De menos a más, el Lobo demostró que tiene para pelear

Durante los primeros meses de la fase regular, se creyó que el camino de los dirigidos por César Adriani no iba a ser duradero en el Torneo Nacional de Ascenso. El equipo no rindió de la forma esperada y los resultados se le escapaban en los instantes finales una y otra vez. No obstante, siempre dio lucha frente a todos los rivales, aunque no lograba afianzarse por la senda del triunfo. Finalmente, la victoria como visitante frente a Platense y la seguidilla de triunfos en el Víctor Nethol, los metió de lleno en los playoffs donde dejaron una gran imagen derrotando a Olimpo y perdiendo con Deportivo Viedma luego de un apasionante cruce.

En el inicio del TNA, el Lobo sufrió tropiezos inesperados y dejó pasar triunfos que tenía asegurados por desconcentraciones en los cierres de los partidos. “Cuando empezó este 2017 hicimos un juego mucho más afianzado, porque antes no se daban los resultados, tomábamos algunas decisiones malas sobre el cierre pero siempre estuvimos en juego contra todos”, declaró el entrenador César Adriani.

En esta etapa de incertidumbre Gimnasia se hundió en un bache que lo derivó a ocupar los últimos lugares de la Conferencia Sur. Durante la temporada regular, el Lobo sufrió bajas por lesiones como la de Esteban Rusconi que impactó en la rotación durante los encuentros, siendo una pérdida sensible para el conjunto albiazul. Mientras tanto, los estandartes del equipo yacían en Lisandro Villa, Leo La Bella y la apuesta realizada en Jerónimo Ferreyra.

Esta incorporación no dio los resultados que el cuerpo técnico esperaba. Si bien el brasilero fue una garantía en la defensa, en el costado ofensivo no logró acoplarse al juego argentino ni al sistema buscado por Adriani. Estos factores, sumados a las caídas sufridas en los instantes definitivos luego de luchar durante todo el partido, hicieron que las posibilidades de ingresar a los playoffs fueran una incertidumbre.

Entrado el 2017, Adriani tomó la decisión de cortar el gigante brasilero para reemplazarlo por Joseph Efese, proveniente de la liga uruguaya. El extranjero era una incógnita ya que el nivel de ambas competencias posee grandes diferencias. No obstante, “la llegada de Joe (Efese), nos dio un mano grande en ataque, en defensa y fue un buen impulso anímico”, explicó Juan Pablo Lancieri, el base de Gimnasia nacido en el club.

Junto a esta incorporación, el Lobo viajó a enfrentar a Platense, un equipo al que no le ganaba hacía dos años. “Fue un partido motivador, hicimos un gran esfuerzo para ganarlo y se vio en el vestuario luego del triunfo que se festejó muchísimo, allí tuvimos otra actitud mental para poder enfrentar estos cierres negativos que veníamos teniendo, ahí hubo un clic en los jugadores”. Por su parte, Lancieri comentó: “el quiebre de empezar la remontada fue en el triunfo de visitante frente a Platense, fue un buen empujón”

A partir de allí el Lobo se empezó a hacer fuerte en estos momentos decisivos e invirtió el récord de 2 – 10, con el que cerró el 2016, hacia 10 – 2. Con una seguidilla de victorias en el Víctor Nethol venciendo entre otros rivales a Estudiantes de Olavarría, puntero en ese momento, y a Olimpo de Bahía Blanca, consiguió la clasificación hacia la post temporada.

En este período, el envión anímico tuvo un alto impacto en los juveniles de la institución como Rafale Rosende y Juan Pablo Lancieri quienes supieron llevar las riendas del equipo cuando se los necesitó, tras la sensible baja de Lisandro Villa. En la fase de Reclasificación, superó con contundencia a Olimpo de Bahía Blanca por 3 a 1, robándole un punto allá y luego, con su público, lo liquidó con seguridad.

Ya en los cuartos de final, se encontró con el duro cruce frente a Deportivo Viedma, quien finalizó la temporada regular como líder de la Conferencia Sur. Desde un principio se suponía que el pase de Gimnasia iba a ser costoso, pero con la remontada que acarreaban del 2017, todo parecía factible. Con dos caídas en Viedma, llegaron al Víctor Nethol y consiguieron un apasionante triunfo que puso las cosas 1 a 2.

Con la obligación de ganar el cuarto juego, salieron a la cancha con una mezcla de nerviosismo, ansiedad y entrega. Fue un duelo parejo durante el primer tiempo hasta que, ni bien comenzó el complemento, Deportivo sacó una ventaja de dos dígitos que pareció ser definitoria. No obstante, Rosende emprendió dos corridas rápidas para levantar el ánimo de sus compañeros y, luego, La Bella, condujo las siguientes ofensivas para emparejar las acciones y devolverle la esperanza a su gente.

Pese a la entrega, que lo tenía arriba a falta de un minuto, Deportivo Viedma contó con más variantes en los últimos minutos y se quedó con el juego. Aún así y más allá de las lágrimas de los dirigidos por Adriani tras la caída, demostraron que, pese a los altibajos de la temporada, cuentan con el nivel y el equipo suficiente para darles batallas a los mejores.

Aun con la baja de Villa, que fue el goleador de la fase regular, dejó en claro que, los antes juveniles, ya tomaron la confianza suficiente para afrontar el desafío del TNA. Ahora será cuestión de realizar el balance general de la temporada 2016/17 que terminó siendo positivo. La próxima edición será un nuevo paso en el que Gimnasia tendrá que demostrar que el crecimiento realizado este año tendrá consecuencias fructíferas en el futuro de este equipo.