Flash

     Tarde del 18 de marzo de 1979. Todo dispuesto en 60 y 118 para el inicio del juego. En el banco local, José Bernabe Leonardi. Arturo Andrés Ithurralde, el árbitro, dispuesto al pitazo inicial. La pelota bajo la suela de Seppaquercia. A su lado, García Ameijenda. A lo lejos, el arco que da a la tribuna del Bosque. Dispuesto a entrar en acción, el 10 de Huracán era Carlos Babington. El 1 quemero Borzi marcaba las líneas...  
     Sonido de silbato y una "cosa" blanca surcó el aire de un Bosque que entraba en el otoño. Borzi solo atinó a levantar la mano, tal cual registra la única foto. No hay TV. No hay fotos. Sólo un grito de gol de muchos que ni siquiera lo vieron. A los 5 segundos de juego, Carlos Dantón Seppacquercia había convertido el gol más rápido de la historia del fútbol argentino.
     "Una tremenda alegría después de 38 años haber vuelto al Bosque", dice hoy Dantón, mientras pisa el césped y busca el arco que lo puso en la historia. Convocado por la Subcomisión del Hincha de Gimnasia, con una "Tango" bajo la suela, revivió aquel grito.
     Aquel 1979 fue un año aciago, que terminó apenas en agosto con la pérdida de la categoría. "El año lo queremos olvidar todos. Ésto fue algo para paliar, nada más. ¿Y que querés que te diga? Fue una tarde de alegría. La gente disfrutó", dice Seppacquercia y enseguida se traslada en el tiempo a aquella tarde de marzo, con García Ameijenda al lado y a los lejos, el arco de Huracán. "El saque del medio era jugada indirecta. Ví al arquero (Borzi) que estaba marcando las líneas y sale caminando para adelante y se pone a intercambiar unas palabras con el marcador de punta que era Carrascosa. Ahí le dije a García Ameijenda 'tirala un metro para adelante que pateo' y bueno, el 'Tano' no sé si lo hizo convencido pero lo hizo. Le egué y fue gol y así quedamos en el recuerdo".
     Seppacquercia se inició en Flandria, pasó por River y llegó a Gimnasia para ese Metro '79. Salvo ir a Jáuregui a ver a su club de origen, no tiene vínculos con el fútbol. Sin embargo, los recuerdos le vuelven a poner los cortos por una tarde. "Yo estuve hace tres años en Deportivo Italiano, donde me hicieron un homenaje porque hice como 75 goles. Yo era un jugador de 18 goles por campeonato. El del '79 fue un campeonato raro, que duró unas 15 fechas (NdR: fueron 18 partidos, se jugó en dos zonas de 10 equipos) y estuve lesionado 6 partidos. Ni clásico hubo. Hubiese sido lindo jugar un clásico...En Gimnasia hice tres goles. Y antes en River hice siete y Labruna quería que me quedara. Me decía 'están Luque, Pedro González, Ortíz y después venís vos'. Estaba Marchetti también. Pero...yo quería jugar. Salió lo de Gimnasia y vine con los ojos cerrados."
     ¿Cómo jugaba? "No era de pegarle muy seguido, pero sí tenía mucha potencia. Sabía definir y pegarle bien, tenía mucha justeza en la pegada. No era muy habilidoso ni nada, pero definía bien. Esas eran mis cualidades", cuenta. Y vuelve al '79, al "cuadrangular de la muerte": "Fue una sorpresa que Platense se salvase en el cuadrangular. Cuando jugamos con ellos nos hicieron un gol por un penal que fue afuera del área...".
     Tras agosto, la diáspora. Unos pocos, como Alberto Alí y Avelino Verón siguieron en el plantel. "No me quedé en Gimnasia por un problema con el técnico que vino en ese momento, el Vasco Ithurrieta. Yo me quería quedar, pero trajo un jugador en mi puesto (el Pato Aimetta) y me falseó todo lo que me había dicho. Italiano ya venía interesado desde el año anterior y llegaron a un acuerdo, porque nunca tuve el pase libre. Italiano me compró". Con algunos viejos comañeros se siguió cruzando en las a veces inhóspitas canchas de la "vieja" B. "Nos vemos con Avelino Verón, que es de la zona de Morón". Y guarda un buen recuerdo del Lobo. "El mejor, la gente de Gimnasia me trató como uno más. Yo vivía en Tolosa en 529 entre 7 y 8", recuerda.
     "Después de jugar con Italiano, no volví más al Bosque. Jugué varios partidos, incluso vine en el Octogonal del '82 cuando a Gimnasia lo dirigían Della Savia y Touriño, que había sido compañeros mios y por problemas con la directiva se tuvieron que ir. Desgraciadamente, le hice varios goles a Gimnasia". El recuerdo le da paso al agradecimiento, cuando empieza a caer la tarde de este marzo de 2017. "Gracias a toda la gente de Lobo y mi más sincero agradecimiento a la Subcomisión del Hincha". 
     Fotos. Más fotos. El gol contado una y otra vez. Firmó la Tango. También, su foto en el Museo. Y se fue, felíz y agradecido. Recordando esos 5 segundos de gloria.