Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Información General |Se suman factores que favorecen el estres

Entre colas, embotellamientos y vandalismo, se deteriora la calidad de vida en la Ciudad

Urbanistas atribuyen a los años sin planificación, al crecimiento del parque automotor y a fallas en la educación una situación que tiene su impacto hasta en la salud

Entre colas, embotellamientos y vandalismo, se deteriora la calidad de vida en la Ciudad

El desorden del tránsito, uno de los factores mencionados por los urbanistas al hacer su diagnóstico del deterioro de la calidad de vida en La Plata - archivo

30 de Abril de 2017 | 04:40
Edición impresa

Cuando hace 9 años Néstor Vargas (51) empezó a trabajar como taxista tenía una rutina totalmente distinta, que hoy le parece tan entrañable como difícil de recuperar: andaba toda la jornada laboral circulando y buscando viajes. Hoy, como muchos de sus colegas, elige trabajar de otra forma y pasa más tiempo en las paradas. Lo hace para alejarse un poco del estrés permanente que representa circular por la ciudad.

“Hay mucha crispación, mucho desorden. La hora pico se prolonga cada vez más, aparece por todos lados gente estacionada en doble fila y ante cualquier comentario la gente en la calle reacciona mal, como siempre dispuesta a la pelea. Si la calle es tu lugar trabajo no podés resistir una jornada entera tensión”, dice Vargas desde la parada de 7 y 56.

Para Katherine Cordero (20), que en los últimos tiempos se acostumbró a que su viaje cotidiano en colectivo de Los Hornos al centro se haga “incómodo e interminable”, no sólo por el trayecto trabado en el casco urbano, sino por los cambios en las frecuencias y las esperas más largas, enfrentar el traslado de cada es, casi, un sinónimo de malestar.

Estas situaciones que viven a diario miles de platenses no son más que algunas de las más notorias que llevan a los urbanistas a hablar de un deterioro de la calidad de vida en la ciudad.

Cuando hacen su diagnóstico, los especialistas en urbanismo agregan otros factores, entre ellos, la alta contaminación sonora, la degradación del espacio urbano y el crecimiento del vandalismo que la emprende contra el mobiliario urbano. Y hasta las interminables colas que los platenses deben enfrentar para hacer algunos trámites -en entidades bancarias, obras sociales y otras instituciones- no hacen más que sumar más tensión al panorama.

Con estos elementos a mano, los profesionales de la salud también sacan sus conclusiones. Afirman que el estrés, cuando es crónico, puede tener un impacto concreto sobre el bienestar psíquico y físico.

“No es que vaya a producir una enfermedad de manera directa, pero es un factor que puede contribuir a que aparezca algún problema mental o psicosomático”, dice, por caso el psiquiatra platense Pedro Gargoloff, miembro de la Red Educacional de la Asociación Mundial de Psiquiatría (ver aparte).

Para los urbanistas, en tanto, hay un factor que hace que la situación, en el caso de La Plata, sea más grave: y es el hecho de que fue en su fundación una ciudad planificada, motivo de estudio hasta la actualidad en distintos puntos del mundo.

“Hoy La Plata es una ciudad planificada para el 30% de sus habitantes que viven en un casco urbano donde la densidad de población es bajísima. Mientras tanto, el otro 70% vive en una periferia que creció sin control, repleta de carencias, que van desde los servicios de infraestructura a los espacios verdes”, dice Rubén Aprea, coordinador del Instituto de Estudios Urbanos del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, distrito I.

Es que, a juicio de los urbanistas, la situación de deterioro de la calidad de vida que, coinciden en diagnosticar, vive la ciudad hoy, son “consecuencia histórica de la falta de planificación de los últimos años”.

Hablan de sucesivas administraciones que dieron respuesta parcial a distintos problemas estructurales de la ciudad, sin que ninguna atinara a responder con soluciones a largo plazo.

Cono consecuencia, actualmente se dan situaciones paradójicas. Un casco urbano cuya densidad poblacional es una de las más bajas de Latinoamérica, según indica el arquitecto Rubén Pesci, mientras el grueso de la población se asienta en barrios cada vez más apartados, carentes de servicios y de espacios públicos que más que barrios terminan funcionando casi como pueblos autónomos o ciudades dormitorio.

La falta de adecuados servicios de infraestructura, de espacios verdes y de un sistema eficaz de transporte también tiene consecuencias tan costosas como insólitas: de una de ellas da cuenta una reciente encuesta del Colegio de Arquitectos según la cual entre el 30 y el 40% de los espacios públicos del casco urbano son utilizados por vecinos de la periferia que carecen de espacios similares en las zonas donde viven.

La necesidad de buscar en el caso urbano todo aquello que la periferia no ofrece y la falta de una adecuado sistema de transporte público que no sólo una el centro con los barrios, sino también los barios entre sí, provoca otro fenómeno;: la explosión del parque automotor, que no para de crecer y ante la falta de alternativas de movilidad hace que las horas pico de la ciudad sean cada vez más largas. Y a esto hay que sumar el efecto de otros elementos que inciden en el caos de tránsito como la frecuente presencia de piquetes.

Los urbanistas coinciden en que en momentos en que el paradigma urbanístico de las ciudades más avanzadas del mundo cambia buscando alternativas al auto (uno de los ejemplos es San Diego, en Estados Unidos, que logró reducir en un 20% la presencia de autos particulares a base de una eficasz red de bicisendas) en La Plata, el crecimiento del parque automotor se traduce en las calles en demoras, incomodidades y tensión cotidiana derivada de la disputa por el espacio. Pero también en mayor contaminación sonora y ambiental.

otros factores

Con todo, el transporte y el tránsito no son los únicos elementos que contribuyen al deterioro de la calidad de vida de los platenses.

A ellos, se suma, por caso, la degradación del espacio público, simbolizada, para los expertos, en sitios con mucho potencial que sin embargo permanecen semiabandonados, como los talleres ferroviarios de Tolosa o la estación ferroviaria de Gambier.

A todo esto se suma un vandalismo que atenta contra el mobiliario urbano.

Las raíces de esa situación ya no hay que buscarlas, dicen en el Colegio de Arquitectos, en la falta de planificación, sino en las fallas, que desde hace muchos años arrastra la educación.

Y en esa misma sintonía destacan otra paradoja. La de la persistencia y profundización de estos problemas en una Ciudad que, si por algo se caracteriza, es por generar conocimiento a través de su Universidad.

“La Plata es una ciudad que no aprovecha el conocimiento que genera. Y cuando debería dar a estos problemas una respuesta multidisciplinaria, se sigue manejando como a través de compartimentos estancos”, sostienen en el Colegio de Arquitectos.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla