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Lo urgente y lo importante

Miguel Ángel Reguera dice: “Dicen que la gente le dijo al `gobernante´mientras éste se proponía repartir regalos: `Señor, acá los niños no comen´. El funcionario arrugó el entrecejo miró a los niños y les dijo: `Si no comen, me llevo todos los regalos´. Es obvia la referencia de la historia a aquellas personas que carecen de la posibilidad de entender las necesidades del otro. Recordé esta “boutade” para ejemplificar la distinción que se suele hacer entre lo que es ‘urgente’ y lo que es ‘importante’. Creo, humildemente que los símbolos son importantes y en ausencia de urgencias, justificaría plenamente la reparación estimada en 280 millones de pesos de la Casa Rosada. Pero en el contexto socio-económico presente, donde la mitad de los niños argentinos son pobres según el propio INDEC, donde hay que reparar la situación de pueblos inundados, inseguridad que no distingue barrios ni horarios, etc.; querer justificar el enorme gasto en la reparación de oficinas o el establecimiento de una huerta orgánica para proveer de alimentos al comedor, parece propio de una sociedad nórdica europea donde muchas de las urgencias ya han sido satisfechas por el Estado benefactor”.