Comerciantes en guardia ante el descontrol juvenil, corridas y desmanes en el Centro

Después de los incidentes que se produjeron entre grupos juveniles el jueves por la tarde en la zona de 8 y 50, los comerciantes del microcentro recordaron la época en la que las peleas eran moneda corriente y solicitaron presencia policial. “La gente se repliega cuando ve corridas y grupos que se pelean, dejan de entrar a los negocios porque se van a otras zonas que consideran mas seguras”, comentó ayer un vendedor de flores que fue testigo de los desmanes.

Como consecuencia de los incidentes hubo tres menores y un mayor demorados. Sin embargo, muchos comerciantes consultados por EL DIA coincidieron en que las fuerzas de seguridad llegaron después de un largo rato en el que la zona pareció “liberada” al descontrol de los jóvenes.

“En este local hay muchas cosas pequeñas y cuando se dan esas peleas de corridas y confusión es común que entren rápido y en segundos se lleven desde un pañuelo hasta una cartera”.

Tanto comerciantes como quienes estaban paseando se sobresaltaron por los gritos y corridas, algo que a muchos recordó las escaramuzas que años atrás comenzaban en el playón del Teatro Argentino y se expandían a otras cuadras del microcentro.

La batahola tuvo su peor momento frente al local de una firma de comidas rápidas en 8 y 50. A raíz de eso muchos comerciantes optaron por cerrar las puertas y bajar las persianas.

“En este local hay muchas cosas pequeñas y cuando se dan esas peleas de corridas y confusión es común que entren rápido y en segundos se lleven desde un pañuelo hasta una cartera”, contó una empleada de la cuadra.

Según contaron los comerciantes, no se puede adjudicar la gresca a los chicos de la calle que usualmente transitan por esa zona.

“Yo estoy seguro que no fue gente de acá porque no había ninguna cara conocida, creemos que vinieron de otros lugares”, agregó Raúl, un taxista que siempre para en la esquina de 8 y 50.

La versión que mas se escuchaba ayer fue que todo comenzó cerca de la Plaza Moreno cuando un grupo de adolescentes rodeó a un chico para robarle las zapatillas y otras pertenencias. Cuando consiguieron su cometido salieron a la corrida hacia 8 y 50, pero a su vez los persiguieron amigos de la víctima.

El saldo de la violencia, que fue registrada por las cámaras de seguridad de la Comuna, fue la detención, por parte de efectivos de la comisaría 1a, de cuatro personas: tres menores, uno de 14 años y dos de 15, que fueron entregados a sus padres, y un mayor, de 18.

Se los aprehendió por “lesiones leves y resistencia a la autoridad” tras trenzarse a golpes con los agentes.

Con el fantasma del vandalismo que se desataba años atrás en la zona por la pelea entre bandas, los comerciantes esperan ahora mayor presencia policial.

“Antes había dos policías por cuadra y la sola presencia servía para intimidar algo a los jóvenes; pero desde hace varios meses ya no se los ve”, dijo el responsable de un comercio de indumentaria deportiva.

Los comerciantes de calle 8 y adyacencias también remarcaron su preocupación por los arrebatos colectivos perpetrados con la modalidad “piraña”, algo que se produjo esporádicamente en los últimos meses.

En mayo pasado, un adolescente de 16 años fue atacado a golpes de puño y patadas por otros menores en la esquina de 8 y 53.

Meses antes, dos facciones de jóvenes de entre 17 y 20 años protagonizaron en 8 entre 50 y 51- y luego en 8 entre 51 y 53, una batalla campal dejó un saldo de dos adolescentes heridos.

De acuerdo con los observadores policiales, los enfrentamientos pueden tener origen en las cuestiones más disímiles: rencillas barriales, novias, rivalidades futboleras, drogas, discusiones surgidas en facebook o competencias para ver quién es más guapo.