Sin explosión por las puntas

Cuando Gustavo Matosas asumió en Estudiantes pidió jugadores veloces que rompan por afuera. Hasta ahora, salvo Lucas Melano, no llegó ninguno de esas características. El dato no pasa desapercibido y mucho menos después de las primeras presentaciones del equipo.

Tanto en los dos partidos de copa contra Nacional como en el amistoso del miércoles en Uruguay, se vio un equipo ordenado pero previsible del medio hacia adelante. No hay sorpresa en ofensiva y Pavone está demasiado aislado del resto de las líneas. El DT tomó nota de eso.

La llegada de Gastón Fernández le podrá aportar manejo y tenencia de la pelota. Y significará el regreso definitivo de Lucas Rodríguez a la banda izquierda. Matosas lo pensó como enganche, pero su lugar parece estar en la izquierda. De esta manera Sebastián Dubarbier regresará al lateral. A pesar de algunos dichos públicos, su lugar está en el fondo de la cancha para que aproveche su velocidad. Desde un principio se pensó en Dubarbier como lateral, salvo en los partidos donde se necesite mucha marca.

¿Y Christian Aleman? Hoy no parece tener lugar en el once principal, sino más bien una alternativa para la Gata. También podría ser extremo por derecha, un lugar que supo ocupar en Barcelona de Ecuador. Pero está claro que arranca desde atrás en la consideración. No es un jugador pedido por el DT, pero con el correr de los horas se fue entusiasmando por lo visto y los comentarios recibidos de colegas suyos.

Por derecha el titular es Facundo Sánchez y Matías Catalán su alternativa. No se vislumbran demasiadas oportunidades para Matías Ruiz Díaz, que jugó como titular en Montevideo. Deberá esperar y trabajar algunos aspectos del juego.

Delante del ex Tigre hay varias opciones. Melano asoma como el que tiene el número “1”, siempre y cuando recupere el nivel que mostró en Belgrano durante su primer período o lo que hizo en Lanús. Otero y Lugüercio están, respectivamente, por debajo en la escalera virtual.

¿Qué puede aportarle Kevin Ramírez al equipo? Es el jugador que desvela a Matosas y por quien pide a gritos cada vez que le preguntan. Es mediapunta, ideal para abastecer a Pavone pero con otro esquema: un 4-4-2, o bien apostando por un arriesgado 4-3-3. Con este último, el equipo jugará con sólo un volante central. ¿Para determinados partidos de local? Muy probable.

Marco Borgnino, que ya firmó contrato pero la dirigencia lo silenció, es otra variante que tiene el técnico para romper con el 4-2-3-1 con el cual está jugando. Y, por lo visto hasta el momento, con rendimiento desparejo.

El jugador que hoy por hoy no tiene un reemplazo natural en caso de ausentarse es Mariano Pavone. Porque ni Otero y mucho menos Ramírez -en caso de arribar-, son de tales características. Tampoco Gastón Fernández, aunque alguna vez fuera el delantero de un equipo campeón, como lo fue el de Sabella en 2010. Pero no hay negociaciones para incorporar a nadie. Además de Ramírez, el que podría reingresar a la órbita albirroja es Zuqui.

Estudiantes tiene dos equipos. Es verdad que no llegaron los jugadores que pidió Matosas, pero hay mucho material. Es vez, ante la carencia de las divisiones menores (no hay en el horizonte inmediato muchos jugadores para promover), el plantel cuenta con recambio. Será cuestión de que encuentre rápido el mejor funcionamiento. En 12 días tendrá el primer gran desafío del semestre, cuando visite a Nacional en Asunción por los octavos de final de la Copa Sudamericana.