reiteración de episodios trágicos sobre las rutas del país, o si vieron en mal estado al chofer que debía llevar a un contingente de estudiantes a la provincia de Córdoba. Pero lo cierto fue que un grupo de padres evitó lo que bien pudo ser otra situación de extrema gravedad.

El viaje, de alumnos de la primario del colegio Naciones Unidas de la ciudad de Buenos Aires, estaba previsto para ayer. Pero se retrasó por una situación inesperada: tuvieron que hacerle un test de alcoholemia al conductor del micro, en la terminal de Retiro.

El chequeo se hizo y sin dudas se evitó una posible tragedia: el chofer -de la empresa FlechaBUS- estaba con evidentes signos de ebriedad y fue obligado a bajarse del vehículo, indicaron voceros del caso.

“Habíamos pedido la verificación al Control de Seguridad Vial de la Ciudad. El test se lo hicieron a las 6.58 de la mañana y le dio 0,8 de alcohol por litro de sangre”, contó Daniela, la mamá de un alumno a un canal de noticias.

También le habían solicitado una inspección a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

“Luego de que le hicieron el test, el chofer subió al micro, pero de lo borracho que estaba le pifió al escalón. Incluso cuando le dieron la pipeta para hacer la prueba, él ya sabía que no le iba a dar bien porque dijo: ‘¿Tenés un perfume para prestarme?’. Al otro chofer, en cambio, le dio 0 y estaba bien”, agregó.

La madre, aún preocupada, expresó: “Si los padres no hubiésemos presentado el pedido, habría manejado él”.

DEMORA

Tras este incidente, los chicos debieron esperar unas tres horas para, finalmente, comenzar su viaje.

Un rato antes, y como había aumentado la tensión, los padres llevaron a sus hijos a relajarse a un parque frente al lugar de salida del micro.

“La empresa sólo se comunica por WhatsApp, así que le dejamos el mensaje y luego enviaron a otro chofer”, contó la mujer, quien volvió a arremeter contra la empresa al considerar que “es su obligación hacer los tests antes de la salida”.

Por su parte, Jorge Ceballos, gerente de Fiscalización de la CNRT, explicó: “Si los padres no pedían el control, nosotros tenemos 24 delegaciones en las rutas, pero muchos micros las tratan de esquivar. Este fin de semana se detuvieron 12 micros ilegales”.

Sobre los padres que piden inspectores para verificar el estado de los choferes de sus hijos, el funcionario comentó que “la solicitud de controles aumentó un 500 por ciento. Y aclaró: “Recomendamos pedir un control solo, a la CNRT o a la Ciudad”.

Desde la CNRT, comentaron que triplicaron los controles a viajes estudiantiles en 2017 respecto al mismo período del año anterior.

Tan es así que realizaron 761 fiscalizaciones desde enero de este año, superando las 241 que había realizado en el mismo período del 2016.

Además, durante septiembre, por ejemplo, efectuó 341 controles, mejorando los 281 del mes de agosto.