Dormitorios Sueños respaldados

Con el crecimiento del uso de los colchones con somiers, los cabeceros de las camas han tendido a desaparecer, ya que muy pocas veces vienen en el “combo” de las colchonerías. Sin embargo, por decoración y practicidad, los cabeceros de las camas siempre son bienvenidos. Es más, el Feng Shui lo considera fundamental para la circulación de la energía.

Según este arte milenario de origen chino, si no hay cabecero, puede haber inestabilidad en la persona que duerme en esa cama y a largo plazo genera agotamiento físico y emocional.

Para salir del tradicional rectángulo forrado de cuero o tela y que cada cual encuentre el que mejor se adapte a sus gustos y necesidades, les mostramos algunas opciones de costos variados.

De material: si estás construyendo tu casa, una buena idea es armar uno de material, que ya quede integrado a la pared. Los cabeceros de este estilo son ideales para dejar libros y apoyar cuadros, asi que deberían tener una profundidad mínima de 20 centímetros. La desventaja es que la cama siempre tendrá que estar en la misma posición y cambiarlo requeriría de una obra. Pero se pueden cambiar los colores y los objetos que lo decoran con más facilidad que en otra opciones de cabeceros.

Debajo de la ventana: si la cama está ubicada debajo de la ventana, esta ya puede oficiar de cabecero. Quedará entonces colocar una lindas cortinas y tener mesas de luz para terminar de enmarcar el colchón.

Con mesas de luz integradas: si hay poco espacio en la habitación, se puede mandar a a hacer un cabecero donde se puedan colocar lámparas de noche y algún cajón de guardado. Así no habrá que tener mesas de luz a parte que ocupen más metros cuadrados.

Tradicionales: una tendencia para cabeceros es utilizar los de las camas tradicionales y colocarlos detrás del colchón con somier. Aquí sólo es cuestión de gustos. Puede ponerse uno de hierro si se quiere un estilo más romántico o uno de madera. Esta opción suele ser más económica. Algunos los amuran a la pared para darles estabilidad y que no dependan de estar sujetos por la cama.

Artesanal: en este punto manda la creatividad 100 por ciento. Hay quienes arman sus cabeceros con palets, con puertas, con cuadros y hasta con collage de fotos. También colocan luces, y telas para crear un respaldar original y único. Suelen ser los más vistosos y económicos.