Buena cabellera

El cuidado del cabello es una cuestión que ya no sólo les interesa a las mujeres, sino que también los hombres han empezado a querer saber más sobre este mundo tan especial.

Pero más allá de las opciones de cortes, peinados, tinturas y tratamientos, hay un paso básico que todos deben saber realizar para prevenir varios problemas como la caspa, cabello graso, falta de vigor capilar e incluso anomalías en el crecimiento: el lavado.

Sin saberlo mucha personas no saben que su manera de lavarse la cabeza no es la adecuada, un hábito que va más allá de echar los productos y enjuagarse con agua.

Por eso, mostramos cuáles son las pautas que se deben seguir para lavar el cabello correctamente.

Cantidad de shampoo

Saber cuánto shampoo utilizar es muy importante a la hora de lavar la cabeza. Si el cabello está muy sucio es mejor lavar dos veces a echar más producto, ya que el exceso solo provocará una dificultad extra a la hora de enjuagar.

La cantidad perfecta que se tiene que tomar es en proporción a lo que ocuparía una moneda de 50 centavos.

Con el shampoo en la cabeza, masajear el cuero cabelludo con la yema de los dedos y de ser posible, en forma circular.

Es muy importante que sólo sea el cuero cabelludo ya que el resto del pelo, medios y puntas, se limpian perfectamente solo con el arrastre del jabón.

Si se frota de forma agresiva la raíz del pelo se provocará una alteración del tejido cutáneo que incentivará la creación de más grasa.

Enjuague

Retirar bien el shampoo es uno de los pasos más importantes, y es que si quedan restos de producto, dará como resultado un cabello con mal aspecto e incluso la aparición de eczemas o piel atópica.

Para saber si está bien enjuagado, basta con frotar un poco la raíz y comprobar que no se genere espuma.

Si se utiliza un producto especifico para tratar el cuero cabelludo como antigrasa, para la caspa o de cafeína, es recomendable que en una segunda pasada se lo deje reposar unos 20 segundos para aprovechar totalmente todas sus cualidades.

Acondicionador

El acondicionador sirve para reparar el daño causado por el secador, la plancha, los productos químicos y otros factores medioambientales y climatológicos.

Claro que no es lo mismo cualquier acondicionador. Hay que elegir uno con propiedades que se adapten a las necesidades específicas de cada tipo de pelo: rulos y encrespado o frágil y liso, entre varias opciones.

Con el cabello bien escurrido tras lavarlo con shampoo, hay que aplicar el acondicionador. La cantidad de producto variará dependiendo del largo del cabello, pero como mínimo se utiliza una cantidad de producto del tamaño de una almendra. Extender el acondicionador a lo largo de las puntas, intentando aplicarlo mechón por mechón.

Sólo debe tener contacto con la mitad del cabello hacia las puntas, ya que esta es la parte que necesita hidratación. Si se aplica acondicionador cerca de las raíces y del cuero cabelludo, se pueden obstruir los folículos y ralentizar el proceso de crecimiento del pelo, además de aumentar la producción de sebo.

Enjuagar hasta que se pierda la sensación de pelo “resbaladizo”, pero que se sienta suave.

Secado

Escurrir el pelo con una toalla limpia y seca, y ejercer una leve presión sin frotar. Cuando el pelo está mojado se encuentra en su momento mas débil, ya que la capilar se ha estirado por la absorción de agua y un roce brusco puede dañar su estructura o romper el cabello. Envolver la cabeza con una toalla, y apretarla un poco para retirar el exceso de agua.

Luego, dependiendo del gusto o necesidad de cada uno, se puede utilizar el secador de pelo para modelar.