Literatura infantil: del boom editorial a la búsqueda de nuevas temáticas

Un simple repaso por la Feria del Libro Infantil y Juvenil que por estos días se organiza en el Pasaje Dardo Rocha permite descubrir no sólo la explosión de historias y personajes que sacudió el panorama de la literatura para chicos en los últimos años, sino también la renovación de un género que, de la mano de diseños e ilustraciones cada vez más puntillosas y arriesgadas, no para de crecer y captar la atención tanto de adolescentes como de pibes en edad escolar.

Ayudada por escritores que piensan sus tramas en un mundo que crece y se desarrolla al ritmo de Internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías, la narrativa para chicos retoma una tradición bien arraigada en nuestra cultura

La feria platense es ejemplo de un fenómeno que evidencian las estadísticas: si bien el año pasado fue crítico para el mercado editorial local, sólo el segmento de la literatura infantil y juvenil continuó el crecimiento que ya venía experimentando en los últimos años. Y el boom va más allá de las cifras de venta: comprende también otras aristas como la aparición de nuevos y buenos sellos, la gran convocatoria de público a las ferias del libro infantil, la apertura de librerías especializadas y la visita al país de destacados autores e ilustradores reconocidos a nivel internacional.

“El crecimiento del género ya no sorprende porque se consolida año tras año”, apuntan desde la organización de la Feria montada en el Pasaje, donde sus autoridades admiten que lo novedoso tal vez esté dado en los nuevos horizontes que la literatura infantil se planteó trazar: horizontes que abarcan diseños más elaborados hasta temáticas antes impensadas para las historias destinadas a los más pequeños.

Para Mercedes Rodrigué, autora de historias infantiles y hacedora del sello La Brujita de Papel, actualmente el género “prueba ilustradores diversos, trata de no repetirse y toma riesgos que antes no tomaba”.

NUEVOS MODELOS

Aventuras que incluyen la separación de los padres o el nacimiento de una familia ensamblada, protagonistas freaks cada vez más alejados del estereotipo clásico del héroe o la heroína, historias donde la diversidad sexual está presente y finales no siempre felices son algunas de las piezas que componen el rico, cambiante y multifacético rompecabezas de la nueva literatura infantojuvenil.

Según Clara Huffmann, directora editorial de Pípala, “la ilustración es fundamental. Buscamos un aporte desde lo estético a un texto en particular. Hay algunos donde la historia no estaba diagramada y luego se trabajó el texto junto con las ilustraciones”.

Ayudada por escritores que piensan sus tramas en un mundo que crece y se desarrolla al ritmo de Internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías, la narrativa para chicos retoma una tradición bien arraigada en nuestra cultura pero se plantea, como se dijo, horizontes hasta ahora inexplorados por la lectura infantil. Así como en su momento fue Salinger con “El guardián en el centeno”, o Tolkien o Bradbury o Italo Calvino con “El barón rampante”, o tal vez los viejos tomos de la colección Robin Hood o “Juvenilia” de Miguel Cané, ahora aflora una nueva jungla no sólo de personajes y escenarios, sino de temáticas y de temores novedosos en la patria de las letras para chicos.

Un paso más allá en la tendencia a instalar problemáticas reales que la literatura infantil y juvenil tradicional siempre retaceó bajo la sentencia “con los chicos de eso no se habla”, en los últimos meses la agenda temática del género se amplió con el surgimiento de nuevos sellos y títulos que visibilizan cuestiones como la diversidad sexual, la subrogación de vientres y los nuevos paradigmas familiares. En sintonía con este desembarco de temáticas antes escamoteadas en el mapa de la literatura infantil, la edición que se viene realizando de la Feria del Libro permite comprobar a través de sus stands que la fórmula con “los chicos de eso no se habla” quedó demodé hace rato: el qué decir y qué no, son desde hace mucho tiempo los interrogantes que merodean por los círculos editoriales y este año parecieron reafirmarse como nunca a modo de respuesta.

Los viejos tabúes fueron reemplazados por la idea de que la libertad que airea a la literatura para adultos debe ser la misma que la destinada a los niños, siempre que, como todo buen texto, sea desde el compromiso, el cuidado y la sensibilidad. No sólo es correcto hablar de todo con los chicos sino que los nuevos tiempos lo exigen. Así, al menos, quedó asentado en la cantidad de novedades literarias relacionadas con la diversidad, los modelos familiares alternativos, la equidad de género, la inseminación artificial y otras representaciones, prácticas y relaciones de la sociedad contemporánea, muy alejada de aquellos estereotipos propios de los cuentos de príncipes y hadas del siglo XIX.

PARA AGENDAR
Qué: Concurso de Cosplay y encuentro de Booktubers
Cuándo: sábado 22 a las 17:30
Dónde: Pasaje Dardo Rocha, 50 entre 6 y 7. Planta Baja