Lejos del ideal: en La Plata se recicla el 9% de los residuos y buscan mejorar el sistema

La flota de camiones recolectores de bolsas verdes recorre en la actualidad 11.070 cuadras (el casco urbano platense completo y varios sectores de localidades periféricas). Casi todo lo que el sistema levanta de residuos secos se recicla, ya que, según estiman en el Municipio, el 75 por ciento de esos desperdicios se transforma, luego de un proceso de varios pasos, en material utilizable. Lo que se reconvierte y vuelve al circuito del mercado representa el 9 por ciento del total de la basura que se genera en la Ciudad (de 28 a 30 mil toneladas por mes).

Para las áreas encargadas de organizar y planificar el sistema, aunque en los últimos tres meses se registró un crecimiento de lo reciclable (de un 7 por ciento que se obtenía de todos los residuos sólidos urbanos se subió dos puntos), muy lejos se está todavía de alcanzar el número ideal, que ronda, según la experiencia de los países más avanzados en ese sentido, el 30 por ciento. Con la idea de conseguir un avance real del esquema de separación, recolección, clasificación y reciclado, la subsecretaría de Gestión Ambiental espera que el BID otorgue un crédito solicitado por la Comuna para la realización de un estudio que determine la calidad de los residuos de la Ciudad, con cuyos resultados se podrá evaluar lo que es potencialmente reciclable. A ese análisis se le agregará la ampliación de las zonas de recolección y nuevas campañas de concientización vecinal para incentivar una separación en domicilio más masiva.

En principio se proyecta aumentar a 22.000 la cantidad de cuadras por donde pasen los camiones y con eso se aspira a duplicar, en un no muy largo plazo, el actual porcentaje de la basura que se reconvierte.

achicar el impacto ambiental

El reciclaje de la materia no orgánica o seca (papel, cartón, plástico, vidrio, lata) es uno de los principales procedimientos para reducir los niveles de basura que, en el caso de nuestra ciudad, van a parar al enterramiento de la planta de la Ceamse, en Ensenada. Junto con el compost y la transformación biológica de las sustancias orgánicas (como, por ejemplo la obtención del biocombustible) se trata de una de las formas de achicar el impacto ambiental que producen los residuos y de aprovecharlos, a la vez, como recurso económico.

En La Plata, hasta ahora, son tres los productos que se obtienen a partir del reciclado: el tetra-pack se transforma en planchas de pet (el techo de la Casa Ecológica del Bosque es de ese material), de los restos de papel o nylon se hacen placas de parquet (simil madera plastificada) y con el plástico se fabrican las bolsas verdes del sistema.

De acuerdo a cómo funciona el sistema en esta ciudad, el proceso de reciclado comienza en los domicilios con la separación de los desechos secos, que deben ir en una bolsa identificada con el color verde, limpios y secos; y sigue con la recolección que está a cargo de una dotación de 12 camiones que recogen esos residuos según la zona en determinados días y horarios. Esos vehículos especiales entregan a las cooperativas de recicladores urbanos “Solplat” (56 entre 139 y 140), “Cartoneros platenses” (514 entre 160 y 161), “La Falcone” (600 y 145), “San Ponciano” (502 entre 212 y 214) y “La unión hace la fuerza” (144 entre 47 y 49) lo retirado de las calles. En esas sedes se realiza una segunda clasificación y lo que sirve para continuar en proceso se vende. Entre las cinco entidades trabajan unas 150 personas que se reparten lo ganado por la comercialización a terceros del material que va a ser reciclado. Además, reciben del Municipio una partida de dinero destinada a sueldos.

Donde se incluye el paso de los vehículos recolectores, por lo general, hay una buena respuesta de los vecinos, señaló la directora de Reciclado, Estefanía Ayala, que ve en la Ciudad una conciencia bastante generalizada sobre el cuidado del medio ambiente. “El platense además es propenso a cualquier tipo de innovación, por eso hay que poder transmitir bien a los vecinos sobre la importancia de reciclar”, remarcó la funcionaria.

En la subsecretaría de Gestión Ambiental considera que para que el volumen del material que se recicla crezca hay que “reforzar” el actual esquema. “Falta que se incorporen masivamente al sistema los grandes generadores de basura y queremos dividir la Ciudad geográficamente para optimizar la recolección y que, por ejemplo, un camión no tenga que atravesar todo el casco urbano para entregar las bolsas a las cooperativas. También hay que seguir trabajando con los recuperadores urbanos que están en la actividad informal e integrarlos al sistema”, anticipó el titular del área, Germán Larrán.

Lo que se buscará en un próximo paso es ampliar la cantidad de productores de residuos que separen en origen. “Los vecinos están comprometidos, pero todavía no participan escuelas, comercios, industrias, ferias, organismos públicos, instituciones”, explicó Larrán.

En la actualidad, el organigrama del sistema incluye al casco fundacional (las bolsas verdes se recogen de lunes a sábado de 9 a 12); la zona de 526 hacia el sur (martes, jueves y sábado, de 9 a 12); y el sector de 526 hacia el norte (lunes, miércoles y viernes, de 9 a 12).

Una particularidad con la que cuentan los camiones que cargan los residuos sólidos secos es que a diferencia de los tradicionales recolectores de basura húmeda, que a medida que se van cargando una prensa va compactando los residuos, los vehículos que retiran las bolsas verdes de la vía pública.

Entre las instituciones, ya por convenio con el Municipio, las 17 facultades de la UNLP, las sedes de los comedores estudiantiles y las reparticiones dependientes de la casa de altos estudios realizan la separación en origen y las bolsas en ese caso son retiradas de contenedores especiales dos veces por semanas.