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Séptimo Día |LITERARIAS

Tomás Abraham: el mundo y su sueño eterno

El filósofo -argentino por adopción- acaba de lanzar El deseo de la revolución , un trabajo en el que, con el rigor y la suspicacia que lo caracteriza, pone al mundo y su historia bajo la lupa y los analiza de acuerdo a los movimientos económicos y sociales que se replican aún en nuestros días

Tomás Abraham: el mundo y su sueño eterno

Tomás Abraham - facebook

20 de Agosto de 2017 | 08:05
Edición impresa

Desde Jean-Paul Sartre y Albert Camus a Michel Foucault y André Glucksmann, la filosofía francesa de posguerra ha funcionado como un radiactivo campo de ideas que obró como disparador y correlato del Mayo francés, la revolución cultural china y otras experiencias emancipatorias -la mayoría frustradas- que tuvieron lugar en la última centuria: esa imbricación entre pensamiento y acción es retomada por el filósofo Tomás Abraham en su libro “El deseo de revolución”.

Si algo destaca al siglo XX, además de los exilios y los desplazamientos de grandes masas de población que consignó como marca identitaria el escritor inglés John Berger, fue el ideal revolucionario que convirtió al mundo en un gran laboratorio social y detonó gestas emancipatorias como el Mayo francés o la revolución cubana, abastecidas conceptualmente por la filosofía francesa de posguerra cifrada en el pensamiento de Jean-Paul Sartre.

En las sociedades contemporáneas anida un “deseo de revolución” que trasciende el fracaso de muchas de las experiencias que buscaron vulnerar las relaciones de poder centradas en la explotación y la distribución desigual de la riqueza: la revolución es “un deseo, y como tal, no tiene fecha de vencimiento”, sostiene Abraham como una explicación posible de ese afán rupturista que perdura a pesar de su fallido campo fáctico.

En “El deseo de revolución” (Tusquets), el filósofo nacido en Rumania hace 70 años traza una genealogía que arranca en Sartre y recorre con su prosa picante las formulaciones de pensadores como Foucault y Deleuze para ponerlas en diálogo con la Guerra Fría, la descolonización y la independencia de Argelia, el archipiélago en el Gulag y la revolución cultural china.

No sólo eso: el autor de “La aldea local” y “Pensadores bajos” escudriña también la influencia de la tradición filosófica francesa en el campo intelectual argentino a través de autores como David Viñas, León Rozitchner, Juan Carlos Portantiero y Oscar del Barco.

El itinerario que plantea en el texto esboza en paralelo un recorrido por las filiaciones intelectuales del autor y las de una generación que definió su vocación a partir de Sartre y del existencialismo, una de las últimas modas que ofreció la filosofía más allá de los confines del pensamiento: “una forma de vestirse, un modo de fumar, la sexualidad, un estado anímico, la vivencia de la soledad, un vocabulario”, enuncia Abraham.

Hay algo claro y que se repite en estas páginas: la idea de revolución como eje y guía del siglo XX y su manifestación a través de distintas experiencias de gobiernos socialistas

Hay algo claro y que se repite en estas páginas: la idea de revolución como eje y guía del siglo XX y su manifestación a través de distintas experiencias de gobiernos socialistas ¿Cómo impactó el fracaso de estas experiencias sobre el deseo revolucionario se pregunta el autor? Y la respuesta no es una sino varias y cada uno merecedora de un análisis distinto. “A estas primeras experiencias las llamaría comunistas y no socialistas -aclara Abraham-, ya que el socialismo no dejó de conservar los aportes republicanos y los derechos individuales cada vez que fue gobierno, ya sea en su implementación escandinava, europea, uruguaya, chilena u otras. Admitió la pluralidad de los grupos políticos y la diversidad social. El socialismo con un aparato cultural y educativo basado en la filosofía de Marx, como ocurrió en la URSS, en la China de Mao, en Cuba, o en Europa Central, es el comunismo del siglo XX. El impacto del fracaso y la decepción que produjo fue mayor. Lo que no quiere decir que esas ideas no persistan en grupos político-culturales que insisten en su vigencia y no toman en cuenta su fracaso. Hay y habrá multitudes, pueblos, grupos, minorías, que se sublevan y se sublevarán. Pero ya no existe el universalismo legitimado por una verdad y un sentido de la historia basado en una ciencia como el materialismo de Marx”.

 

EL DESEO DE REVOLUCION
Autor: Tomás Abraham Editorial: Tusquets Páginas: 496 Precio: $ 499

 

 

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