Pudo conseguir lo imprescindible; ahora debe lograr lo más valioso

Ganó con justicia, ahora Boca quedó más cerca en la tabla y, sin embargo, Estudiantes convive con la crítica. El problema radica en la escasa confiabilidad de su juego. Después de haber pasado una semana tensa, donde los rumores de peleas y la creciente fragilidad del ciclo de Nelson Vivas coparon las charlas de café, haber edificado una victoria resultó imprescindible para calmar el ambiente. Si no hubiese ganado, el pedido del cambio de entrenador hubiera sido atronador.

Intriga saber cuánto hay de cierto y cuánto de relato hipócrita en situaciones como las que está atravesando el DT albirrojo. Las reglas de esta “selva” se mantienen tan crueles como siempre: el que pierde más de lo que soporta la paciencia popular, se va. Así de simple, le “cortan la cabeza”. ¿No hay excepciones? ¿Nada importa el buen comportamiento profesional si los resultados no son buenos? A Vivas lo ha protegido su perfil de hombre serio y trabajador, pero todavía más lo ayudó la gran campaña que realizó en el primer semestre del año pasado, cuando logró la clasificación a la Copa Libertadores.

Intuyo que ninguno de los que lo rodea conoce realmente lo que significa para él convivir con el doble rol de Sebastián Verón. No hay en el mundo antecedentes parecidos. El máximo ídolo del club, que ya cruzó la barrera de las cuatro décadas, se siente con ganas de volver a jugar profesionalmente y lo hace sin dejar de ocupar el sillón de presidente. La “Brujita” parece no soportar la idea de que su brillante carrera como futbolista está a punto de terminar y, entonces, decide generarse una “yapa” más. Otra más. Es tan grande el cariño que le guardan los hinchas que puede hacerlo, pero su decisión (que no necesitó el permiso de nadie) todavía hoy provoca lógicas alteraciones en la vida interna del plantel profesional.

Vivas recuerda y valora que fue Verón quien le abrió las puertas del club en un momento personal muy difícil, ofreciéndole la dirección técnica de la reserva. Ese fue un gesto clave y contundente que le permitió a Nelson reinsertarse en un mundo donde muchos lo habían señalado de manera impiadosa. Hoy, con los almanaques avanzando sin pausa y la ansiedad de la gente haciéndose notar, el máximo responsable del equipo sabe que ganar, aunque sea jugando flojo como ante Patronato, será lo único que lo mantendrá en el cargo.

SIN CONDUCTOR SE HACE MAS DIFÍCIL

Estudiantes no tiene “manija” y eso le juega en contra. Cuando andaba bien, generaba desequilibrio por las bandas, especialmente por la derecha, pero ahora avanza sin brújula. Armar un buen ataque le cuesta bastante. “Tití” Rodríguez, un jugador habilidoso aunque de escaso panorama, hoy es el que más desentona de mitad de cancha hacia adelante. ¿Por qué Vivas no lo saca? Si la idea es respaldarlo hasta que recupere confianza, será riesgoso porque evidentemente está sientiendo la presión de que él debe ser quien maneje los hilos ofensivos, y da la impresión de que no está para llevar adelante semejante tarea. Puede acompañar, ayudar y hacerse notar en el uno contra uno, pero para ser “manija” se necesitan otros atributos.

La grata revelación de esta etapa turbulenta es Juan Otero. El colombiano le ha dado frescura y atrevimiento en los últimos metros del campo. El colombiano ya se ganó la aprobación de la tribuna y su titularidad es de las pocas cosas que nadie discute.

La elección entre Damonte y Braña es otra situación nada sencilla para Vivas. Creo que el platinado está mejor; pero el “Chapu” es otro de los más queridos por la gente y también se siente capacitado para pelear el puesto. Será complicado hacerles lugar a los dos.

Elegir una táctica, definir una estrategia, administrar egos, tener contenta a la “tropa”, hacer jugar bien al equipo y sacar los mejores resultados es demasiado, casi una “misión imposible”. No es fácil cumplimentar todos los requisitos. En eso anda Nelson Vivas.

Nadie gana siempre. Ni acá ni en Europa. En consecuencia, respetar sus convicciones, tener buenos reflejos, darle crédito a su intuición y elegir siempre pensando en lo mejor para Estudiantes es la receta que el día de mañana le evitará escuchar reproches de su conciencia.