Gastos e inflación: los dos desafíos electorales

Fue una semana donde la inseguridad estuvo presente y eclipsó los temas económicos.

Apareció la grieta peronista. Cristina mostró un documento que rozaba el golpismo.

El Congreso comenzó a sacar de los cajones viejos proyectos para limitar las excarcelaciones y bajar la edad de los inimputables.

Como siempre, actuando por impulsos y empujados por la opinión publica.

Nada nuevo. La idea, resolver algo de apuro y pasar a otra cosa.

TODOS SE SEÑALAN

Intendentes que viven en Puerto Madero, pero que se supone que gobiernan un partido del Gran Buenos Aires. Todos se señalan con el dedo, el intendente al ministro de Seguridad y este a la Gobernadora. Clásico, si no encontrás la solución, buscá un culpable.

Mientras tanto comenzó la carrera electoral.

Para el Gobierno es esencial garantizar la gobernabilidad.

Las reformas económicas quedan para después de octubre.

¿Después de votar qué?.

Dicen, habrá que bajar los gastos.

¿Por dónde?

El 56% del gasto son jubilaciones, pensiones, asignación universal por hijo y PAMI. De cada 10 pesos que gasta el Estado, 6 pesos son para la población mayor de edad o los que están mal socialmente. Los más vulnerables.

¿Se puede tocar la ANSeS?

Imposible.

¿Qué otro sector es inamovible?

Los salarios públicos. Sumando los sueldos de los empleados del Estado y las universidades es otro 17% del gasto.

Llegamos así al 73% que es intocable.

¿Qué nos queda?

TRANSPORTE

Se vendrá un aumento en el transporte, que se postergó por las elecciones. Subte, trenes y colectivos estarán en la mira.

Dentro del cronograma estará un aumento en la luz, gas y agua.

El problema está claro. La inflación este mes y los siguientes marcará una baja.

Sería del 1%. Pero después de las elecciones y a fin de año, los nuevos retoques a las tarifas y servicios provocará con seguridad una suba.

¿Se expulsaran empleados públicos?

No lo van a decir ahora, pero están en la mira muchos contratos que vencen. No serian renovados.

Allí figura gente de La Cámpora que según los ministerios se dedican a complicar el trabajo diario.

Van a bajar el número de Ministerios, Secretarías de Estado, subsecretarios y otros organismos.

Ministerios de Agroindustria y Turismo volverán a ser secretarias, Cerrarán el Ministerio de Comunicaciones ; el Ministerio de Finanzas volverá a ser secretaria, como fue siempre y también bajarán de rango a Medio Ambiente. Habrá, entonces cinco ministerios menos.

¿Qué pasara con el dólar?

La oposición jura que después de las elecciones y para recuperar terreno perdido habrá una devaluación.

El mercado no cree en esos vaticinios. Piensa que estará en diciembre en 18 pesos.

DEUDA

Seguirá pidiendo prestado. Después de las elecciones continuará la oferta de dólares.

Hay mucha liquidez en el mundo, buscando donde invertir.

Por supuesto, esto preocupa a los industriales, que siguen teniendo costos altos en dólares.

Para este año se espera la siguiente ecuación: inflación 21%, y una devaluación del 11%.

El dólar bajo seguirá después de octubre.

La inflación en 2018, la van a calcular entre el 10 y 11 % en el presupuesto.

Hoy Londres es más barato que Buenos Aires. Un café en la capital federal de Argentina es más caro que en París.

El crecimiento de este año quedaría en el 3%.

Para 2018 además de la Obra Pública, se apunta a la privada.

Creen que habrá inversiones en petróleo, gas, infraestructura y energía.

Por supuesto también apuntan al sector agropecuario y a los bancos.

La industria no será un factor de reactivación.

La economía es una L, se frenó la caída y pocos sectores apuntan a una U. La clave, el consumo. Allí estará el problema. El bolsillo de la gente. Por ahora no se ve una salida. Todo será tibio.

¿Tendrá influencia el día de votar?