Continúa el misterio en torno al ataque al fiscal Cartasegna

El fiscal Fernando Cartasegna volvió al lugar del salvaje ataque. Según fuentes de tribunales, el martes último estuvo a metros del despacho donde, el pasado miércoles 3 de mayo, lo encontraron maniatado, golpeado y semi desvanecido. Fue para entrevistarse con sus colegas Ana María Medina y Betina Lacki, quienes están a cargo de la investigación.

El caso presenta múltiples interrogantes, que aún no han podido ser aclarados.

Por eso, mientras se aguardan los resultados de todos los peritajes (ver aparte), Cartasegna fue convocado para ampliar su declaración.

La audiencia se extendió por varias horas y, de acuerdo a voceros que recorren los pasillos de esa sede judicial, “se lo vio muy angustiado, al borde de las lágrimas”.

Trascendió que Medina y Lacki le preguntaron sobre las varias cuestiones que todavía no están del todo aclaradas, aunque, por el estado emocional de Cartasegna, “muchas de ellas siguen en idéntico estado. Sin precisiones”, agregó un informante.

Mucho se dijo sobre los efectos que faltarían en la dependencia que el fiscal tenía a su cargo: desde un arma de fuego, que fue encontrada en una comisaría; pasando por un maletín, del que no se sabe mucho; y ahora se habla de la desaparición de una notebook.

“Cartasegna no recuerda exactamente dónde la vio por última vez. Refirió como posibilidad dentro de su auto, que estacionó en la cochera del edificio y donde hay cámaras de seguridad. Si fue ahí, tendría que poder verse quién se la llevó. Pero tampoco se tiene certeza absoluta de que no está. Todo es materia de investigación”, añadió la misma fuente.

En ese estado de cosas, con más dudas que certezas, los pesquisas buscan resolver un episodio, que no dejá de provocar conmoción en el seno de la Justicia bonaerense.

INCERTIDUMBRE

¿Cuál fue el móvil de ataque? ¿Cómo llenaron distintas dependencias de fiscalías con folletos que relacionaban a Cartasegna con el fallecido fiscal federal, Alberto Nisman, sin que nadie lo descubriera? ¿Dónde se hicieron esos folletos? ¿Cómo se escapó el agresor sin ser visto por los custodios? ¿Existió un tiroteo a metros de la vivienda de Cartasegna? En definitiva, demasiada incertidumbre.

Como se recordará, el primer episodio en torno al fiscal platense ocurrió el 29 de abril cuando, a primera hora de la mañana, antes de las 07.00, Cartasegna dejó su auto estacionado en 8 entre 57 y 58, frente al Normal 3, y fue atacado por tres personas disfrazadas de policías, quienes le habrían referido a la causa de los caranchos. “Pudiste con los prostíbulos, con nosotros no vas a poder”, lo amenazaron.

Ese mismo día, por la tarde, cuando el fiscal salió de su despacho para comprar un chocolate, ya que sintió que la había bajado la presión, pasó un desconocido a la carrera y le pegó una cachetazo en la nuca, sin decirle una palabra.

El miércoles siguiente se vivió una situación sin precedentes en La Plata: el fiscal fue encontrado en una delicada y extraña situación, dentro de su propio despacho: atado de pies y manos, amordazado y con un lazo en el cuello, que casi le provoca la muerte por asfixia.

En el piso aún se podía leer la inscripción hecha con azúcar, que decía: “Nisman” y que, según contó Cartasegna, tuvo que pasarle la lengua en varias oportunidades.

Al parecer, de acuerdo a los dichos de la víctima, cuando estaba saliendo de su lugar de trabajo, fue sorprendido por la espalda, golpeado y obligado a gatear por las distintas oficinas.

Nunca le vio la cara al agresor, que usaba zapatos oscuros y guantes de látex de color azul.

Sí escuchó su voz, que no le sonó familiar, con referencias a los hijos y a su vida privada.

Después, cuando le reforzaron la custodia, llegó el incidente de los disparos en un barrio de Gonnet donde se domicilia y que este diario evita referir por cuestiones de seguridad.

De ese -en principio- tiroteo quedaron también varias cuestiones sin aclarar.

¿Hubo realmente un enfrentamiento entre delincuentes que se acercaron con la intención de amedrentar a Cartasegna y un efectivo de la Federal que lo protegía? En la escena no encontraron evidencias que lo demuestren.

A todo esto, por los despachos de Medina y Lacki ya desfilaron todos los empleados del fiscal, a quienes se le tomó declaración testimonial.

Sin embargo, se aclaró, su aporte valorativo, al menos por ahora, no habría sido de mucha significancia.