Gonnet, Boveri y los cipreses

Centenares de cipreses de Gonnet recuerdan la figura del llamado “maestro de todas las artes y todos los oficios”, el multifacético artista de esa localidad del norte platense, don Atilio Boveri, de cuyo fallecimiento se cumplen hoy 68 años, pero su figura y obra perduran como un emblema de cultura, creatividad, humildad y personalidad de buen vecino.

Por eso, en tres hectáreas de su propiedad plantó una gran cantidad de cipreses que luego integraron el arbolado urbano de Gonnet y también el de numerosas fincas de la localidad, muchas de ellas vecinas a la suya.

PARQUE BOVERI

En 13 y 500 se encuentra el Parque Boveri y un monolito que perpetúa su memoria realizado por el escultor de Gonnet, Elías Cafrune, aunque hace tiempo fueron robadas la gran cantidad de placas recordatorias.

No obstante el espacio verde se mantiene en un sitio privilegiado de Gonnet.

EL ARTISTA

La esposa del artista Elías Cafrune, la escritora Prof. Ana María Altamirano es quien evoca en el aniversario de su fallecimiento la figura de Boveri.

“Fue un artista notable de múltiples condiciones, un hombre de espíritu inquieto y apasionado, un humanista, un místico, con una profunda concepción filosófica y religiosa. Con ímpetu inquebrantable abordó obras de magnitud, como la decoración del antiguo Teatro Argentino, la ornamentación de la plaza platense Primera Junta (hoy San Martín) en ocasión del Centenario de Mayo, al tiempo que desarrolló una tarea encomiable como educador, a la que dedicaría toda su vida”, señala Altamirano.

“En 1911 fue becado por la provincia de Buenos Aires para perfeccionarse en Europa. Allí se interesó en indagar las técnicas del grabado, mosaico, cerámica, y su pintura se prodigó en telas de gran luminosidad y riqueza cromática. Luego se radicó en el puerto de Pollensa, Mallorca, donde trabajó tan intensamente que el Ayuntamiento lo honró con el título de `Hijo Adoptivo y Benemérito de Pollensa´. A su regreso al país en 1915, experimentó en cerámica las arcillas de los alrededores de esta región; obtuvo pastas, barnices y esmaltes con óptimos resultados. Asimismo se propuso encauzar la actividad plástica hacia una orientación práctica, propiciando la creación de Escuelas-Talleres. Se desempeñó también en el cargo de Director de Paseos y Jardines de La Plata, desde el cual concibió grandes proyectos para la urbanización y embellecimiento de la ciudad. En forma paralela a su producción pictórica y labor docente, se dedicó a escribir, abordando temas históricos, artísticos, educativos, filosóficos y científicos”.

EN GONNET

La escritora señala que “en 1923 construyó su casa en Adolfo Alsina (hoy Manuel B. Gonnet), en las proximidades de 12 y 502.

Fue uno de los primeros pobladores de Villa Castells, transformando con su trabajo un cardal inhóspito de tres hectáreas en un vergel. Incorporó a la arquitectura originales creaciones en herrería, mayólicas, tallas. Plantó innumerables cipreses, en homenaje a Almafuerte, para evocar la visión de aquellos que antaño protegían el ranchito del poeta; con recogimiento celebraba las fiestas patrias forestando el lugar. Frutales, pérgolas, fuentes, se alternaban con hermosas cerámicas realizadas con arcillas de la zona. Los frutos de su huerta eran generosamente obsequiados. Hacía sueltas de pájaros, regalaba semillas y árboles. En su residencia se oficiaron las primeras ceremonias religiosas del pueblo y recibieron su bautismo muchos niños, acontecimientos éstos en los que Boveri y su esposa Alcira López Cristóbal abrían su hogar con hospitalidad. Allí se reunían los vecinos, a los que impulsó a aunar esfuerzos en pos del progreso del lugar, concretándose en 1926 la fundación del actual Centro de Fomento “Manuel B. Gonnet”, cuya Comisión Directiva integró. Construyó otras casas, parceló su extensa propiedad, vendió algunos lotes, regaló otros, y así fue surgiendo el perfil incipiente de Villa Castells”.

Como integrante de la “Agrupación Bases” impulsó junto a sus compañeros la institución del “Día de la Tradición. Además ejerció la docencia en escuelas secundarias y técnicas, y fue inspector en esta rama de la enseñanza. Durante muchos años trabajó en un ambicioso proyecto de urbanización de las costas de Punta Lara. Posteriormente fue nombrado Director del Museo Provincial de Bellas Artes, y más tarde Director de Urbanismo y Parques de La Plata, cargo en el que se desempeñó hasta su muerte, acaecida el 17 de febrero de 1949. El Municipio lo declaró Ciudadano Ilustre “Post Mortem” en 1999, en un importante homenaje celebrado en Gonnet, con la presencia de autoridades, instituciones y numerosos vecinos, oportunidad en que se inauguró el artístico monolito con diversas placas alusivas, que en la actualidad no existen por reiterados actos de vandalismo”.

Altamirano indica que “como testimonio de su fecunda creatividad queda su última casa, ubicada frente al Parque que lleva su nombre, en la esquina de 13 y 500 de Villa Castells, cuya construcción inició en 1943. Concebida con gran sentido estético, asombraba con sus mosaicos bizantinos, columnas salomónicas, puertas y dinteles tallados y una hermosa escalera exterior, totalmente decorada con mayólicas, que en su primer peldaño advertía, con un mensaje que iba más allá de lo literal: `Aprende a subir sin descender´ ¡Cuánta enseñanza en tan pocas palabras…!”.