Crónica de una salida anunciada hace tiempo

Agustín Alayes anunció ayer en conferencia de prensa que a más tardar a fin de mes dejará de ser el Secretario Técnico de Estudiantes, luego de cuatro años en el cargo. La noticia tomó por sorpresa a varios, pero no a todos. Es que hace cinco meses le había dicho a este medio en una entrevista que tenía pensado dar un paso al costado. Y quienes están cerca de la vida política del Club saben que la interna es feroz y que le estaba haciendo mal. Ayer se cobró a un pez gordo.

“Se fue porque le hicieron la vida imposible”, contó un importante dirigente a la hora de explicar los motivos. Concretamente, desde hace por lo menos un año estaba enfrentado con un grupo de los integrantes de la Comisión Directiva, entre ellos con los hermanos Agustín y Sebastián Russo. Y con el área de Finanzas que encabezan Sergio Buscemi y Martín Di Bella.

La decisión la estaba masticando desde hace un tiempo, e incluso no fue parte de la delegación en Río de Janeiro. Pero la terminó de tomar el lunes a la noche, cuando pidió la palabra para hablar en conferencia de prensa. No le dijo a ningún dirigente y el presidente Juan Sebastián Verón lo supo ayer.

Su relación con la Brujita es normal. Son amigos, pero no amigotes. Alayes lo respalda y respeta, pero es uno de los pocos que le dice lo que no le gusta. Públicamente fue el único que comentó lo que muchos piensan y callan. “A Verón lo quiero como presidente”, confesó en la entrevista con este medio en el mes de noviembre, cuando amanecía la chance de volver a pisar una cancha de fútbol. Su salida nada tiene que ver con una pelea con él. Eso es falso.

Desde el entorno de Verón contaron que se lo comunicó por la mañana. Tampoco lo sorprendió. Si hace dos semanas el propio presidente les envió un mail a todos los dirigentes diciéndoles que si no paraban con la interna presentaba la renuncia. Un poco en broma, buscó una respuesta. No le hicieron caso. La muestra fue que en Brasil los directivos desayunaban en dos mesas diferentes.

Una vez conocida la decisión de Alayes se empezó a vislumbrar un escenario político con su figura encabezando la lista oficialista de cara a octubre. Es posible, pero no está en sus planes reales todavía. El mismo le había confesado a este medio tiempo atrás que no estaba pensando en una posible candidatura. Pero no bien se bajó de su cargo rentado no fueron pocos los que imaginaron su figura encabezando o acompañando al actual presidente, que tiene ganas de seguir pero ya no como número 1. Sin dudas será éste un foco a seguir de acá a octubre.

“No lo dejaban gestionar, le ponían palos en la rueda, no le contestaban los mails, le ponían sus temas en el final de la lista de prioridades y así no se puede. Se fue por el bien de Estudiantes”, agregó otro directivo, que destacó el rol de Alayes dentro del Club. Y lamentó su salida.

Concretamente era algo más que el manager del fútbol profesional. Fue quien acercó a Nelson Vivas al Club, el encargado de los regresos de Mariano Andújar y Rodrigo Braña. De la continuidad de Leandro Desábato. De cada decisión que se tomó en el fútbol amateur. De varias compras y ventas. Decidió muchos temas relacionados al colegio. Trajo profesionales para trabajar a distintas áreas. Y era quién recibía todos los pedidos de los hinchas en el Country, desde una visita a un hospital para ver a un paciente hasta una foto con cualquier jugador. Y muchas veces fue la imagen de Estudiantes, como en la Florida Cup, en donde participó como orador en nombre del Club durante la presentación.

La famosa interna repercutió en su labor diaria. No logró aprobación económica para concretar algunos primeros contratos y para proponerle un salario digno a un par de juveniles con proyección, caso Santiago Ascacibar. También fue severamente cuestionado por las ventas de González Pirez y Carlos Auzqui, y por hacer fuerza para que se quedara Mariano Andújar. Esa negociación fue la que más lo desgastó puertas adentro.

CUATRO AÑOS DE GESTION

Alayes asumió en el cargo en diciembre de 2012, días después de haber decidido colgar los botines de manera repentina. El presidente era Enrique Lombardi y, en paralelo, Verón asumió como Director Deportivo. El técnico del equipo era Diego Cagna.

Los primeros refuerzos bajo su gestión fueron Alessio Inoccenti y Kevin Rendón. Ninguno de los dos jamás jugó en Primera. Fue un error compartido con la Brujita.

Los primeros meses resultaron complicados: Cagna renunció promediando el campeonato y Verón decidió volver a jugar. Entonces llegaron sus primeros aciertos, con la contratación de Mauricio Pellegrino, un ciclo que duró casi dos años. Luego pasó Gabriel Milito y desde hace un año y cuatro meses Nelson Vivas.

Tal vez su mejor legado sea lo relacionado al fútbol juvenil, donde armó un grupo de trabajo en relación a una idea. Los chicos crecieron, estudiaron y cada año está a la vista que hubo varios que se destacaron en Primera. Otro punto alto fueron las ventas. Bajo su estadía el Pincha vendió por más de 40 millones de dólares, desde Duván Zapata hasta Carlos Auzqui, pasando por Carrillo, Correa, Silva, Rulli y otros.

Las incorporaciones no fueron su fuerte, ya que Estudiantes trajo muchos jugadores y muy pocos rindieron. Es verdad que muchos no llegaron con su aval, pero igual tuvo que ponerse para la foto, caso Ernesto Goñi, Patricio Rodríguez, Jorge Luna, Sebastián Prediger, Gabriel Graciani, Matías Rosso, Palote Olivera y otros.

Desde ayer, su primer ciclo como secretario técnico se terminó. Ahora habrá múltiples especulaciones y la puerta abierta para un regreso, como técnico, manager o dirigente.