Bajón deportivo que repercute en la Selección

La pobre imagen del Barcelona repercute de este lado del mundo en momentos en que todas las miradas están puestas sobre Lio Messi de cara a los decisivos encuentros que le esperan en breve a la Selección. Al equipo de Sampaoli no le sobra nada en materia de puntaje, está claro que deberá batallar hasta el final para ganarse su lugar en la Copa del Mundo y en la actual escenografía el rosarino es su carta principal.

Con los catalanes muy lejos del nivel que los llevó a llenar páginas de gloria, su máxima estrella fue la imagen de la desolación: Al Diez se lo notó enojado, quejoso, sin el fuego de otros tiempos pero fundamentalmente frustrado por la producción general. El Real puso nocaut a una pálida versión del Barcelona con lujos y una suficiencia contundente.

En el Río de La Plata la involución del otrora invencible equipo azulgrana trajo preocupación. Aquí por el bajón de Messi y el mal momento de Mascherano mientras en la otra orilla el profesor Tavarez y los suyos ante el golpe en la rodilla que dejará a Luis Suárez afuera del choque previsto en el estadio Centenario para dentro de dos semanas por las Eliminatorias.

Pero la preocupación mayor pasa por el Diez. Con la vista puesta decididamente sobre la máxima cita del 2018, las conjeturas sobre el momento del rosarino son múltiples. Por un lado está claro que el argentino tiene ahora una doble responsabilidad: ejecutar su juego y reemplazar a sus viejos socios—Neymar, Iniesta y Xavi Hernández--, lo que no es poco. En ese rol se lo notó incómodo tratando de abrirse camino con sus mandadas que ahora no encuentran la compañía necesaria. Esas apariciones de Lio no fueron suficientes en esta ocasión para suplir la apatía que gobierna los movimientos de su equipo.

Todo lleva a pensar que si bien Sampaoli retornó muy satisfecho y confiado de su gira europea, particularmente tras hacer planes con la Pulga sobre el juego en la Selección, a partir de ahora el DT tendrá que buscar la fórmula para apuntalar el espíritu de su as de espadas. Mientras en el Barcelona gobierna el desconcierto, con seguridad en el cuerpo técnico argentino todos los esfuerzos deberán apuntar a elevar a su máxima expresión a su líder natural. Hay un sueño mundialista que así lo requiere.

Lio no consigue brillar sin la ayuda de sus viejos socios y si bien es cierto que ganó la Copa del Rey y fue el máximo anotador de las ligar de Europa, la actualidad no se corresponde con el brillo personal. La salida de Neymar ha sido, sin dudas, un golpe muy fuerte para el Barcelona pero en particular para el astro argentino que lo despidió cariñosamente a través de las redes sociales.

El Barca está en un momento crítico. Los medios catalanes se encargaron de hacerlo notar con títulos como “Sin Alma” utilizado por el diario deportivo Sport para apuntar su falta de reacción en tan decisivos partidos. Sin embargo en las crónicas más duras reconocieron que Messi sigue siendo la principal esperanza de recuperación.

En definitiva, la consagración del Real sumó otra distinción para Zidane, se festejó con locura en el Bernabéu, generó más preocupación Barcelona y se siguió con mucha atención en la Selección.