Vecinos de Gonnet expresaron su hartazgo por la ola de robos

La ola de robos que azota a los vecinos de Gonnet, impulsó una nutrida convocatoria a la reunión que ayer por la tarde se realizó en la Delegación Comunal de esa localidad.

Fueron unas 100 personas las que, cara a cara con diversos jefes policiales, plantearon sus inquietudes por una problemática que parece no tener solución.

Durante el encuentro, que se inició pasadas las 18.00 y se extendió por casi dos horas, hubo fuertes y mucha tensión, que cedieron ante una receta que ya parece repetida: la promesa de mayores patrullajes.

Sin embargo, la presencia del comisario de City Bell, junto al responsable del Distrito Norte y la Policía Local, sirvió para que muchos creyeran que no estaban escuchando frases de circunstancia o palabras carentes de contenido, ya que “hace mucho tiempo que se viene pidiendo por un trabajo en grupo”, comentó uno de los organizadores de la charla.

De hecho, dos de los motochorros que tendrían a maltraer a los frentistas de esa zona de la Ciudad, serían de City Bell y muy conocidos por todos.

“También por la Policía. Nos dijeron que ya le allanaron las casas y que tienen antecedentes. Pero están sueltos y son un peligro”, expresó un vecino a EL DIA.

“Igual, esto no es un cheque en blanco. En 15 días nos vamos a volver a juntar, para ver qué resultados se obtuvieron. Si la presencia policial en el barrio es la que queremos y se mantiene o, como suele pasar, hacen un poco de circo dos ó tres días y después volvemos a lo de siempre”, agregó.

Según pudo saber este diario, los vecinos tienen intenciones de colaborar con los responsables de la seguridad, aportando propuestas o ideas.

“Creemos que esa es la mejor manera de contribuir a esta causa. Dialogando y, con el compromiso de todos, podemos sacar esto adelante. De lo contrario, será muy difícil”, explicó otro frentista.

Como se sabe, la ola delictiva azota especialmente en la franja más cercana a la localidad de City Bell, casi siempre por el camino Belgrano.

Allí se registraron robos de todo tipo, entre los que se destacan los saqueos de casas y las entraderas.

El fin de semana pasado, sin contar el constante accionar de delincuentes en moto, hubo tres nuevos casos.

Uno de ellos se dio en 482 entre 20 y 21, en una calle de poco tránsito que da al arroyo que separa los dos barrios. A las 4 de la madrugada por lo menos dos delincuentes se metieron en una casa construida en la parte trasera de un lote.

Allí, sin que el dueño estuviera, los intrusos tuvieron el tiempo para hacer lo que quisieron. Entonces, pudieron robarse dos televisores, un DVD, un equipo de audio, joyas de oro y otras pertenencias.

Hace dos semanas y a una cuadra, a un hombre de 65 años lo abordaron en una entradera salvaje: le pegaron varias veces, lo ataron de pies y manos, lo dejaron encerrado con llave y le robaron todo lo de valor que tenía, incluido su auto.

Aquel episodio sucedió en 483 entre 20 y 21, en la mañana de un viernes. Los delincuentes estaban organizados en banda.

MAS CASOS

El sábado pasado, a la 1.30, Diego Velázquez estaba en su habitación. Escuchó había ruidos en la planta baja de su casa, en 495 entre 20 y 21, pero los desestimó: creyó que podía ser alguno de sus hijos adolescentes.

En rigor, antes de irrumpir en su domicilio, los ladrones habían revisado el quincho de un vecino. Al parecer no había demasiado de valor, así que saltaron una medianera y continuaron por la vivienda de al lado.

“Estuvieron un buen rato en mi casa. Revisaron y dejaron todo desparramado, pareciera que a propósito. En ese rato me sacaron plata, una bicicleta marca Scott muy costosa y una cámara importante”, explicó la víctima, que trabajan en canal 13.

A sólo tres cuadras, algunas horas antes habían intentado hacer una entradera en 494 y 18. Allí dos ladrones se bajaron de un auto, cada uno con un arma, y abordaron a un matrimonio: a la mujer le sacaron la cartera con todas sus pertenencias. No llegaron a entrar en la casa del hijo de las víctimas porque la presencia de un testigo los intimidó.

El corresponsal periodístico se contactó, entre otros vecinos, con la pareja víctima de una entradera la semana pasada en 23 entre 495 y 496.

Ese episodio, en la casa de un empleado del hospital San Roque, incluyó un tiro en pleno robo, que no lastimó a nadie de casualidad.