El comercio ilegal mueve más de 2.000 millones de pesos por año en La Plata

Más de 2.400 millones de pesos por año. Ese es el monto que mueve el comercio ilegal en La Plata, según los últimos datos que maneja la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) que ubica a la Ciudad en el sexto lugar en el ranking de las localidades con más venta ambulante en el país, detrás de la Ciudad de Buenos Aires, La Matanza, Lomas de Zamora, Florencio Varela y San Miguel de Tucumán.

El mismo informe destaca que, al mes de noviembre, se contabilizaban en la Ciudad 2.850 puestos informales, entre manteros y puestos en ferias del tipo “saladitas”. Un mes antes, otro informe de la misma entidad daba cuenta de que el crecimiento interanual de la venta ambulante en la Región alcanzó el 66% en el período 2016-2017.

“Lo que se está notando, a nivel nacional, no es un crecimiento de la venta ambulante, sino más bien otro fenómeno: el traslado de esta actividad desde zonas en las que se incrementaron los controles en el curso de 2017, como algunos barrios de la Ciudad de Buenos Aires o La Matanza, hacia otras localidades, entre ellas La Plata, con un fuerte impacto sobre el comercio legal y los puestos de trabajo legístimos que ésta genera”, dijo a este diario Pedro Cascales, secretario de Industria y vocero de CAME.

A nivel nacional se estima que entre 16.000 y 32.000 millones de pesos se evaden a través del comercio ilegal en concepto de IVA y de impuestos nacionales, provinciales y municipales.

Quienes siguen de cerca el fenómeno del comercio ilegal en La Plata distinguen en él distintos tipos de modalidades, que van desde el mantero individual, que compra su mercadería a un mayorista por su cuenta y se ubica en un espacio en la calle, hasta aceitadas organizaciones de corte mafioso que ubican vendedores en determinados puntos y les proveen mercaderías de dudoso origen o que les cobran por el uso del espacio.

“En todos los casos, el eslabón más vulnerable de la cadena es siempre el mantero, que cuando se enmarca en estas organizaciones es además sometido a extorsiones y a una situación de explotación, y se plantea una situación difícil por su dimensión social. Hasta ahora, la respuesta más exitosa en este sentido la dio la Ciudad de Buenos Aires, que otorgó créditos y capacitación a los vendedores, a los que trasladó desde espacios céntricos como el barrio de Once a otros predios ubicados dentro de la Ciudad”, indica Cascales.

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En todo el país, en tanto, el comercio ilegal mueve más de 78.000 millones de pesos anuales dicen en CAME, en muchos casos a través de organizaciones que distribuyen “una mercadería de origen dudoso, a la que en ocasiones se le encontró vínculos con contrabando, talleres clandestinos o el accionar de piratas del asfalto”.

El comercio callejero volvió a ponerse en el centro del debate en La Plata después de que, la última semana, desde la Municipalidad se lanzara una ofensiva contra los puestos ambulantes que derivó en una fuerte tensión, manifestaciones, cortes de calle y detenidos.

Mientras desde la Municipalidad proponen hacer un censo de los ambulantes y plantean alternativas como la capacitación de los vendedores y el traslado de sus puestos a un predio en la periferia en el marco de una actividad regulada y sujeta al pago de impuestos, desde el lado de los puesteros se pide una solución para poder seguir trabajando y se cuestiona la alternativa de un predio en las afueras en una zona insegura y donde a cualquier emprendimiento le llevaría años establecerse.

Otra de las cuestiones en disputa tiene que ver con el momento del año: los ambulantes pidieron poder quedarse hasta que pasen las fiestas, a lo que recibieron una respuesta negativa por el impacto que su actividad tiene sobre el comercio legal en una época del año clave para las ventas.

Estas posiciones son expuestas en el marco de una mesa de diálogo de la que participan por estos días autoridades municipales y representantes de los ambulantes para tratar de resolver la situación,

Mientras tanto, hasta el día de ayer continuaba la tensión en las calles, con encontronazos entre policía, personal municipal y vendedores (ver aparte).

el impacto sobre el comercio legal

Al mismo tiempo, crece la inquietud en el comercio legal, donde se indica que a causa de la proliferación de manteros caen las ventas, se cierran negocios y otros se ven obligados a transformarse, con lo que se pone en riesgo, también, la fuente de trabajo de los empleados de esos comercios.

“¿Quiere una prueba concreta del impacto de la venta ambulante sobre el comercio legal?: Mire los negocios que están en las galerías que dan a la calle 8. Un 20% de ellos cerraron en los últimos meses. Muchos resisten con lo último que les queda, Y hay otros que tuvieron que cambiar de rubro a las apuradas, incapaces de hacerle frente a la competencia desleal de la venta ambulante”, dice Guillermo Salvioli, comerciante platense y presidente del Centro Comercial de Calle 8 y Adyacencias.

Un 20% de los negocios de las galerías que dan a calle 8 cerraron por el impacto de la venta ilegal” Guillermo Salvioli iPresidente del Centro Comercial de Calle 8 y Adyacencias

En esa arteria céntrica, apunta Salvioli, diariamente se establece un promedio de 6 vendedores ambulantes por cuadra, un número que es aún mayor cuando se considera el caso de calle 7 y de las transversales en pleno centro comercial.

“El impacto sobre el comercio legal es enorme y basta con atender a la estructura de costos fijos que afronta cualquier comercio y que incluye alquileres, expensas , luz teléfono, empleados, cargas sociales e impuestos para notarlo”, dice Salvioli.

De acuerdo con la opinión de los comerciantes, el mapa de la venta ambulante en la Región comenzó cambiar hace alrededor de dos años, cuando empezó a registrarse un fuerte crecimiento del número de vendedores ilegales en la ciudad y una diversificación en los productos ofrecidos, que hoy abarcan desde indumentaria hasta frutas y verduras.

Según un relevamiento de CAME realizado en el mes de octubre los rubros que más se encuentran en los puestos ilegales de las calles platenses son Indumentaria y Calzado (39,3% de los puestos), Optica, Fotografía, Relojería y Joyería (30,7%), Alimentos y Bebidas (17,9%), Juguetería y Esparcimiento (5,7%) Artículos Domésticos (5,0%) y Artesanías (1,4%). Se estima, asimismo, que el 30% de los vendedores que hoy se instalan en La Plata vienen del Gran Buenos Aires.

Esta realidad es reconocida incluso entre los propios ambulantes. En diálogo con este diario, una fuente vinculada a quienes hoy representan a los vendedores en la mesa de diálogo con la Municipalidad y que prefirió mantener su nombre en reserva indicó que entre los factores que llevaron a ese crecimiento se cuentan la ofensiva contra la venta informal en Buenos Aires (“muchos de los senegaleses que hoy trabajan en La Plata vienen de Flores, del Once y del centro porteño”), un mayor flujo de vendedores procedentes del conurbano bonaerense y el peso de la crisis económica. “Hay gente que salió a la calle a vender cualquier cosa porque en los últimos meses se quedó sin trabajo o tiene un trabajo, pero no le alcanza la plata para vivir”, sostuvo.

distintas modalidades

Según indicaron a este diario fuentes que prefirieron mantener su nombre en reserva, el comercio ilegal en la región un fenómeno complejo en el que coexisten distintas realidades, modalidades diversas y distintos tipos de protagonistas. Desde la del vendedor individual, que se mueve por su cuenta, compra a un mayorista y se instala en la calle, hasta aceitadas organizaciones que disponen sus vendedores y les distribuyen mercaderías o les cobran el espacio.

El primero de esos grupos estaría integrado por vendedores que actúan de manera individual, son platenses o llegan a La Plata en tren desde el conurbano trayendo sus mercaderías y cuyo motor principal es la necesidad.

Pero también se habla de la existencia de organizaciones que operan detrás del comercio ilegal y que apelarían a distintas modalidades. Una de ellas trabajaría “alquilando” el espacio que ocupan los vendedores (a razón de 300 pesos por día) sobre todo en las ferias improvisadas en plazas y parques. Otra emplazaría a sus vendedores en distintos puntos de la ciudad y les distribuirían en combis sus mercancías a diario, generalmente verduras, indumentaria y accesorios. En este caso, la organización ¨toma¨ vendedores que se llevan un porcentaje variable de la venta, que oscila entre el 30 y el 40%.

La mercadería llegaría en combi alrededor de las 7 u 8 de la mañana y se distribuiría a través de los puestos, que se instalan en arterias centrales.

También se distinguen distintos grupos según los productos que venden. Así, hay algunos que venden frutas y verduras, otros que se dedican a la indumentaria y los que se instalan en ferias en plazas o parques dedicadas básicamente a la reventa de ropa y otros artículos usados.

En el marco de los últimos operativos se labraron 20 actas y detuvieron a 11 personas que posteriormente recuperaron su libertad, según indicaron fuentes municipales.

Las alternativas que ofrece la Municipalidad en la mesa de diálogo apunta como prioridad a los vendedores que estén en esa situación por falta de trabajo y que residan en la Ciudad.

Esas propuestas incluyen capacitación, el traslado de los puestos de ambulantes y feriantes a paseos de compras ubicados en distintos puntos de la ciudad y hasta integrar, capacitación mediante, a los ambulantes a cooperativas de trabajo vinculadas a la comuna.

Para un referente de los ambulantes que dialogó con este diario y que prefirió que su nombre permanezca en reserva, la propuesta comunal “es insuficiente”.

“Cuando en 1998 se estableció un predio en 96 y 116 para que se asiente un paseo de compras en el que se instalen los ambulantes, la cosa tardó mucho en ponerse a funcionar y la mayoría de la gente, que necesitaba trabajar para comer, no pudo esperar que el lugar se instale y los clientes comenzaran a llegar. Además, estas propuestas siempre se ubican en entornos inseguros, donde la gente es reacia a ir. En aquella oportunidad el predio comenzó a funcionar más o menos regularmente tres años después. Pero para entonces ya no quedaba nadie: el 80% de los vendedores tuvieron que irse y se quedaron otra vez sin trabajo”, relató.

66%

Es el porcentaje de crecimiento interanual que experimentó la venta ilegal en La Plata en el periodo 2016-2017. Se atribuye al aumento de los operativos de control en otras localidades, como la Ciudad de Buenos Aires, en 2017, que motivó la migración de vendedores a La Plata

32.000

Millones de pesos es el monto estimativo que evade en todo el país la venta ilegal en concepto de IVA y de impuestos municipales, provinciales y nacionales .

2.850

Es el número de puestos contabiizados en el marco del mismo estudio para la Ciudad de La Plata en el mes de noviembre. La mayoría corresponde a venta de indumentaria y de anteojos

2.430

Millones de pesos mueve la venta ilegal cada año en la Ciudad de La Plata según las estimaciones que surgen de un estudio de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME)