Hace falta educación y mayor presencia de la Comuna para preservar plazas y paseos

Un informe oficial que tomó estado público en estos días y que circula en el Concejo Deliberante platense pone de relieve que el 65 por ciento de las plazas y paseos públicos de la Ciudad tiene los juegos rotos o exhibe piezas faltantes en su mobiliario, en lo que resulta ser resultado de la confluencia de dos factores: el incansable y, al parecer, imparable acción de los vándalos y, por el otro, la falta de reposición y de mantenimiento continuo de esos espacios.

Tal como lo reveló la nota publicada por este diario en su edición de ayer, el distrito cuenta con una dotación global de unos 200 lugares públicos de esparcimiento, entre plazas, paseos y boulevares que están presentando distintos tipos de problemas.

Juegos con estructura de madera o de hierro rotas; toboganes con faltantes de tablas de deslizamiento; pequeñas calesitas u otras recreaciones infantiles que contaban con techo y ahora desaparecieron esos reparos, así como los pasamanos; hamacas con cadenas sueltas o sin los asientos, forman parte del deterioro que afecta a los juegos infantiles.

Pero también se advierten serias deficiencias en otros lugares de los paseos, como en muchas de las estructuras de cemento o bancos destinados al descanso de los visitantes, en situaciones que, según dijeron fuentes relacionadas a la Comuna, se vuelven más ostensibles en los espacios verdes de Tolosa, Villa Elvira, Plaza 19 de febrero; en Los Hornos, Parque Julio López, en Melchor Romero, Plaza Los Abuelos o en Ringuelet, Parque Recreativo Zona Norte. También se remarcó que hay problemas en los circuito aeróbicos de la avenida Circunvalación y Meridiano V, a raíz de distintos actos de vandalismo.

Cabe señalar que, frente a este panorama, desde la Municipalidad se informó que avanza un proyecto para poner en valor a plazas y parques del distrito.

En cuanto a los hechos de vandalismo , vuelve a ponerse de relieve la falta de educación de no pocas personas, en lo que se refiere a valorar y respetar los bienes públicos. Ello reclama, en forma prioritaria, que se acentúen todas las campañas educativas que se consideren idóneas para crear mayor conciencia en la comunidad, acerca de la importancia de preservar los espacios públicos.

No han faltado en estos años, como signo alentador, vecinos que se han movilizado en defensa de las plazas y paseos a los que acuden, existiendo inclusive juntas vecinales creadas tanto para garantizar un mejor mantenimiento de determinados paseos públicos, como para impulsar la creación de plazas en aquellos lugares de la periferia en las que no están previstas.

Nuestra ciudad nació identificada con el respeto a los espacios verdes y al arbolado público. Fue vanguardista en ese sentido y, como tal, reconocida en América y el resto del mundo por los criterios urbanísticos que marcaron la presencia de una plaza o parque cada seis cuadras, con la cercana presencia del Bosque y de grandes masas forestales en su entorno, destinándose también esas verdaderas reservas al esparcimiento público.

Sin embargo, como se ha dicho, algunos pocos desaprensivos -sólo interesados en causar daño- siguen desplegando su acción destructiva y, frente a ellos, es preciso que opere una vigilancia celosa por parte de la Municipalidad, sin perjuicio de las tareas de mantenimiento que deben desplegarse todos los días, sin esperar a que la degradación avance.