“Hay que mirar para adelante porque si queremos que la cosa cambie tenemos que ser constructivos”

Entrevistar a un comisario y no hablar de la inseguridad sería un grave error periodístico. Y más cuando se trata de una localidad tan golpeada en materia de robos. El comisario Juan Angel Claure no le escapó a la situación que viven los vecinos de la zona norte y analizó en el Semanario Norte el presente de City Bell en materia de seguridad.

- ¿Qué balance hace de aquella polémica reunión en la plaza Belgrano?

- Se dijo que fuimos para que se disuelva la reunión, cuando en realidad fuimos a participar de la misma. Ahí la cosa fue cambiando y terminamos en una buena charla, cordial, donde se puso de manifiesto que tiene que haber un grupo de trabajo donde ahora ya no importan los hechos que pasaron hace 15 años atrás y tengamos que destruir todo, sin querer ver el futuro. Hay que mirar para adelante si queremos que cambie la cosa, hay que ser constructivo. No se puede prender fuego la comisaría por un hecho.

- ¿En qué cambió la situación?

- Antes teníamos sólo un móvil para todo City Bell y estuvimos mucho tiempo así. El Gobierno invirtió y ahora tenemos 7 patrulleros, y ese cambió se sintió mucho. Después hay un problema de los grupos de comunicación porque a veces se comenta sobre un robo que parecen 5.

- ¿La gente hace denuncias?

- Pocos e influye mucho que no haya denuncias. La gente tiene que denunciar sí o sí de esa forma se arma el mapa delictual y el dispositivo de seguridad. La gente no denuncia y nosotros en 500 manzanas no podemos estar en todas las esquinas. Recién nos enteramos de muchos hechos cuando se hace una reunión vecinal, porque no se denunció.

- ¿El tema de los motochorros cómo lo manejan?

- Son vehículos ágiles y perseguir una moto en una camioneta es difícil. Si lo corro y se cruza un nene que hacemos… De todos modos se están haciendo muchísimos operativos y secuestros. Acá (en la comisaría 10ma.) debemos tener mil motos secuestradas, robadas, sin papeles… Se habla de la moto roja que roba a todos y yo tengo 500 motos rojas en la comisaría. No digo que no existan, pero no todas las motos rojas son motochorros.

- ¿Qué se le dice al vecino ante esta ola de inseguridad?

- Yo le digo al vecino que tenemos que trabajar juntos. Hay que trabajar y que los cambios se vean. Hoy tenemos más recursos y creo que va a haber cada vez más. Teníamos un patrullero y ahora tenemos siete. Y eso se nota.

- ¿Qué le falta a City Bell para que sea un lugar seguro?

- El gran paso que tenemos que dar es romper la barrera entre el policía y la comunidad, y comprometernos. Muchos dicen que si no les pasa a ellos no hacen nada. Si ven algo hay que denunciarlo, llamar a la policía. Eso bajaría mucho los delitos. Hacer que la gente asuma un compromiso. La gente se está empezando a acostumbrar a avisar que algo pasa. Hay que involucrarse porque es un problema de todos. Otro tema es hacer un trabajo en conjunto. En Gonnet se hace con el delegado, el jefe distrital... Ahí todos se hacen responsables de su sector. Por ejemplo, en City Bell muchas calles son oscuras por los árboles, y yo no puedo hacerme responsable por eso. Nadie mira a futuro, todo tiene que ser a corto plazo y esa es una gran dificultad. Hay que hacer proyectos para que cambie la sociedad a largo plazo. Queremos maestros y policías con el mensaje de que la inseguridad es un problema de todos. Inculcarle a los chicos desde el Jardín que encuentren una tarea, que trabajen, que aprendan oficios. Hay que promocionar eso, que los policías también estuvieron en una escuela y es un trabajo como cualquier otro.

- En parte es una cuestión de educación...

- Si queremos buena policía hay que darle buena educación, buenos mensajes, y no confrontar porque somos todos iguales. Hay mucha gente que está cambiando esa mirada, de poner todo en conflicto. Y hay muchos que se cansaron de eso. Es el momento que haya un cambio y nosotros colaboremos. Yo amo lo que hago. Pero no me gusta allanar una villa miseria, ir a un lugar y que los chicos lloren, que la gente rompa un edificio público y que haya que reprimir obligatoriamente. A ningún policía le gusta hacer eso, somos igual que todos. Piensan que nos gusta romper, pelear... Yo no me metí en la escuela de policía para que me escupan la cara. Pienso igual que los de afuera y no se porque creen que no pensamos todos iguales. Creo que en la escuela se debe crear un espacio para que vaya la policía y trabajar el tema de seguridad con los chicos.