El “dedo” partidario pudo más que las internas

Las Primarias Abiertas, obligatorias para el ciudadano de pie, van por su cuarta edición pero algunos ya le vaticinan una “muerte joven”. Surgieron para fortalecer las internas de los partidos pero a esta altura van camino al fracaso. No pudieron terminar con la elección “a dedo” de los candidatos, una vieja práctica, como otras, de la política argentina.

Hoy habrá internas sin internas en la elección de los principales cargos. Basta fijarse en las boletas de los precandidatos a senadores y diputados nacionales: ni en Cambiemos ni en el peronismo dividido en Unidad Ciudadana (el krichnerismo), 1 País (el massismo) y Cumplir (el randazzismo), hay competencia. Cada fuerza confeccionó una lista única que sólo tiene que esperar la cantidad de votos que cosecha para ver cómo queda posicionada para las elecciones de octubre.

En este contexto, las PASO se convirtieron en una “gran encuesta”, aunque muy caras para las arcas del Estado; se calculan que costarán más de 2.800 millones de pesos.

Desde la Rosada ya advierten que pasado los comicios, las fuerzas políticas deben discutir cambios electorales que incluyan si continúan o no las PASO. Se sabe que el Gobierno ya tropezó en su primer intento de reforma política, tratando de implementar la boleta electrónica.

¿Las de hoy serán las últimas? Los tiempos electorales suelen correr más rápidos que los cotidianos. En menos de dos años, la administracción de Mauricio Macri deberá alcanzar el consenso necesario si quiere eliminarlas en 2019.