Sueñan con el viaje de egreso a las Malvinas

Sentados en rueda, 16 alumnos del último año del secundario de Nuestra Señora de La Merced de Ensenada proyectan su viaje de egresados, hablan de cómo recaudar fondos para hacerlo, de la ropa que tendrán que llevar para enfrentar el frío y de las actividades que harán. Aunque lo usual a su edad es pensar en boliches bailables y excursiones divertidas, los chicos de Don Bosco sueñan con desembarcar en las Islas Malvinas y explorar un territorio que aprendieron a querer a través del relato de ex combatientes que fueron a la guerra contra los ingleses hace 35 años.

“Desandamos la historia siendo artesanos de memoria”, es el nombre del proyecto que comenzó a gestarse el año pasado cuando un grupo de ex combatientes de la Casa del Ex Soldado Combatiente de Malvinas - CEMA - visitó la escuela de Ensenada para hablar de su experiencia en la Guerra de Malvinas.

Para los adolescentes, ese tema, tantas veces abordado en manuales y charlas familiares se corporizó y, aunque quienes estaban frente a ellos superaban los 50 años, al escucharlos se sintieron entre pares, vieron a “los chicos de la guerra”.

“No nos hablaron del frío que pasaron ni del chocolate que les mandaba la gente y nunca les llegó; nos dijeron cosas que no sabíamos, los sentimientos que tuvieron cuando de pronto se vieron en una trinchera, nos hicieron sentir como si nosotros hubiéramos ido a las Malvinas ”, dice Mateo Quaresimale - 17 -.

Karina Seibane, coordinadora pastoral e impulsora del proyecto, resume que para los chicos fue muy impactante escuchar el relato en primera persona y despejar muchas dudas con relación al conflicto bélico. Pero en el aspecto personal también los sorprendió la capacidad que tuvieron los ex combatientes para superar las circunstancias traumáticas de la guerra.

Los chicos encontraron en los ex combatientes Alberto Tarsitano, Tony Reda y Daniel “Pipo” Bigot a grandes resilientes, hombres generosos al momento de compartir relatos personales atravesados por la tragedia.

“Los soldados se preguntaban qué comemos, pero ahora lo recuerdan con una sonrisa y nos sorprende esa entereza, esa capacidad de superación”, agrega Abril Escobar - 17-.

Fueron unas cinco charlas que compartieron con los ex combatientes y los chicos aclaran que “no fueron forzadas”; todas les permitieron seguir aprendiendo y los dejaron con la sensación de que el tema no se agotaba, de que siempre quedaba un terreno por recorrer, un deseo de conocer más. A la vez fueron asumiendo la convicción de mantener vivo el recuerdo de ese hito histórico, aún cuando los protagonistas ya no estén.

Lo que conmueve, mueve y en ese desandar la historia los alumnos de Don Bosco se interpelaron con cuestiones vinculadas a lo que hubieran sentido y pensado ellos en esa época y lugar.

“A todos nos pasó lo mismo, sabíamos cosas de Malvinas, pero empezamos a quererla, el vínculo con los ex combatientes nos hizo sentir que habíamos estado allá y empezamos a decir qué bueno sería conocer las islas, entonces Tony - Reda - nos dijo ¿ por qué no? y ahí nació el sueño”, dice una de las alumnas del curso.

La fecha tentativa del viaje es el 14 de octubre, pero llegar al archipiélago no es accesible: por cada integrante del contingente se requiere 35 mil pesos

Para los docentes el proyecto también cumple los objetivos de que los alumnos conozcan los beneficios de la resiliencia, que asuman un compromiso social y adopten nuevas miradas ante los conflictos. “La importancia de encontrar a otros que nos ayudan a pensar y pensarnos; los ex combatientes no tienen odio ni sentimiento de revancha”, asegura Karina.

El sentimiento fraterno que nació entre alumnos y ex combatientes también llevó a los adolescentes a acompañar la vigilia organizada por la CEMA en la Plaza Malvinas el 1° de abril pasado para recordar el último día en el que todos los soldados estuvieron vivos y, después de la medianoche, para honrar a los caídos.

“Quienes perdieron la vida en Malvinas fueron personas con historias y rostros, tuvieron familia, compañeros, novias; tal vez estaban estudiando o trabajaban, tenían proyectos, pero tuvieron que ir a la guerra”, señala Micaela Falliocco - 17-.

Según parece, los alumnos de Nuestra Señora de La Merced serán los primeros estudiantes argentinos en hacer su viaje de egresados a las Islas Malvinas, se sabe de alumnos de una escuela de Rosario que también visitaron las islas, pero lo hicieron en el marco de un encuentro deportivo.

La fecha tentativa del viaje es el 14 de octubre, pero llegar al archipiélago no es accesible, según los cálculos, por cada integrante del contingente se requiere 35 mil pesos, lo que incluye vuelos, estadía y comida. Para recaudar el dinero el grupo hace diferentes trabajos comunitarios y eventos; todo se ahorra en un fondo común.

“Vamos con una mirada conciliadora, nuestro mensaje es de reconciliación y paz” sostiene Carolina Carreva - 17-

El ex combatiente Tony Reda también será de la partida y el encargado de guiarlos por los diferentes escenarios emblemáticos de la isla. Si bien aún se está armando el itinerario, los chicos aseguran que quieren hacer todo a la vez y que una de sus prioridades será visitar el Cementerio de Darwin. “Mi deseo es dejar algo en el Cementerio y tal vez cantar”, dice Lautaro Reyes - 17 -.

Quienes deseen aportar una colaboración para que los chicos de Ensenada cumplan su sueño pueden contactarse con el grupo a través de la página de Facebook “De Ensenada A Malvinas”.