Cambiar cerveza por masajes en el affter office

Las innovaciones para captar clientes hicieron que los “oficinistas” cambiaran su rutina tras el horario laboral.

En las grandes ciudades, los bares están dejando de ser la única alternativa para relajarse después de un intenso día de trabajo. Los spas y centros de estética urbanos vienen ganando espacio en el after office, con propuestas a medida, horarios más amplios y tratamientos exprés, con precios que arrancan, en general, en los $ 400 promedio.

En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, son varios los centros especializados en tratamientos estéticos que agregaron propuestas y un horario de atención más amplio para poder sumarse a esta moda y atraer a un público de profesionales y ejecutivos de entre 30 y 50 años que eligen la franja que va de las 18,00 a las 21,00 para sus rutinas estéticas.

Esta tendencia es posible gracias a la nueva aparatología, que permite obtener resultados en pocas sesiones y realizar tratamientos no invasivos, que no producen enrojecimiento ni dejan marcas visibles en la piel.

Y es que cada vez más gente pide masajes después de la oficina. Y el número de “clientes” se va incrementando los miércoles, jueves y viernes.

Pero esta tendencia es generada también por las propias compañías que, a través de acuerdos con los distintos centros especializados, le brindan una opción de descuentos a su personal.

Lo que está de moda es el sauna seco, con una camilla que provoca calor y vibración y es más rápido. Son tratamientos que como mucho llevan dos horas, lo que le permite a la gente puede bajar su nivel de estrés. Los precios por circuitos de spa de dos horas arrancan en los $ 450.