Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar

Conversación con Garamona

Una entrevista desdoblada con el mítico editor y poeta y músico y documentalista y actor y padre y librero y guionista y dramaturgo y muchísimas cosas más.

Conversación con Garamona

Francisco Garamona

17 de Diciembre de 2017 | 07:44
Edición impresa

Francisco Garamona es mutante.

Hace tantas cosas y la búsqueda es permanente y todo el tiempo cambia y se transforma y deforma, para dar lugar algo nuevo: una mezcla de pasión y ego y talento que desborda los contornos y traspasa superficies, para ser y hacer algo en tres, cuatro, diecisiete dimensiones.

En su despacho dominan los colores.

Me habla desde atrás de su computadora Mac mientras contesta unos mails.

Después hablamos de lo que es escribir para nosotros. Me pregunta si fumo marihuana cuando escribo. Le contesto que las veces que puedo sí. Y dice que corregir fumado lo que escribiste sobrio te da otra perspectiva.

#Escribirbajolosefectosdeunomismo

Le cuento que tengo una novela que se llama Mi tío porno. Y hablamos de mi tío. De que tenía una revista, la dirigía. Una porno. En los años 80. Que intervino un juzgado en su momento, porque las revistas tenían a las mujeres desnudas. Y entonces también intervino la Corte Suprema de Justicia. Y tuvieron que empezar a ponerle a las revistas ese nylon negro que tienen ahora.

Garamona me pregunta de qué murió. Y yo le contesto que de eternidad.

Pero en realidad se murió porque se desconectó o porque lo desconectaron o una mezcla de las dos cosas. No era nada terminal. La verdad que mi tío se murió de hinchapelotas.

Y hablamos de mi otro tío. Pero ahora no tengo ganas de contar sobre lo que hablamos sobre mi otro tío, sobre Malvinas, sobre mi primo, las muertes que se repiten, mi abuela en el geriátrico, y todo eso que no cerró, que quizás no cierre nunca, y no, mejor no hablar/escribir de ciertas cosas, para que la herida cicatrizada no arda ni pique.

Y en un momento me doy cuenta que Mr. Garamona me pregunta más de lo que yo le pregunto a él. Me está entrevistando él a mí. Y es fantástico, por mi ego, pero más que nada porque nunca me había pasado esto de que entrevistando a alguien, te termina entrevistando a vos, y eso habla del entrevistado, pero también del entrevistador, de cambiar de lugar para, alguna vez, sentir otras cosas.

En un momento la conversación se va para el lado de las dietas. Le cuento que estoy haciendo una con cero harinas. Él me dice que también la hizo, en el invierno pasado, y que le resultó. Y ahí siento una sutil conexión con mi entrevistado: lo imagino a Garamona sentado ante una mesa en un lugar con fondo blanco, etéreo, comiendo un pedazo de pechuga en un plato, proteína pura, y después me imagino a mí comiendo al lado de él. Algo me une con este personaje, y no precisamente la literatura.

#Elcuerposeresistealadieta. El cuerpo entra en un proceso de consumición y muerte, porque si esta dieta se extendiera en un plazo mucho más largo en el tiempo, terminaríamos en la extinción de nuestros cuerpos.

Tomamos agua Nestlé Pureza Vital. Me sirve mi segundo vaso.

Después estamos hablando de unos proyectos de guiones para cine que estoy escribiendo y él me dice que yo escribí un cuento muy bueno sobre dos señoras en un subte. Y yo primero dudo, y después le digo que no escribí un cuento así. El me pregunta si no soy José F. Le digo que yo soy José S. Hay pocos José en el ambiente de la literatura, de ahí la confusión, me dice. Mi familia era muy católica, me excuso.

Y saco el tema de la escritura, de dónde viene todo, por qué.

Garamona dice que escribe bastante seguido; no hay ideas en su literatura, lo que escribe son como sensaciones, escribe cuando se le ocurre algo, cuando tiene algo para decir.

“No soy un oficinista de la literatura que me pongo todos los días como rutina que tengo que escribir tantas horas al día”.

Clap, clap, clap, clap.

#Nosoyunoficnistadelaliteratura

Y sigue Garamona: “La prosa es más metódica, es más de sentarse todos los días. En cambio la poesía es más de un momento, algo que viene y se va”.

Hay sillones alrededor de la mesada que tiene en su base de operaciones, aunque más que base de operaciones, que suena militar, esto es una guarida secreta, escondida detrás de la librería de usados “La internacional”. En la mesa hay marcas de botellas. Muchas. Sobre la madera curtida marcas redondas de noches pasadas. Imagino a sus amigos de la cultura, la crema de la cultura, todos reunidos ahí, hablando un lenguaje para unos pocos. Ahí todo es moderno y antiguo a la vez, retro entonces.

Hay un cuadro enmarcado que dice solamente esto, anotado con fibrón negro:

En este momento no sé
qué hacer con mi cuerpo.
Si masturbarlo,
Si emborracharlo,
Si dejar que me lo
Muerda una chica que
Me admira,
Si templarlo con
Un café con leche.

También hay pilas y pilas de libros envueltas en nylon. Libros de la editorial que Garamona dirige, Mansalva. Uno que veo es de Oscar Masotta, Revolución en el arte, y otro de Blanca Lema, llamado Estrellas y trotyl. Me vuelve loco ese nombre para un libro. Un poco más arriba de los brolis hay un cuadro gigante con la cara de Garamona hecha de plastilina. Fue tapa de uno de sus últimos discos. Cuadros, cuadros y más cuadros. En un cuadro un perro alzado le chupa el cuello a una mujer en el suelo de un monte. Una paleta de badmington. Otro cuadro que dice “Los chistes del jefe se festejan sin excepción”. Un cuadro de Evita. Un rifle. Mucho libros, una calavera, un sillón retro de cuero que invita a sentarse.

Probalo, me dice.

Lo pruebo. Es la gloria.

Y desde ahí veo otro cuadro que dice en letras de vidrio “Pasarla bien es el compromiso que más me oprime”. Y pienso en mí, en lo que me cuesta relajarme siempre, pasarla bien y disfrutar. Y entiendo que no estoy haciendo una nota sobre Garamona sino que estoy haciendo una nota de mí, haciéndole una nota a Garamona.

#Unanotademíhablandocongaramona

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla