Opinan los lectores

Cierre de barreras

Javier Roberto Del Manzzi escribe: “Ante los intentos judiciales de frenar la entrada del Ferrocarril Roca electrificado a nuestra ciudad hasta tanto no se hayan terminado las obras de 1 y 32, que aún no han sido ni licitadas, entiendo que esas apelaciones no van a prosperar y en julio o agosto, la pesadilla para quienes vivimos en la parte de la ciudad que queda separada del resto de la urbe por las vías, vamos a vivir la pesadilla de tener las barreras bajas durante gran parte del día. Se ha dicho que inicialmente no se va a poder cumplir con los diagramas horarios previstos y que saldrá un tren cada media hora; lógicamente también llegará otro tren cada treinta minutos por lo que las barreras estarán bajas mucho tiempo y cuando las frecuencias sean las previstas inicialmente, como se viene diciendo, las barreras van a estar más tiempo bajas que levantadas. Una locura que en el proyecto original seguramente nadie contempló porque no se puede ni llegar a pensar en someter a semejante cosa a decenas de miles de vecinos.”

Adoquinado platense

Alejandro Villa Abrille dice: “Hace unos días, el intendente de La Plata lanzó la idea de eliminar definitivamente el adoquinado que todavía existe en algunas calles y avenidas de la ciudad. Idea con la cual parecen estar de acuerdo muchos platenses y que parece muy buena, pero la verdad que para empezar a modernizar definitivamente la ciudad, es poco... Al efecto, un breve listado para aportar ideas desinteresadas. Por ejemplo elaborar un plan para erradicar de una vez y para siempre el arbolado público, los árboles tapan el alumbrado, rompen veredas y cañerías, en otoño las hojas tapan los sumideros y en primavera causan alergias. Siguiendo la modernización, se deberían regular los semáforos de las avenidas más transitadas, para que la ‘onda verde’ sea continua así no causa atrasos a los automovilistas para sus mandados siempre urgentes. Podría seguir con la demolición de algunos edificios fundacionales los cuales ya han quedado obsoletos y poco funcionales para las necesidades de la administración pública del siglo 21; se podría trasladarlos a lugares más amplios y en donde quedaron los terrenos vacíos hacer playas de estacionamiento. Estas son algunas ideas, son gratis. Espero que algún lector las lea y se le ocurran nuevas”.

Autos sobre veredas en La Loma

Mónica Graciela González Freites señala: “Mi hija vive en la cuadra de calle 18 entre 37 y 38; en la vereda de los números pares, casi en forma permanente hay autos estacionados sobre las aceras; los veo a la altura de un edificio de departamentos, de una institución italiana y varios en el edificio de la esquina de 38 pero sobre las cocheras de 18. Mi nieto, de siete años, no puede andar en bicicleta por la vereda de la cuadra, porque ya se lastimó dos veces con los autos, e incluso, el propietario de uno de ellos, en forma por demás descarada, intentó quejarse. Hemos venido denunciando esta situación ante el municipio pero nunca mandan inspectores, o si van no hacen nada, porque la situación se viene repitiendo desde hace no menos de tres años; incluso tenemos fotos tomadas de los autos sobre la vereda que hemos puesto en Facebook. Mando esta carta con una leve esperanza de que la comuna actúe de una vez por todas y mi nieto y otros chicos de la cuadra puedan andar en bicicleta sobre las veredas, que son pública, no privadas”.

Parque San Martín

Roberto Santi expresa: “Veo con satisfacción en una nota y en una editorial el enfoque que hacen desde el diario al estado del Parque San Martín. Lamentablemente, creo que se ha omitido los problemas principales que hace al deterioro de este espacio público: el acceso sin ningún tipo de control, de vehículos, más allá de la carpeta asfáltica muy deteriorada que comunica la calle 50 con la usina de Absa y el Jardín de Infantes Gral. San Martín. Al no existir ningún cartel de información o prohibición, en el acceso por calle 50, así como al no estar este acceso limitado por empalizadas, quienes acceden al parque toman como límite para estacionar, en el mejor de los casos, una bicisenda que atraviesa el predio. En otras instancias, estacionan directamente sobre lo que va quedando de pasto, ya que son pozos de agua acumulada y escombros que a veces desechan recolectores informales, principalmente en las inmediaciones del jardín de infantes, y la calle de acceso. Esto ocurre días de semana, desde la mañana hasta la noche, y se generaliza los fines de semana, principalmente los domingos”.

Paradigmas y soluciones

Miguel Angel Reguera afirma: “Camino al exilio nuestro ilustre prócer sanjuanino supo escribir sobre una roca andina: ´ bárbaros, las ideas no se matan’ . Más allá de que gran parte del elenco gobernante se haya formado recitando de memoria los libros de formación empresaria, el apetito intelectual y la búsqueda del conocimiento, diría Sarmiento, los debería llevar a tener que aceptar la existencia de otros paradigmas, de otras soluciones para los mismos problemas. El saber, al decir de Karl Popper, se construye a través de ‘conjeturas y refutaciones’ y las conclusiones pueden tener validez según determinado contexto histórico, social, político y económico. En este orden de ideas ni Adam Smith, ni Carlos Marx, ni John Maynard Keynes son ‘malas palabras’. Tampoco es descartable Milton Friedman, inspirador de la política monetaria del Gobierno. Pero las teorías de Friedman siguen, tan vigentes como las de otros premiados por la Academia Sueca que sostuvieron teóricamente modelos económico-sociales diferentes. Son ideas y perdurarán tanto como el protocomunismo platónico o el anarquismo spenceriano. Todas son recetas a aplicar según las características del paciente y el estadío de la enfermedad”.

Asesinatos de periodistas mexicanos

Jaime Catalán Díaz manifiesta: “Javier Valdez, periodista mexicano, fue asesinado en Sinaloa hace tan solo unos días. Las reacciones de sus compañeros fueron unánimes: Javier era un valiente, un hombre noble y entregado al periodismo y a la verdad. En México ser periodista y denunciar las macabras operaciones del narcotráfico, las connivencias con las fuerzas policiales y la corrupción política, es una profesión muy arriesgada, que a veces se paga con la vida. Al asesinarlo saben que no sólo tapan una boca sino que amedrentan a otros periodistas, a los lectores y a todas las víctimas y ciudadanos”.