Una jubilada de 94 años, blanco de un cuento del tío en Ringuelet

Desde hace un tiempo vienen repitiéndose en nuestra ciudad los peores engaños. Los que tienen como blanco a las personas de avanzada edad. En la jerga lo llaman “cuento del tío”, que emplea estrategias impiadosas para quedarse, muchas veces, con los ahorros que juntaron a lo largo de su vida.

De acuerdo al reporte policial, el último caso fue el de Nélida Rosa Formica, una jubilada de 94 años, que ayer, ante este diario, sólo se identificó por su apodo, “Negrita”.

La mujer vive en la calle 517 bis entre 6 y 7, donde aceptó contar los pormenores de la maniobra por la que lograron despojarla de 2.500 dólares, en base al informe oficial, o “cerca de 30.000 pesos”, como ella misma expresó.

En cuanto a los responsables del ataque, por el momento, nada se sabe acerca de su paradero.

“DALE, APURATE ABUELA”

De acuerdo a lo relatado por “Negrita”, su amarga experiencia comenzó cuando a las 4 de la tarde del martes pasado se disponía a dormir la siesta. Pero frenó su impulso al sentir que sonaba el teléfono.

“Cuando atendí, una chica se hizo pasar por mi nieta, pero como le dije que tenía la voz distinta, me respondió que era porque estaba un poco ronca. Y enseguida me pidió que preparara una plata ahorrada porque estaba por devaluarse y que un contador de un Banco iba a pasar a retirarla para canjearla”, reveló la jubilada.

Seguidamente agregó que la farsante “me decía, dale, abuela, apurate que te van a ir a buscar la plata para que no te pierda su valor”. Y además “me imploraba que no le vaya a cortar la llamada, porque le había costado bastante comunicarse”.

Luego citó que “al rato cayó en casa un hombre alto y bien vestido, que se presentó como un ejecutivo de un banco de La Plata. Le hice saber que todo parecía una broma, pero me aseguró que era una situación real. Confié y le entregué la plata. Pero al final, era un cuento chino”.

Por lo que consta en la denuncia, el impostor que fue a la casa de la jubilada alegó llamarse “Luis Campo” y le solicitó a la damnificada que ponga sus dólares en una bolsa y que más tarde regresaría con el equivalente en pesos. Pero sabía que no iba a regresar allí.

“Negrita” se reprochó el engaño debido a que “no soy de leer los diarios, porque después supe que a varios jubilados robaron así”.

Precisamente, ese mismo ardid fue el que utilizaron para engañar a otra mujer en el Centro de la Ciudad, por lo que ahora se investiga si se trata de la misma banda (ver aparte).