Preocupación en alza en Villa Elisa por un nuevo caso de inseguridad

Villa Elisa continúa siendo un territorio dilecto para los ladrones, en especial en la franja más alejada de La Plata. En este contexto, aumenta la sospecha de que muchos de los robos en casas serían responsabilidad de la misma banda de jóvenes, que tendría también a una mujer entre ellos.

Esta vez, hubo un nuevo golpe en el barrio Jardín de esa localidad, que queda al otro lado de las vías del tren. Ocurrió en inmediaciones de 413 y 115.

La familia que vive ahí había salido a trabajar el viernes. Se ausentó varias horas, desde la mañana hasta la tarde. A su regreso, comprobaron que los intrusos rompieron tres cerraduras: dos eran de rejas y otra de una puerta.

Una vez completada esa tarea, los delincuentes pudieron moverse a su gusto por el domicilio. Abrieron muebles y registraron cajones en busca de elementos de valor.

De esa manera fueron apropiándose de distintas pertenencias, entre ellas un televisor y una computadora.

También se robaron objetos como joyas, una aspiradora y un teclado musical, de importantes dimensiones: “Era algo grande como para que nadie los haya visto”, se lamentó el dueño.

Otra de las cosas que le quitaron fueron perfumes, algunos de mujer. Eso disparó la sospecha de que en este robo habrían estado atrás los mismos delincuentes que, dos días antes, irrumpieron en una casa de 9 y 407, muy cerca del límite con el Parque Pereyra.

“Nadie vio nada”, confirmó el damnificado por este último hecho, en diálogo con EL DIA. El hombre relató que se mudó hace sólo un mes y medio a ese barrio y que ni siquiera llegó a instalar un sistema de alarma para protegerse.

El miércoles robaron bajo la misma modalidad. De allí también se llevaron un botín similar. Además, llamó la atención que hayan sustraído elementos femeninos como carteras y rollers.

De ahí que se mantenga la sospecha de que, por lo menos, habría una mujer entre los delincuentes que cometieron estos ataques.

Más aún se cree que los ladrones serían de la zona afectada. Por eso las víctimas de los dos casos reclamaron la difusión de los robos pero imploraron la reserva de sus identidades, por temor a una posible represalia.