Ya le apunta al segundo objetivo: clasificar a la Copa

El balance del domingo no fue bueno para Estudiantes: tuvo un flojo partido contra Huracán, apenas sumó un empate y por primera vez en el torneo empieza a peligrar su lugar dentro de los cinco equipos que se aseguran clasificarse a la próxima Copa Libertadores.

Es verdad que la diferencia con el puntero Boca es la misma de las últimas dos semanas: seis puntos. Pero realmente el Pincha hace rato que dejó de mirar a Boca como un objetivo alcanzable, a pesar de tenerlo cerca y de enfrentarlo dentro de dos fechas. No tiene un plantel amplio ni le sobra jerarquía, teniendo en cuenta que está disputando también la Copa Libertadores. “Es lo que hay”, una frase que resume en parte el presente albirrojo, que pelea en las dos competencias, pero en ninguna asoma como candidato. Hoy está ahí, con defectos y muchas virtudes

Desde que comenzó la segunda parte del año puso su foco en meterse dentro de los equipos que se clasifican para la copa Libertadores 2018. Primero eran cuatro y hace un mes se agregó el quinto. ¿Puede terminar el año en ese segmento? Ese es el objetivo por el cual luchan cuerpo técnico y jugadores, pero no parece sencillo. Y no lo será

¿Por qué? Porque Racing viene en levantada, lo mismo que River y Colón. Esos tres equipos (uno lo alcanzó y el otro podría igualar sus puntos esta noche), además del puntero Boca y un Newell’s que parece estar firme, son sus enemigos. Lo mejor para el Pincha fue la derrota de San Lorenzo y el empate sobre el final del Millonario.

Por eso la igualdad de ayer no fue el mejor resultado. Tenía que ganar para mantener la diferencia con los de abajo y para sumar antes del camino sinuoso que se le avecina en el torneo y los viajes por la Copa. Dejó escapar dos puntos que podría pagar caro en un mes.

¿Mereció quedarse con el triunfo? Hizo más que Huracán, está claro. Convirtió en figura a Marcos Díaz (una costumbre cada vez que se enfrentan) y contó con las mejores opciones. Pero no pudo mantener más de 60 segundos la diferencia a su favor, y no supo adaptarse a un nuevo cambio de esquema: del 4-1-4-1 al 4-2-3-1.

No tiene demasiado Nelson Vivas como para criticarlo. Salvo el crecimiento de Matías Aguirregaray en los últimos partidos, sufre mucho por las bandas. En el medio, donde antes había superpoblación, ahora le falta un Israel Damonte, lesionado, y extraña a Rodrigo Braña, sobrecargado. Lo peor, de todos modos, es el bajo nivel de Santiago Ascacibar. A favor, la grata aparición de Bautista Cascini. En los extremos Augusto Solari mantiene su interesante nivel pero Juan Otero no puede jugar por izquierda, donde tampoco se encuentra Lucas Rodríguez. Y no hay recambios a la vista. Arriba recuperó a Lucas Viatri, pero quedó claro que no se luce junto a Javier Toledo. Es uno u otro, parece. ¿Entonces? Tal vez la aparición de Juan Cavallaro le aporte esa cuota de pausa que necesitan ambos.

Con poca sorpresa, algunas pérdidas peligrosas y un retroceso que dejó dudas, Estudiantes dejó escapar dos puntos que complican su futuro. Aun así hizo un poco más que Huracán, que ayer apostó a la contra, hizo tiempo y mostró todas las mañas posibles. Que no se diga....