Opinan los lectores

Sobre los cacheos policiales

Bruno Matcovich puntualiza: “Ante la muy importante y plausible decisión de la policía de efectuar controles sorpresivos y cacheos en los micros, ya aparecieron las habituales ‘máquinas de impedir’ que se oponen porque ‘podría ser irregular’, según el director de una comisión de derechos humanos platense o el Defensor del Pueblo, porque los operativos deberían ser con la presencia de personal judicial; ambos conceptos son de una necedad e hipocresía increíbles. Lógicamente que luego todos se rasgan las vestiduras y ponen el grito en los cielos cuando los delincuentes que van arriba de los micros matan, le cortan los dedos o los fracturan a los choferes y pasajeros. Allí es donde piden más acción policial, como siempre: ´palos porque bogas, palos porque no bogas´”.

Queja por el servicio de luz

Pablo Zuccarelli señala: “Soy vecino de 19 y 80; hace 2 meses que vengo sufriendo todos los días cortes en el suministro eléctrico; todos comienzan a las 20 hasta las 3 de la madrugada. He realizado numerosos reclamos, vía SMS, tal cual lo recomienda la empresa. Y he tratado de comunicarme a los números de contacto, pero sólo me atiende una máquina y al momento de pedir hablar con un operador, la misma me corta la comunicación. En referencia a los reclamos generados vía SMS nunca son resueltos, ya que se corta varias veces la luz en el día y siempre me informa el primer reclamo generado. Una vez me he comunicado con la empresa en cuestión, he logrado que me atendiera un operador y al exponer mi situación me asignó otro número de reclamo, el cual no sirvió para nada ya que ese mismo día se volvió a cortar el suministro. En otra oportunidad he hablado con un operario de la cuadrilla manifestándole lo que vengo sufriendo hace días, y el operario me ha dicho que están en conocimiento de ese desperfecto, que el mismo se debe a la cantidad de enganchados de la red”.

Trabajo “a medias”

Esther Lía Tevarizzi escribe: “Vivo en la calle 37 entre 18 y 19 y tres veces por día saco a mi perra a caminar por el barrio y así fue como en la calle 18 a la altura del número 280 veo que un importante árbol estaba con la base completamente ahuecada. Realicé la correspondiente denuncia en la Municipalidad debido al gran peligro existente, para que extrajeran el árbol; tuve que llamar varias veces durante cuatro meses y con sorpresa, hace unas semanas, vi que estaban sacando las ramas principales. Me explicó quien estaba a cargo de la cuadrilla que posteriormente, otros empleados comunales quitarían el tronco del árbol que todavía conserva bastante altura. Lamentablemente, hasta ahora eso no ha ocurrido; el árbol con la base del tronco ahuecado sigue allí aunque con menos riesgo porque no tiene ya su parte superior. Pero reclamo al municipio y me responden que el árbol ya ha sido retirado. Espero que algún funcionario responsable tenga conocimiento de esta situación para que de una vez por todas retiren ese peligroso árbol, antes de tener que lamentar algún accidente causado por un simple viento”.

El valor de las ONGs

Santiago Zucchet dice: “Las escuelas de educación especial se rigen por el principio de inclusión educativa y buscan asegurar el derecho de los niños y adolescentes con discapacidades. La Escuela Nº 538 de La Plata este año celebra su 28º aniversario y es orgullo para todos los que sabemos de su compromiso y contención. En febrero sufrió un ataque vandálico que el diario supo graficar en sus páginas. Dicha difusión movilizó a la comunidad educativa. Pero también a un actor inesperado: la Fundación Raúl Vázquez se puso a disposición y en tiempo récord instaló 132 metros de alambrado olímpico perimetral, renovó portones y puertas de acceso al predio. Así, la escuela ganó en seguridad y mejoró su fachada. Es loable reconocer la sensibilidad y el alto grado de responsabilidad social de esta ONG, que además brinda asistencia a la niñez carenciada. Ese es el genuino valor de estas organizaciones. Apoyar con sus acciones en la urgencia y a quiénes más lo necesitan”.

Política mediática

Florencia Agustina Barreiros opina: “Que la política forma parte del día a día de todos, no es novedad. Lo nuevo si es que hace unos años se está viendo en los temas mediáticos. Políticos casados o involucrados con mujeres del ambiente y viceversa, mediáticos en listas electorales (recientemente Amalia Granata candidata a diputada), escándalos de embarazos y pedidos de abortos, y lo que ahora llamamos ‘periodismo militante’. En la entrega de los Martín Fierro un gran porcentaje de los premiados dijeron algo respecto a temas políticos, sin importar de qué lado de ‘la grieta’ se encuentren, y fue tema de discusión en cuanto programa de chimento haya en la programación. ¿Está bien o está mal tanta política en la TV? ¿Es productivo? ¿El discurso de Pablo Echarri o Nancy Duplaá, estuvo bien? Lo real es que no hay respuestas a todas esas preguntas; de lo que sí estoy convencida es que todos tenemos que preguntarnos si realmente estamos involucrados con lo que pasa en nuestro país o si a la hora de votar sólo nos dejamos llevar por lo que opinan los ahora llamados influencers”.

La buena educación

Domingo Martínez Madrid manifiesta: “La relatividad extendida en tantas cosas está convirtiendo a la urbanidad en algo demodé. Hasta nos cuesta ya advertir cuándo estamos ante un comportamiento educado o no, esto es debido al eclipse que están experimentando las buenas maneras y a la generalización del mal gusto y la chabacanería. Sin duda se está perdiendo la buena educación, si no se ha perdido ya. Esto lo vemos a diario en es todas partes, en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, en la oficina, cuando alguien tiene calor enciende el acondicionador de aire o abre ventanas sin siquiera consultar a sus compañeros de trabajo si están de acuerdo y esto ocurre por el hedonismo insustancial y dañino de pensar solamente en el propio bien sin tener en cuenta a los demás. Este mismo tipo de actitud se traslada al resto de los ámbitos del diario quehacer y así la vida se va haciendo cada vez más tensa, menos solidaria, con mayor violencia y nerviosismo acumulados. Al fin del día no nos damos cuenta de las tensiones acumuladas y por eso a cada vez más personas les cuesta tanto dormir; de ser feliz ni hablar”.